Entre vapores glam y tragos de recalcitrante rock claustrofóbico made in Thunders, más diversos vestigios de la ortodoxia rockera exportada desde su Inglaterra natal... Por Jorge García . Estaba a punto de iniciar esta reseña con una frase, no diría que desafortunada, pero sí incompleta: estaba dispuesto a decir que el último disco de los Jacobites , "God save us poor sinners" , es una joya que siempre ha permanecido oculta a los ojos de la multitud; pero lo cierto, y completo, es que los Jacobites (en general) es una banda que siempre ha permanecido oculta a los ojos de la multitud. Así tenemos en 1998 al dúo titular de la banda, es decir Nikki Sudden y Dave Kusworth , en plena forma y al frente de todo, con un excelso ramillete de textos y músicas bajo el brazo prestos a poner las voces, guitarras, bajo y percusiones necesarias para crear su última obra de malditismo poético y romanticismo barroco, una alquimia sonora de tal magnitud que hubiese redimido al mismí