The Stooges se ganaron rápidamente una fama peligrosa con su rock directo, crudo y salvaje. Guitarras sucias saturadas de fuzz y, sobretodo, un frontman totalmente fuera de control. Energía desbordada, rabia, sudor y sangre era lo que te ibas a encontrar en sus conciertos. Un Iggy Pop siempre con el torso desnudo y la mirada perdida, bronco e imprevisible, enseñando los genitales o auto mutilándose en plena actuación. Por eso sorprendió a muchos con The Idiot . Su primer disco en solitario era una propuesta diametralmente opuesta a todo lo oído y visto de la Iguana de Detroit hasta la fecha.