Roberto Iniesta se ha convertido en un personaje reconocido en cualquier lugar del país. Cantante guitarrista, compositor, alma de este grupo, Robe, o "el Robe", todos le llamamos casi como si le conociéramos, consiguió lo que muy pocos músicos alcanzan en el rock de aquí: vivir de su música. Y parece que bienvivir, que puede permitirse no girar, no grabar; o hacer lo que le de la gana sin fechas y sin tener que cumplir con las expectativas de una compañía musical. Y lo logró siendo fiel a su estilo, evolucionando a través de los años con un pie en la sucia poesía de su Extremadura natal y el otro en los arreglos y las composiciones cada vez más refinadas. Supongo que el Robe de hoy en día no hubiera existido sin un disco como Agila (1996) y el éxito que alcanzó. En cierto modo, ese éxito comenzó con en el anterior Deltoya (1992) y maduró definitivamente en ¿Dónde están mis amigos? . Después de tres álbumes rompedores, transgresivos en el propio argot de Extremoduro, parió