Siguiendo los pasos de su idolatrado Ritchie Blackmore , que tituló a su primera obra tras dejar Deep Purple Ritchie Blackmore’s Rainbow , el guitarrista sueco Lars Johan Yngve Lannerbäck –un pelín más egomaníaco que el británico– hizo lo mismo en su álbum de debut (leedme aquí ) titulándolo Yngwie J. Malmsteen’s Rising Force . Sin embargo, si Blackmore ya denominó a su banda Rainbow a partir de ese instante, Malmsteen nunca dejó de poner su nombre en todas partes, pasando de Yngwie J. Malmsteen’s Rising Force a Yngwie J. Malmsteen , regresando a Yngwie J. Malmsteen’s Rising Force para después escoger el más sencillo Yngwie Malmsteen –al menos fuera de los Estados Unidos– regresar a Yngwie J. Malmsteen y actualmente volver a Yngwie Malmsteen . En fin, que no sé por qué os estoy contando este rollo cuando de lo que se trata ahora es de comentaros Marching out , el segundo disco de su carrera en solitario, un álbum mucho más comple