En efecto, queridos lectores, ya los tengo aquí tras un largo periplo de tres semanas desde Hermosa Beach. Hoy, entrada doble. No hace mucho, @MrEvilRock se extrañaba de que un ochentero como yo hablase de esta magnífica obra de arqueología en Twitter . Amigos, yo sólo puedo deciros una cosa y es que el sonido que corre por sus surcos me atrapó de tal manera que me dije a mi mismo que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerme con tal colección de bandas semidesconocidas y en muchos casos de vida efímera. De hecho, soy fanático del hard rock y el heavy de los ochenta y finales de los setenta pero es cierto que desconozco bastante lo que se editó a finales de los sesenta y principios de los 70, recordad que nací en el glorioso 67. Sin embargo, en est a s bandas que un buen día ni recuerdo cómo descubrí, encontré la simiente de lo que años más tarde fueron los grupos de los que me convertí en seguidor. Total, que escuchar estos álbumes es algo muy parecido a encontrarme con ca