No me atrevo a decir que este es el mejor disco de The Smiths, no lo es, pero si yo me tuviese que quedar con uno para el resto de los días, este sería el elegido... Por Jorge García . Si hay una banda adherida a mi fibra emocional, esa es The Smiths , no me preguntéis por qué, no tengo ni puta idea, pero es así. La pasión contenida y dosificada que desde hace tres décadas siento por los de Manchester es irresistible y además abolida con deportividad por quien suscribe. Recuerdo con 14 años cómo descubrí al grupo, gracias a un amigo de la escuela, era heavy y cuando salíamos de clase subíamos a su casa e invadíamos el cuarto de su hermano mayor, tenía un equipo Philips muy chulo y un buen número de vinilos. Muchos de los grupos que nos encontrábamos en las estanterías no los conocía, recuerdo que allí estaban Genesis , de los que sabía algo por tratarse de la antigua banda de Phil Collins , entonces en la cima de su gloria comercial, Jethro Tull , cuyos discos nunca pinchábamos,