A más de uno le parecerá mentira, pero el pasado año este disco sopló 30 velas. Gran año para la música en general aquel 1989 (para la historia quedaron joyas como el Oh Mercy de Dylan, Freedom de Neil Young, el debut de Stone Roses o New York de Lou Reed) y para Tom Petty en particular, que venía de lanzar el año anterior ese enorme álbum con los Traveling Wilburys rebosante de colegueo y calidad a partes iguales. De hecho, Jeff Lynne (el verdadero capo del disco, aunque su inseparable Mike Campbell también aparezca en los créditos como productor) George Harrison y Roy Orbison aparecen en el LP. Por otra parte, aunque se trate del primer trabajo de Tom Petty en solateras, todos sus rompecorazones tocan en algún momento en el disco excepto el batería Stan Lynch, que pocos años después dejó definitivamente la banda. La alineación del disco es de infarto. Muchas veces los millones de ventas no garantizan de por sí un gran disco, pero en este caso eso se cumple, y de qué manera. L