Un disco de heavy con todo lo que tiene que haber: enormes guitarras, una base rítmica potente, un cantante en forma con algunos momentos brillantes y letras sugerentes. Pero ocurre que cuando uno alcanza la gloria se le juzga respecto a eso. Y vaya gloria consiguió el imprescindible Ronnie James Dio: a finales de los setenta con Rainbow, después entrando en los ochenta con Black Sabbath y ya avanzando la década con su propio nombre, Dio. Y si no escalas otra vez el Everest, el Mont Blanc o el Aconcagua parecen una broma, que para eso no vengas, chaval. Y este Killing the dragon está por encima de muchos discos de heavy de la época y me atrevería a decir que se acerca a los clásicos de este hombre con mucha dignidad. Pongámonos en situación. Los noventa fueron años duros para el heavy clásico. Las bandas se disolvieron, perdieron miembros, intentaron adaptarse a un mercado donde sus capacidades y sus logros carecían de valor. Ronnie intentó adaptarse a esos sonidos y, tras u