En 1990 el inquieto DLR se había quedado de nuevo sin guitarrista. Tras trabajar en sus dos anteriores discos con todo un Steve Vai , y el hecho de haber trabajado durante años con el mago de las seis cuerdas Eddie Van Halen , ponía el listón muy alto a la hora de elegir un nuevo guitarrista. Pero Dave estaba muy bien asesorado y pronto llegaron a sus oídos las hazañas guitarreras de un joven de 19 años que estaba llamado a ser el nuevo Malmsteen , el nuevo Blackmore o el nuevo Van Halen . Al ver las cualidades técnicas del joven Jason Becker , Dave no dudó ni un segundo. Ya tenía un nuevo fichaje a la altura de las circunstancias.