En efecto, queridos lectores, ya los tengo aquí tras un largo periplo de tres semanas desde Hermosa Beach. Hoy, entrada doble. No hace mucho, @MrEvilRock se extrañaba de que un ochentero como yo hablase de esta magnífica obra de arqueología en Twitter. Amigos, yo sólo puedo deciros una cosa y es que el sonido que corre por sus surcos me atrapó de tal manera que me dije a mi mismo que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerme con tal colección de bandas semidesconocidas y en muchos casos de vida efímera. De hecho, soy fanático del hard rock y el heavy de los ochenta y finales de los setenta pero es cierto que desconozco bastante lo que se editó a finales de los sesenta y principios de los 70, recordad que nací en el glorioso 67. Sin embargo, en estas bandas que un buen día ni recuerdo cómo descubrí, encontré la simiente de lo que años más tarde fueron los grupos de los que me convertí en seguidor. Total, que escuchar estos álbumes es algo muy parecido a encontrarme con canciones desconocidas de los inicios de mis bandas favoritas. Y es que seguramente tanto estas como las que acabaron alcanzando la fama bebieron de las mismas fuentes y tocaron en los mismos garitos, solo que evolucionaron de manera diferente. Así pues, todo ello y lo atractivo del formato en el que venían las recopilaciones me hicieron pensar en varias ocasiones en encargárselas a RidingEasy Records. También es verdad que los malditos gastos de envío me echaron para atrás cada vez que estaba a punto de hacerlo. Incluso se lo llegué a comentar a Reverendo de la banda Hotfeel por si le hacía ilusión e íbamos a medias con los extras, pero no picó. Sin embargo, fue el mencionado @MrEvilRock recomendando el tercer recopilatorio de la serie el que me hizo pensar “¡a la mierda!, ve a por ello.”
Así que escondiéndome de la parienta –era mejor que encontrase el gasto en la cuenta a hechos consumados y tenerlo que explicar que propiciar que pudiese convencerme de aplicar el cerebro en lugar del corazón antes de todo eso– entré en la página de la discográfica y di orden de compra para estas joyas fruto de la determinación de Lance Barresi y Daniel Hall. Y ya están en casa, el primero en vinilo negro y el segundo en púrpura translúcido (con dos pegatinas, algo cutres eso sí, de regalo).
El track list del First trip está formado por los siguientes temas:
A
Box (Zekes)
Sunflower (Snow)
One of the bad guys (Tour)
Wasted (Zebra)
Faze 1 (Bob Goodsite)
Stand by girl (Raw meat)
B
Deathhead (Punch)
Carry my load (Bacchus)
Love Eyes (Cast Your Spell On Me) (Lenny Drake)
Mystifying me (The Todd)
Hard luck (Josefus)
Y si en otras ocasiones se me ha hecho difícil analizar un álbum por sus canciones, podéis imaginar que en este caso –cuando no conocía antes de ahora a ninguno de estos grupos y es casi la primera vez que escucho sus temas– se me antoja casi imposible. Pero meted en una coctelera rock duro sin pulir, psicodelia, southern rock, pop, blues, sonidos a lo Sabbath y distorsión a lo Hendrix y os haréis una idea muy aproximada a lo que se puede encontrar en estas recopilaciones. Box fue la cara B del single Leaving you que editó Beverly Hills records en 1970, Sunflower es una composición de Rob Russen de Negative space después de diversos cambios de formación que se editó el mismo año y One of the bad guys es un single de 1975 para Radex records. Wasted es una de mis favoritas de este primer disco, editada para Miramar records en 1969 como cara B del single Helter Skelter, Faze 1 es una instrumental que Bob Goodsite editó en el 72 para su single Our house y Stand by girl, con la que finaliza la primera cara del disco, es otra de mis preferidas y se grabó en 1969 por el trío de Milwaukee Raw meat.
La segunda cara se inicia con una Deathhead alucinante que tiene una parte central de psicodelia guitarrera y que salió para Raftis records del Bronx como cara B de un single de 1970. Carry my load es southern setentero a cargo de los Bacchus de Tampa y Love eyes es una mezcla extraña de pop, rock, guitarreo y estribillos pegadizos grabada –tocó todos los instrumentos– por Lenny Drake de los Lenny and the Thundertones. Luego viene Mystifying me, grabada para Peppermint productions y otra muestra de rock con buenas armonías vocales, estribillo facilón pero más hardrockera que la anterior. Hard luck es puro southern rock con una producción mucho mejor que la del resto de temas, supongo que porque se trata de una grabación de 1979. Editada como single por Hookah records, posee un trabajo muy limpio de guitarras a cargo de Dave Mitchell, quien aún sigue en activo a día de hoy por cierto. Con este tema se pone la guinda a una recopilación excelente de 2015 que en la primavera de este año ha tenido continuidad en un Second trip.
Y vaya viaje, amigos, sin duda muchísimo mejor que el primero. En este caso, el track list es el que sigue:
A
Midnight witch (Ash)
Warlords (Sweet crystal)
Rock and roll man (Raving maniac)
Take it! (Crossfield)
B
Bell park loon (Spiny Normen)
Silence of the morning (Glass sun)
Love to you (Volt rush band)
Long hot highway (Buck)
Show stopper (Iron knowledge)
Daybreak (Sonny Hugg)
Midnight witch es un estupendo tema que los Ash de Melbourne editaron en 1971 para Havoc records, Warlord es el que más me gusta de todo el disco –grabado en el 77 para Fiddlers, un sello de Detroit– y me tiene embelesado con esas dobles guitarras y el Hammond cortesía de Marq Speck. Rock and roll man hace honor a su nombre y es puro rock and roll con guitarras que recuerdan algo a Thin Lizzy y un sonido general a lo Status Quo. La primera cara finaliza con Take it!, psicodelia desde el norte del estado de Nueva York que va cogiendo más fuerza cuanto más avanza el tema, dando grosor a su sonido. Es también de mis preferidas.
La última cara de esta presentación doble que hoy os traigo es Bell park loon, una canción con una flauta a lo Jethro Tull que pese a estar grabada desde hace casi cuarenta años, no ha sido hasta ahora que ha visto la luz por primera vez. Silence of the morning es otra de mis favoritas y la grabaron en el 71 los Glass sun de Rick y Bruce Roll para Sound patterns, de Michigan. Love to you es la cara B del single Love’s gone today que los Volt rush band grabaron a finales de los 70 para Red rock records. El riff de la guitarra de Steve Morris me recuerda vagamente al de You really got me. Y otra que también me trae recuerdos de otros temas es la siguiente, Long hot highway, otra de las destacables del disco, con un duelo de guitarras y teclados final y un estupendo bajo de fondo cuyo estribillo me hace venir a la memoria el de The bargain de los Who. Show stopper es funk-hard rock de campeonato que los Iron knowledge editaron en 1972 con Tammy records de Ohio. Para terminar, nada mejor que Daybreak, una versión de un tema de los McCoys que Sonny Hugg grabaron en un estudio de Lansing en 1970 con Rob Grange –luego en los Amboy Dukes de Ted Nugent y su banda en solitario– al bajo.
En fin, un par de joyas que ya han tenido continuidad en un recientemente editado Third trip que al parecer vendrá acompañado de uno o dos lanzamientos más de la serie Brown acid en los próximos años. Y como no podía ser de otra manera, os acompaño la grabación de los dos álbumes. Disfrutadla.
Pues disfrutando de tu propuesta me hallo. Temas jodidamente buenos, perdidos en cientos de discos, que suenan sobre todo a auténticos. Envidia me das. Gran entrada King. Saludos
Pues les hincaré el diente, porque si ha conseguido remover tu cartera es que tienen que ser cojonudos, ja, ja. El segundo vinilo es precioso, desde luego. Siempre es agradable pasearse por aquí y descubrir música nueva. Más aún si forma parte de los orígenes. Saludos a tu santa esposa...
He tenido que llevar el coche al taller para pasar la ITV. Más de 600 pavos. Estos van a ser los últimos vinilos en mucho tiempo, me temo. Pero valían la pena. Un abrazo.
Son magníficos, hace poco salio el último estan todos en spotify, merece la pena comprar estos vinilos lo malo es que solo se pueden pillar por internet y te los tienen que traer de allí.
El año pasado pasó por aquí un recopilatorio de Stevie Wonder ( The Original Musiquarium I ), donde el compañero “Rlguitarra” os hablaba de la “era clásica” de este musico. Hoy me quiero centrar en ese periodo, y os traigo uno de sus discos más memorables de esta época. Un absoluto clásico que en algún momento tenía que estar en este blog. Como para muchos de mis coetáneos, Stevie Wonder fue durante un tiempo el de “Si bebes no conduzcas”, o “I just called to say I love you”. Hasta que uno tiene curiosidad de saber por qué se le aclama como un genio. Es entonces cuando uno comienza a investigar si carrera y su discografía, y descubre la razón de tantos elogios. Exactamente por discos como éste que os traigo hoy. El contexto es el siguiente. Stevie Wonder ya era considerado un niño prodigio (cantaba, componía, y tocaba con destreza multitud de instrumentos, ya desde una edad muy temprana), lo que le hizo unirse a la Motown con solo 12 años. Fue incluso comparado con Ray Charles (no ...
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Pues disfrutando de tu propuesta me hallo. Temas jodidamente buenos, perdidos en cientos de discos, que suenan sobre todo a auténticos. Envidia me das. Gran entrada King. Saludos
ResponderEliminarMe alegro de haber contribuido a ello. Exacto, son de lo más auténtico. Saludos.
EliminarTu mujer me va a matar XDDD
ResponderEliminarTranquilo, no lee este blog jajajajaja
ResponderEliminarPues les hincaré el diente, porque si ha conseguido remover tu cartera es que tienen que ser cojonudos, ja, ja. El segundo vinilo es precioso, desde luego. Siempre es agradable pasearse por aquí y descubrir música nueva. Más aún si forma parte de los orígenes. Saludos a tu santa esposa...
ResponderEliminarHe tenido que llevar el coche al taller para pasar la ITV. Más de 600 pavos. Estos van a ser los últimos vinilos en mucho tiempo, me temo. Pero valían la pena. Un abrazo.
EliminarSon magníficos, hace poco salio el último estan todos en spotify, merece la pena comprar estos vinilos lo malo es que solo se pueden pillar por internet y te los tienen que traer de allí.
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