En efecto, amigos, este álbum no es de los típicos que podéis encontrar en mis entradas, ni por género ni por época. Sin embargo, es uno de los que más años lleva conmigo. Me refiero, como véis, al megaicónico Oxygène del no menos mítico músico francés Jean-Michel Jarre , hijo del compositor de memorables bandas sonoras Maurice Jarre . Aparecido en 1976 –aunque yo tengo la edición española del año siguiente–, fue grabado por un aún veinteañero Jean-Michel en su propio piso. Más accesible que el de sus coetáneos Kraftwerk , mucho más fríos, el sonido que Jarre imprimió a su opera prima a nivel masivo –ya hábía hecho algunos trabajos previamente pero este álbum supuso su lanzamiento internacional– le proporcionó estupendas críticas y unas ventas aplastantes que ni él mismo se había imaginado. Con portada de Michel Granger –un regalo de la actriz Charlotte Rampling al músico, por entonces su pareja– que en realidad inspiró toda la obra y con Jarre tocando el Melotrón, si