Pues bueno amigos, aprovechando que el pasado domingo se cumplieron 35 años –¡35 años, joder!– de su lanzamiento, ha llegado el momento de hablaros de Theatre of pain, el álbum que –como ya os conté por aquí– me dio a conocer a los Crüe mientras esperaba que saliese el segundo trabajo de WASP. Quizás no es la mejor manera de tomar contacto con una banda el hacerlo con el que, según ellos mismos, es el peor disco que han grabado nunca, pero es lo que hay. Eso sí, la verdad es que no me extraña que Sixx y compañía piensen de esa manera.
Vince Neil había sido encarcelado por conducir bebido y provocar el accidente en el que falleció el batería de Hanoi Rocks y resultaron gravemente heridas dos personas que viajaban en el coche contra el que se empotró su De Tomaso. Además del golpe que a nivel emocional significó eso para la banda en pleno, mientras Neil cumplía condena, el resto del grupo cayó en un pozo de adicciones atiborrándose de alcohol, cocaina y heroína, sobre todo un Nikki Sixx fuera de control que andó de desfase continuo esnifando e inyectándose todo lo que pudo junto al malogrado Robbin Crosby –guitarrista de Ratt–, con quien compartía una casa convertida en un antro de sexo y drogas.
Total, que cuando llegó el momento de grabar un nuevo elepé y con un Neil disfrutando de relativa y forzada sobriedad, este se encontró con unos tipos que casi no podían tenerse en pie. Así que, con algunas canciones nuevas, arreglos sobre antiguas demos sacadas del cajón de los descartes y una versión que el vocalista acostumbraba a cantar en su grupo pre-Crüe, se dedicaron a grabar atropelladamente un disco que les llevó mucho más tiempo del necesario ya que estaban tan pasados de vueltas que a veces dedicaban días enteros a discutir sobre un tema sin grabar apenas nada. Pese a lo explicado y contra todo pronóstico, el álbum fue un pelotazo comercial que sin tener en cuenta la valoración de la crítica y del mismo grupo aupó al Theatre of pain a ventas de doble platino, colocando un single que no habían escrito ellos en el Top 20 y una balada en el Top 100. Y yo fui uno de los compradores de esta obra que, pese a no resultar redonda, me enganchó a su sonido hasta bien entrados los 90.
Producido por Tom Werman entre los Cherokee studios, los Pasha studios y The Record Plant, contó con Vince Neil a las voces, coros y armónica, Mick Mars a las guitarras y coros, Nikki Sixx al bajo, pedales, sintetizador y coros y a Tommy Lee a la batería, percusión, piano y coros, con la participación acreditada de Jai Winding a los teclados adicionales.
Con portada del ilustrador Dave Willardson según diseño de Bob Defrin y Nikki Sixx, el track list del vinilo era:
A
City boy blues
Smokin’ in the boys room
Louder than hell
Keep your eye on the money
Home sweet home
B
Tonight (We need a lover)
Use it or lose it
Save our souls
Raise your hands to rock
Fight for your rights
Comienza el álbum con City boy blues, un tema de los varios que me gustan del disco, con un estupendo inicio en el que los teclados acompañan el riff de entrada antes de que cambie el ritmo y nos encontremos ante una versión endurecida de lo que sería un rock clásico de toda la vida. Le sigue Smokin’ in the boys room, una canción de los Brownsville Station de principios de los 70 que al aprecer cantaba Neil en los albores de su carrera, por lo que no es de extrañar que clave su interpretación y se le note realmente cómodo. Del tema se rodó un vídeo que recuerdo tener grabado en VHS de alguno de esos programas de la época en los que te podías encontrar a Christopher Cross, Peter Gabriel y WASP en un mismo pack. El vídeo tenía dos puntos fuertes. Por un lado la presencia de Michael Berryman, famoso actor de películas de terror, y por el otro la imagen glam extrema de la que bandas como Poison y tantas otras han declarado ser deudoras, con profusión de lencería, encajes, maquillaje y colores chillones. Entonces llega Louder than hell, uno de los temas rescatados de la época del Shout at the devil y uno de mis preferidos del disco. La siguiente es Keep your eyes on the money, que no me parece excesivamente destacable, quizás porque antes tenía un tema que me encanta y le seguía Home sweet home, un baladón del que se rodó un vídeo fantástico y emotivo.
La cara B se inicia con Tonight (We need a lover), otra que parece sacada de ideas anteriores y que –quizás por ello– es otra de mis preferidas, con Lee y Sixx golpeando sus instrumentos con rabia y un Mars siempre solvente que toca un estupendo solo con prólogo de teclados. Le sigue la cañera Use it or lose it, sucia, hard rockera y otra de las que salvaría del disco. No me pasa lo mismo con Save our souls, que me aburre y en la que encuentro a Neil muy forzado en varios momentos del tema. La cosa no se arregla –para mi gusto– con Raise your hands to rock, algo así como un country rock con coros y batería machacona. Y pone fin al disco otra de las que salvaría de la quema, una Fight for your rights en la que también encontramos teclados dando ambiente, coros y un trabajo de Mars más que aceptable.
Lo dicho, un disco al que tengo especial cariño, que no está dentro de lo mejor de la banda pero tampoco creo que esté precisamente entre lo peor. Además, teniendo en cuenta las circunstancias del momento, aún les quedó bastante más que aceptable. Y si a eso le sumamos su éxito de ventas, quizás es que tenemos que reconocer que estos tipos eran algo más que cuatro borrachos y drogadictos con suerte y un buen management.
No es mi estilo, pero me ha gustado mucho cómo has contado la historia del disco. Es sorprendente cómo en algunos casos (recordemos el “Rumours”) el abuso de alcohol y drogas da lugar a obras maestras y en otros (supongo que la mayoría) a discos más bien mediocres, por no decir malos. En cualquier caso, y aunque no sea nada mi estilo, voy a darle un repaso, porque no sé tendrá este blog que dan ganas de escuchar lo que aquí leemos. Y eso solo puede ser muy positivo. ¡Buen fin de semana!
Gracias. Sí, no pinta mucho de tu estilo y ya te digo que no es el mejor disco para conocer a la banda, pero es lo que hicieron ese año. En efecto, me ocurre igual: tengo que escuchar el 99% de todos los vinilos de los que habláis, aunque no haya escuchado nada de la correspondiente banda en la vida. Por supuesto, hay un 1% que no puedo afrontar. Buen fin de semana igualmente.
Yo los conocí con el siguiente, el Girls, pero en casa sólo tuvimos el Dr Feelgood, que sigue siendo mi preferido. Seguimos conectados en nuestras entradas a través de un músico, como el otro día Chris Hughes en Tears for Fears/Def Leppard: el guitarrista del Dirty Diana de Jacko, Steve Stevens, estuvo con Vince cuando se fue/echaron del grupo. A mi me mola mucho lo que hizo luego Nikki con Sixx AM. Gran entrada, como siempre. Historia muy interesante
Sí, un poco por los pelos, pero también aquí hay una conexión. También tengo el cedé de Stevens con Neil y me encanta, así como en su Atomic Playboys. En Dirty Diana no hace demasiado buen trabajo en mi opinión, con un solo poco inspirado y unos riffs que recuerdan al Beat it. Y de Sixx AM no he escuchado nada apenas. A ver si me pongo algo. Saludos.
Mola lo que cuentas y sobre todo cómo lo cuentas, aunque la banda en cuestión me resbale muchísimo. Solo he escuchado el Dr Feelgood y Girls de estos tipos, aunque hay bandas de los que no necesitas escuchar mucho más para saber que no están hechas para tu bocaza de burro jeje. No obstante, por alguna extraña razón que nadie de los que escribimos por aquí sabemos explicar muy bien, le voy a dar una escucha
Gracias. Para mi, el mejor de los Crüe es Shout at the devil. Dale esa escucha, a ver si te gusta algo de lo que te encuentras. Y si no, no te preocupes demasiado. Ya coincidiremos en otra ocasión jejeje. Saludos.
Eran cuatro drogadictos con buen management. Y buenas canciones, qué coño. Este disco me costó una barbaridad encontrarlo, no sé porqué no lo vendían o yo no era capaz de conseguirlo. De "importación" tuve que comprarlo. Cosas del pasado. A mí no me disgusta, aunque está por debajo de sus trabajos anteriores y posteriores. Salieron airosos; un buen par de singles para vender mucho y a otra cosa. Un abrazo.
Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco. ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia. Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas. En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo. Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero
Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por
A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue. Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono. Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda
Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular. Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura
🤘🏻
ResponderEliminarNo es mi estilo, pero me ha gustado mucho cómo has contado la historia del disco. Es sorprendente cómo en algunos casos (recordemos el “Rumours”) el abuso de alcohol y drogas da lugar a obras maestras y en otros (supongo que la mayoría) a discos más bien mediocres, por no decir malos. En cualquier caso, y aunque no sea nada mi estilo, voy a darle un repaso, porque no sé tendrá este blog que dan ganas de escuchar lo que aquí leemos. Y eso solo puede ser muy positivo. ¡Buen fin de semana!
ResponderEliminarGracias. Sí, no pinta mucho de tu estilo y ya te digo que no es el mejor disco para conocer a la banda, pero es lo que hicieron ese año. En efecto, me ocurre igual: tengo que escuchar el 99% de todos los vinilos de los que habláis, aunque no haya escuchado nada de la correspondiente banda en la vida. Por supuesto, hay un 1% que no puedo afrontar. Buen fin de semana igualmente.
EliminarYo los conocí con el siguiente, el Girls, pero en casa sólo tuvimos el Dr Feelgood, que sigue siendo mi preferido. Seguimos conectados en nuestras entradas a través de un músico, como el otro día Chris Hughes en Tears for Fears/Def Leppard: el guitarrista del Dirty Diana de Jacko, Steve Stevens, estuvo con Vince cuando se fue/echaron del grupo.
ResponderEliminarA mi me mola mucho lo que hizo luego Nikki con Sixx AM.
Gran entrada, como siempre. Historia muy interesante
Sí, un poco por los pelos, pero también aquí hay una conexión. También tengo el cedé de Stevens con Neil y me encanta, así como en su Atomic Playboys. En Dirty Diana no hace demasiado buen trabajo en mi opinión, con un solo poco inspirado y unos riffs que recuerdan al Beat it. Y de Sixx AM no he escuchado nada apenas. A ver si me pongo algo. Saludos.
EliminarMola lo que cuentas y sobre todo cómo lo cuentas, aunque la banda en cuestión me resbale muchísimo. Solo he escuchado el Dr Feelgood y Girls de estos tipos, aunque hay bandas de los que no necesitas escuchar mucho más para saber que no están hechas para tu bocaza de burro jeje. No obstante, por alguna extraña razón que nadie de los que escribimos por aquí sabemos explicar muy bien, le voy a dar una escucha
ResponderEliminarGracias. Para mi, el mejor de los Crüe es Shout at the devil. Dale esa escucha, a ver si te gusta algo de lo que te encuentras. Y si no, no te preocupes demasiado. Ya coincidiremos en otra ocasión jejeje. Saludos.
EliminarEran cuatro drogadictos con buen management. Y buenas canciones, qué coño. Este disco me costó una barbaridad encontrarlo, no sé porqué no lo vendían o yo no era capaz de conseguirlo. De "importación" tuve que comprarlo. Cosas del pasado. A mí no me disgusta, aunque está por debajo de sus trabajos anteriores y posteriores. Salieron airosos; un buen par de singles para vender mucho y a otra cosa. Un abrazo.
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