Cuando un músico famoso se acercó a Tony Clarkin para preguntarle si estaría interesado en que le produjera su próximo disco, Magnum acababan de coger la buena ola de ventas tras varios años de sufrimiento. On a storyteller’s night (1985) había alcanzado el disco de oro en el Reino Unido y la banda había podido realizar su primer tour como cabezas de cartel. Tony podía elegir a (casi) cualquier productor para su siguiente obra. Pero, claro, ese “músico famoso” era Roger Taylor ¡en mitad de los ochenta!. Y Tony aprovechó esta tabla para subirse a la siguiente ola. Roger se acompañó de su inseparable Dave Richards como ayudante. En cuanto Clarkin tuvo compuestas las canciones, la banda viajó a los estudios de Queen en Montreux (Suiza). Durante unas semanas de aquella primavera de 1986 grabaron el que sería esto que hoy os traigo: Vigilante . Tony confiesa, sobre el trabajo de Taylor: ”había veces que pensaba ¿qué está haciendo? Pero, al final, acababa saliendo bien”. Él mismo reconoce