En el verano de 2002 el cuarteto que conformaba Opeth se embarcó en una aventura que casi acaba con la banda: grabar un mastodóntico doble trabajo que recogiera los influjos de años de música y abriera la puerta a una nueva sonoridad. Mikael Akerfeldt, cantante y líder, se propuso crear de la nada un nuevo mundo bajo el paraguas de Opeth junto a Steven Wilson en la producción y sus por entonces compañeros Peter Lindgren a las guitarras, Martin Mendez al bajo y Martin Lopez (sin tilde) a la percusión. Pero había un problema: ninguna canción compuesta, nada de música antes de entrar al estudio. Mikael componía por las noches y la banda lo interpretaba por el día, dando forma constante a su flujo creativo. Este tour de force acabó en septiembre de 2002 con una obra doble: Deliverance con una colección de canciones similares a las de discos anteriores, con gran enfoque en las voces guturales, las afinaciones graves y los arreglos oscuros; Damnation , lleno de composiciones atmo