Conocí a Madder Mortem hace unos cuantos años, hablando de música con mi ex compañero de departamento a la par que amiguete, Roberto - Él suele ser de gustos eclécticos, como es mi caso pero, en el fondo, y también en la superficie, es bastante más rockero que yo y conocedor de géneros que a mí no me llegan a gustar (sí, el dark metal y el guturalismo). En una de esas charlas, salió precisamente el tema de que los nuevos grupos nórdicos, suecos, fineses y en mayor medida los noruegos, eran demasiado fuertes y dados a hacer ese rock tan oscuro y que parece que proviene del mismísimo averno, al menos con esas voces forzadas hasta la creación de pólipos en las cuerdas vocales. Y fue aquí cuando Roberto se sacó de la manga el nombre de este grupo como ejemplo de grupo nórdico que yo debería escuchar porque iba más de mi cuerda. Y ya, como culmen de la sabiduría musical, me descubrió a “el grupo más raro, friki e inclasificable que vayas a escuchar”: Sopor Aeternus & The Ensam