(en algún lugar de Frankfurt en algún momento de octubre de 1972) -Vamos, Ritchie, qué mierda es esta. Blackmore resopla. Lleva dieciséis horas metido en el estudio. No recuerda cuándo fue la última vez que durmió una semana seguida en su cama los últimos quince meses, cuándo fue capaz de tocar la guitarra por placer en vez de por obligación. -Si no te gusta, tócalo tú. Jon le sostiene la mirada, sonríe, se levanta las gafas oscuras y le guiña un ojo. -Una más y te invito a una ronda. Blackmore desenchufa la guitarra, la apoya en la pared, abandona la sala de grabación dando un portazo y se sienta en un pequeño sofá justo detrás de Lord y Paice. -De verdad, estoy seco. No puedo ni mover el cuello y parece que tenga hormigas en los dedos. Mañana lo vuelvo a intentar. Lord y Paice se miran. -Mañana le toca a Ian Ritchie gira la cabeza y resopla por segunda vez. Desearía estar en un pub con una pinta en una mano. -Os juro que no lo soporto más. Si tengo que salir otra vez de gira con e