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Mostrando las entradas etiquetadas como Epic

Los Rebeldes - Preferiblemente Vivos (Epic, 1987)

  El disco que os presento hoy es uno de esos discos fundamentales en mi historia personal. Formó parte de mi vida durante un periodo de la preadolescencia, donde un cassette grabado en doble pletina (con una calidad de sonido mejorable), podía convertirse en la banda sonora que se escuchaba sin descanso en el radio cassette (la discografía disponible en esa época era escasa, y cada disco o cassette era devorado hasta la saciedad). No creo que Los Rebeldes necesiten mucha presentación. Uno de esos grupos asociados a la década de los 80 en España, y uno de los grupos comercialmente más exitosos, sobre todo a partir de su disco “Mas allá del bien y del mal” (Epic, 1988) (reseñado  aquí ). Un grandísimo disco, uno de los más populares de la década, también en mi lista de favoritos de la vida, con el que el grupo sobrepasó los círculos de la escena rockabilly para convertirse en uno de los grupos de pop con mayor popularidad en España a finales de la década, sobre todo gracias a cancione

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una caja

Ted Nugent - Ted Nugent (Epic, 1975)

                            Alguien tenía que traer a este blog al loco de Detroit. Un histórico del hard rock, y, sobre todo, uno de mis guitarristas favoritos. Iréis descubriendo a través de mis entradas a este blog el resto de mis guitarristas favoritos, pero ya os puedo confirmar que, en general, mis músicos más admirados no son necesariamente los más virtuosos. Lo que más valoro en un musico es su precisión, y su personalidad, Y Ted Nugent anda sobrado de las dos cosas. Este fue mi primer disco suyo. Antes de eso, ya conocía a Ted Nugent. Todo un icono de la guitarra eléctrica. Pero nunca la había prestado la debida atención, hasta que, en una de esas noches de sábado, en el mítico bar “Hendrix” de Zaragoza, escuche una canción con un pegadizo riff de guitarra que me llamo la atención. Este bar era un lugar de culto para los amantes del rock clásico en Zaragoza, entre finales de los 90 y principios del 2000. Situado en el Callejón de la Música, la imagen de una pared llena de vini

Ilegales - Ilegales (EPIC, 1984)

  “¡Maldita sea la ley! Esto es lo grave. Me llamo Jorge, toco la guitarra en Ilegales, un grupo que funciona desde hace dos años. Antes estuve en muchos otros grupos, pero todos se disolvieron de forma violenta. Como llegó un momento en que no me querían en ningún otro grupo, formé Ilegales con otros dos a los que habían expulsado de varios grupos por broncas y borrachos. A Iñigo (el bajista) lo conocí durante una pelea en un club. Inmediatamente simpatizamos y le di un puñetazo en las narices; él amablemente me pegó una patada en el bajo vientre que aunque no me cogió de lleno me trajo preocupado algunos días… A David (el batería) lo encontré robando manzanas una noche que yo andaba borracho. Me dijo: ¡mira macho, qué cabestros! Miré y eran dos gordas matronas orinando. Casi nos meamos nosotros de la risa. Luego nos encontramos algunas veces por ahí, bebiendo y todavía estaríamos arrancando señales de tráfico de no ser por la poli. El caso es que las cosas se liaron de tal mane