Tengo tres grupos preferidos de juventud: The Smiths, Black Crowes y The Who. Eran las bandas sobre las que buscaba toda la información que me era posible, a pesar de todas las dificultades de la época pre Internet; los grupos de los que me compraba todos los discos que podía, no sólo álbumes de estudio sino los directos, algún single, piratas o rarezas, todo aquello que mi mermado poder adquisitivo me permitía. Así, del magno cuarteto de bandas inglesas de los sesenta, mi preferida son The Who, a pesar de gustarme tanto The Beatles y The Kinks; de los Rolling Stones siempre he pasado bastante, algo que en algún momento deberé corregirlo, digo yo. Empecé a prestar atención a The Who en 1989 gracias a una canción de “Quadrophenia”, «Love Reign O'er Me», y la bendita casualidad quiso que los tres miembros entonces vivos de la banda estuvieran embarcados aquel año en la gira de su 25 aniversario en la que, además de tocar canciones de “Quadrophenia” y otros grandes éxitos, inte