...frenética muestra de histrionismo y aceleración melódica y sónica, donde se certifica el infeccioso y arrebatado sonido de la banda... Por Jorge García Estos últimos años vienen caracterizándose por el retorno en mis escuchas de los sonidos más rockeros, pero también desordenados y grasientos del abanico estilístico que habitualmente he manejado. Así que solo era cuestión de tiempo que recordase este clásico impepinable que en 1986 grabaron los suecos The Creeps , y que constituye uno de los artefactos más emblemáticos e inconmensurables del Garage-Rock Revival propio de los años ochenta: Me refiero por supuesto al perfecto "Enjoy The Creeps". El sonido del órgano de Hans Ingemansson y la viril y entregada voz de Robert Jelinek constituyen el leitmotiv de las canciones de este estupendo grupo, aunque la base rítmica es de una voracidad apabullante. Disco maestro desde el primer acorde de órgano que resopla en el inmortal "Down at the Nightclub" , Ademá