Amigos del vinilo, cuando visitamos un país extranjero, mi hija busca tiendas de ropa en las que comprar alguna sudadera, camiseta o pantalón que cuando se ponga le recuerde el viaje. Mi esposa hace lo mismo pero con adornos de Navidad para colgar en el árbol sintético made in China que cada año monta con una ilusión de la que yo carezco. En mi caso, el apartado de recuerdos se basa principalmente en tomar cuantas más fotografías mejor y –si se tercia– la adquisición de algún vinilo. En esta ocasión –os hablo de mi visita a Dublín por Semana Santa– la idea era hacerme con Untouchable Glory , el último y aplastante álbum de los irlandeses Gama Bomb . Sin embargo, en ninguna tienda los encontré. Ni en el recomendable antro vinílico de Sound Cellar en Nassau Street, ni en Spindizzy Records –poco metal había ahí– de Georges Street Arcade... ni siquiera en Tower Records de Dawson Street. Nada. Quizás es por su origen norirlandés y en alguna ocasión se hayan pronunciado como unionis