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Mostrando las entradas etiquetadas como 1990

Iron Maiden - No prayer for the dying (EMI, 1990)

  En una discografía tan mítica y mitificada como la de Iron Maiden todos tenemos nuestras filias y nuestras fobias. A pesar de que es una de mis bandas favoritas, no adoro con ceguera sus discos míticos, plagados de enormes canciones y algunos fiascos igual de memorables, ni trago la monotonía que han desarrollado con mejor o peor criterio en obras menos lúcidas. Y como hoy estoy juguetón y sus discos alabados han aparecido ya por el blog, me he permitido rescatar No prayer for the dying , el octavo hijo en estudio de los británicos. A esta obra se le ha acusado de falta de inspiración, de reciclar ideas, de una producción plana o de traicionar, directamente, el propio legado, en fin, que parece no tener defensores ni abuela siquiera. ¿Le damos amor? ¿O le damos caña? La portada refleja claramente la intención de volver a un sonido más simple o directo. Aparece nuestro amado Eddie de nuevo, pero esta vez no es lo mismo. Para empezar, observamos la personalidad de Killer y The number

The Quireboys - A bit of what you fancy (EMI/Parlophone, 1990)

  Hoy toca traer al blog uno de los discos de mi vida. Tampoco sé si eso es meritorio, porque la lista de “discos de mi vida” no es pequeña. Y tampoco tengo claro las reglas para entrar en tan selecto club. En cualquier caso, este debut de los londinenses The Quireboys apareció en mi vida como una epifanía. Atención, se viene historia viejuna (ya sé que tú lo viviste parecido, pero hay gente joven también por aquí). En “aquellos años” uno descubría música por alguno de estos cuatro medios: algún programa de radio (casi siempre por las noches), las reseñas de las revistas duras, el contagio por algún colega con una cinta de casé o, como fue este caso, viendo un vídeo en algún garito o en casa de alguien con una parabólica (sí, que a veces nos pasaban actuaciones en la tele nacional, pero con cuentagotas). Había un garito llamado Fórmula 1 (o algo así) al que solíamos ir por las tardes para echarnos unas cervezas antes de “salir” (como si no estuviéramos ya en ello). En ese pub ponían, e

Firehouse - Firehouse (CBS, 1990)

El pasado 5 de abril falleció el cantante de Firehouse, Carl Jeffrey Snare, por un fallo cardíaco en un proceso cancerígeno que le había llevado unos días antes a pasar por un quirófano. Además de ser un seguidor fiel de la banda, les he visto dos veces en directo; una de ellas la recuerdo con especial felicidad por lo que disfruté (tocaron junto a unos fantásticos TNT).  Casualmente, la semana pasada en este blog hablaba, en los comentarios de un post, del legado de algunos músicos más o menos desconocidos por el "gran público" comparándolo con otros del mismo o menor valor idolatrados, quienes reciben homenajes y se les dedican calles. Con esa reflexión me quedé enganchado. Al repasar la discografía de Firehouse, me di cuenta de algo obvio: existen músicos que han dejado un legado en nosotros. Da igual lo importante que sean más allá de nuestras orejas. Nos pertenecen. Y C. J. Snare es, para mí, uno de esos músicos. Desde este debut que hoy comparto su voz me ha acompañ

Boikot - Los ojos de la calle (Discos Barrabás, 1990)

  Hay música que corresponde a un momento concreto de nuestra vida y que, por edad usualmente, por cuestiones personales a veces, queda ahí anclada, como un bonito recuerdo. Música a la que no suelo volver casi nunca. Y ese caso lo representa perfectamente el debut de Boikot. En el devenir de la cultura rock madrileña se conformó, en la segunda mitad de los ochenta, un grupo de bandas jóvenes con unas sonoridades muy particulares, emparejadas con eso del rock urbano, pero tintado de una manera particular en la que escuchábamos las raíces de Leño o Burning junto con ramalazos unas veces punk, otras más metaleras, otras más seventies, incluso algo de blues. Ahí puedes meter a Esturión, Casablanca, Porretas o los mismos Boikot.  En medio de ese “fregao” musical cobró protagonismo Mariano García, polémico personaje, especialmente en sus últimos años. Generó negocio, oportunidades y ayudó a crear y mantener “la escena” madrileña a través de varias salas (Canciller, Barrabás), su labor promo

Jon Bon Jovi - Blaze of glory (1990, Vertigo Records)

  Me he decantado esta semana por este disco porque he estado por una zona muy del lejano oeste…o lo más parecido a ello que tenemos en nuestro país: hace un año estuvimos visitando el famoso cementerio de Sad Hill en la provincia de Burgos y este año toca el desierto de Tabernas en Almería. Y este plástico funcionó, así creí yo en su momento, como la banda sonora (esto es mentira porque sólo dos canciones suenan en el film, por eso lo de la portada de:” música inspirada por”) de la película “Arma joven 2” y que yo me compré en su momento en CD. Hace poco vi el vinilo por 2 euros y pensé que era un precio adecuado para poder traerlo a esta comunidad. Vamos a intentar ubicar un poco en el tiempo y el espacio este trabajo. Estamos hablando del verano de 1990. Entre la publicación de los dos mejores discos, en mi opinión, de los Bon Jovi : el New Jersey y el fantástico Keep the faith . Bon Jovi venían de dar más de 200 conciertos de su última gira presentando el New Jersey . Tan mastod

Warrant - Cherry pie (CBS, 1990)

  Eso del one-hit-wonder no es ningún invento moderno. Max Bruch compuso el Concierto para violín nº 1 en sol menor, op. 26 a mediados del siglo XIX, cuando acababa de cumplir 26 años. A pesar de una dilatada carrera (murió a los ochenta) y ser un reconocido personaje, se le recuerda, precisamente, por esta obra. Tal fue el hastío del propio músico, que su hijo recordaba a su padre diciendo “¡Otra vez el concierto en sol menor! ¡No lo soporto! ¡Tocad el Concierto número 2 o la Fantasía escocesa, por favor!”. No había manera. Su gran éxito. ¿Y qué relación tiene esta anécdota con el vinilo de hoy? Cherry pie no es solo el título del segundo disco de Warrant; también del single más famoso del grupo, del vídeo más ochentero de todos, es el título de la bendición y, al mismo tiempo, la maldición de la banda. La polémica con la canción es eterna. En algún momento el propio Jani Lane (compositor y cantante) maldijo haberla escrito: “preferiría haberme pegado un tiro en la cabeza” dijo en u

George Michael - Listen without prejudice vol1 (1990, Epic)

  La verdad es que tenía pensado no traer este vinilo al blog. Porque es un tipo de música que no suele aparecer por aquí y porque el artista suele dar repelús en los círculos musicales serios y/o rockeros. Además, este disco pertenece a esa categoría de discos malditos, malentendidos y vilipendiados, ya sea por la crítica o el público o ambos. Pero es que, también entraría en la categoría de esos trabajos de artistas que han triunfado, pero quieren demostrar que son algo más, que son serios, que su música es para adultos (más o menos como les pasó a los rockeros sinfónicos). Y, sin embargo, aquí estoy, sentado delante de la pantalla del portátil, en los asientos traseros de mi Xsara Picasso, mientras espero a que mi hija salga de una actividad este viernes tarde. Al final pueden más las razones menos razonables, esas que salen de las tripas, las que tienen explicación racional quizás sólo para el protagonista. Así que, allá vamos. Este mes de septiembre se cumple el 33 aniversario