Lo que me ha ocurrido con este disco sigue sin tener ningún sentido, o al menos yo continúo aferrado a la incapacidad de ver más allá de mis narices para poder explicarlo con lógica. Pongamos a punto el DeLorean para volver a esas navidades donde la pandemia todavía podía definirse como un disco malo de R.E.M.: inexistente. En diciembre de 2019 todo eran planes de conciertos para el año siguiente, iban a venir los Black Crowes, Graham Nash, parecía que Lucinda Williams también... y en medio de todo el meollo, se anuncia la noticia que me hizo vibrar, por decirlo suave, cuando me enteré en la estación de Aluche: John Frusciante volvía a los Red Hot Chili Peppers. Joder, la felicidad era eso. En lo que vamos preparando el condensador de fluzo (glorioso error entre errores) para la vuelta, démosle al César lo que es del César: Josh Klinghoffer hizo una labor cojonuda a las seis cuerdas de la banda, labor nada sencilla, desde que sustituyera a John tras la gira de Stadium Arcadium hasta