Casi no llego, pero aquí estoy, amiguitos. Y hoy toca que os hable nuevamente de la delgada isabelita , una de mis bandas preferidas. Concretamente os quiero comentar un álbum injustamente vilipendiado por la opinión general, ante la que no me queda otra cosa que decir: Padre, perdónalos porque son unos hijnorantes . Estamos a principios de 1981 y nos encontramos con un Phil Lynott triste, deprimido incluso, con un carácter cambiante e irascible a causa del consumo de alcohol, marihuana, cocaína y heroína, que se muestra contrariado por el auge de la denominada New Wave Of British Heavy Metal que está captando el interés de los más jóvenes en detrimento de bandas como la suya. Así, tras editar el año anterior el estupendo Chinatown –del que ya os di cuenta aquí –, Lynott decide no perder tiempo y grabar rápidamente un nuevo elepé de Thin Lizzy junto a Kit Woolven en las Bahamas y al mismo tiempo las canciones del que serí