Compré hace unos días unos cedés de King Diamond en una famosísima tienda de internet. Llevo dando vueltas al Maestro toda la semana y, cuando me acerqué a la "discoteque" y topé de lleno con este primer y genial álbum de Merciful Fate no lo dudé. Dos años lleva King sin aparecer por aquí y es uno de los pocos discos buenos de su discografía que quedan por revisarse, vaya, un fetiche de #FFvinilo. Y, sí, debería haberlo dejado para el próximo viernes, por eso del Día de Difuntos, el Halloween o lo que celebréis, pero me picaba hoy y aquí me rasco. Así pues, traigo el debut del genio loco en una estupenda reedición de 1997 con sus 180 gramos de vinilo, su etiqueta brillante, el encarte gordo con las letras y una preciosa portada, todo como nuevo. Suena terrible, como debe ser, y si el volumen lo revientas tiemblan los cristales con los bajos. Caña buena para un viernes noche (mejor si es día 13). King Diamond es el responsable de las despreciables letras y Hank S