Todos amamos la música con la que nos criamos, aquella que escuchamos con diez, quince, veinte años, cada uno tiene su época. Algunas veces, esa música se pierde en el tiempo, la abandonamos, por mala, por que cambiamos de gusto, por que crecemos y nos sentimos otra persona. Pero en ocasiones, al volver a escuchar una canción con la que bebíamos, reíamos o intentábamos llevarnos a alguien a la cama (para dormir, ojo) hace muchos años se nos curva el bigote y nos bota un poquito el culo. A mí me pasa con un par de canciones de este Open up ane say... ahh! de los archifamosos y multidespreciados Poison . Comienzan los acordes de Nothin' but a good time o Fallen angel y me pongo a cien. ¿A quién le importa que sea de una calidad ocho o cuatro? Me molan. Adoro esos riffs, esos estribillos, esos vídeos ridículos y vacilones, esos cardados, esa voz, esa producción tan L.A.80s. No se puede explicar: o lo amas o lo odias. Y yo amo a estos tipos. ¿El álbum? Ah, claro, que esto