Hoy os quiero hablar de Lita Rossanna Ford , una mujer a la que supongo todos conocéis y que pasó de rasgar una guitarra barata de Sears a los 11 años a unirse a una banda de chicas a los 16 –se llamaban The Runaways , quizás os suenen–, dejar el grupo al descubrir que eran lesbianas, regresar más tarde, convertirse en leyenda y quedarse en el paro a principios de los 80, antes de decidirse por emprender una carrera en solitario de inicios algo irregulares, con un anodino Out for blood –aunque el tema título me encanta– y este Dancin’ on the edge que hoy os comento y que me parece de lo mejor de su carrera. Eran los años locos, tríos con Jon Bon Jovi y Richie Sambora , su tumultuosa relación con un Tony Iommi sepultado en cocaína y escarceos con la heroína por cortesía de Nikki Sixx . A partir de entonces, la todopoderosa Sharon Osbourne la acogió bajo su protección, le regaló un fabuloso dueto con Ozzy y le dio la oportunidad de encarrilar una carrera como sex symbol d