Ya os he comentado en alguna ocasión mi debilidad por este enorme señor de Misisipi, por ejemplo, aquí . Que su concierto en Villalba ha sido uno en los que mejor me lo he pasado. Y eso que era un concierto con sillas: tanto el artista como los oyentes. Pero dio igual, la conexión eléctrica a 220v fue tan increible que todos volvimos a casa con las piernas temblando, quizás no de cansancio pero sí de tensión...o quizás de intentar llevar el ritmo con los pies. Así que, cuando el otro día pasé por un kiosko de esos de los de toda la vida, en plena acera, con revistas, fascículos varios y chucherias (que sí, todavía quedan, aunque ya no vendan cigarrillos sueltos) y vi este vinilo, que forma parte de una colección sobre discos de blues, me vi en la obligación de llevarlo a mi casa. Y más al precio de derribo al que estaba, 7,90 euros. Y ahora, lo comparto con vosotros. Rápido, eso sí, que se me ha hecho muy tarde. De B.B. King poco más que añadir a lo que todo el mundo sabe: un orondo