Echando la vista atrás, a día de hoy no me puedo creer que hace tan poco tiempo, exactamente en el año 2008, la visita de The Police, en su vuelta a los escenarios, por mi ciudad pasase desapercibida para un servidor que tiene como único acercamiento al bolo la escucha desde la ventana de mi casa en la lejanía de unas difuminadas notas que rodaban por las faldas del monte Kobetas donde Sting, Andy y Stewart desplegaban su repertorio en el BBK Live de aquel año y llegaban vagamente a mi posición. Durante muchos años renegué de los británicos, renegué también de Sting en solitario y de los discos firmados por este bajo cualquiera de los dos apelativos. Todo lo que tuviese que ver con los Londinenses me sonaba viejo, pasado y maltratado por los lustros, llegue a sentir una cierta antipatía por la formación, y eso que "Synchronicity" (1983), fue el primer disco (casette en este caso) que adquirí en lengua inglesa. Pero el caso es que en cierta ocasión un amigo me ob