La verdadera movida de los ochentas no fue la oficial, la que interesa contar. Sin lugar a duda, fue la del rock urbano y la del heavy metal. Y aunque el foco estaba en Madrid, principalmente de la mano de Chapa, no fue menos la movida que había en Barcelona, principalmente de la mano de Justine. Las grandes bandas acaparaban el cotarro, pero no por ello dejaban de salir nuevos grupos. Los más afortunados llegaron a tener un vinilo bajo el brazo, muchos de ellos no grabaron nada y otros muchos solo un single, nunca mejor definido, para la posteridad.