Hoy traigo al blog uno de los discos más importantes de la historia del hard’n’heavy de todos los tiempos, el inicio de la carrera en solitario de un mito, el gran John Michael Osbourne, conocido mundialmente como Ozzy. Y aunque las circunstancias que rodearon al artista en ese momento vital son harto conocidas y se puede encontrar por la red información en abundancia, (creo que) no está de más que haga un pequeño resumen muy condensado en esta entrada.
Estamos en 1970,
Black Sabbath han editado su
primer disco y el infame
manager Don Arden se ofrece para
llevar la carrera del grupo. Ozzy Osbourne, el cantante de la banda,
tiene 22 años y en las oficinas de
Arden conoce a la hija de este,
Sharon, de 18. Ellos aún no lo saben pero en unos años la joven se convertirá en
una figura imprescindible para el alocado vocalista.
El tiempo pasa y los
Sabbath continúan editando
discos, aumentando su fama, sus adicciones y sus problemas internos. Tras la
gira del Technical Ecstasy, Ozzy abandona la banda determinado
a emprender una carrera en solitario al frente de su grupo
Blizzard of Ozz junto al
guitarrista, el bajista y el batería de
Necromandus, una banda descubierta por
Tony Iommi años atrás que
finalmente no habían conseguido despegar. Pero la aventura no cuaja y Ozzy Osbourne regresa a Black Sabbath, quienes habían contratado incluso a un nuevo vocalista, obligando a sus
compañeros a tirar a la basura todo cuanto habían compuesto y a comenzar de
nuevo. Así las cosas, graban Never say die! y salen de gira para
promocionarlo pero cuando toca componer para un nuevo disco, la situación ya
es insostenible, con la banda en pleno abusando de la cocaína y el alcohol
pero con Ozzy borracho continuamente e incapaz de pasar ni un segundo
focalizado en la composición. Es cuanto necesita
Iommi para tomar una decisión
que hace tiempo que le ronda: Ozzy Osbourne es despedido.
Y con Black Sabbath comenzando una nueva vida con Ronnie James Dio como vocalista, Ozzy entra en una espiral autodestructiva de la que le salvará Sharon, enviada por su padre a Los Angeles para cuidar de su nuevo fichaje. Y es que –algo que nunca hizo con los Sabbath, con quienes sólo ejerció de manager– Don ha hecho firmar a Ozzy con su sello discográfico Jet Records. Lo que Arden no imagina es que Sharon acabará casándose con Ozzy, se convertirá en su manager y finalmente se lo acabará llevando de Jet a Epic. Pero eso será dos álbumes más tarde, tras diversos cambios de formación y una tragedia.
Ahora tenemos a Ozzy Osbourne, al bajista Bob Daisley y a
Randy Rhoads –joven y talentoso
guitarrista que venía de
Quiet Riot– componiendo lo que acabará siendo Blizzard of Ozz, título del
primer álbum bajo el nombre de Ozzy Osbourne. Como teclista de
estudio tienen a Don Airey y el
line up se completa cuando llega proveniente de
Uriah Heep el batería
Lee Kerslake. Hay que decir que en ese momento,
Sharon no se hablaba con su
padre –quien no dudaba en enviarle emisarios armados para amedrentarla– y
había fichado directamente a
Rhoads por lo que ni
Don Arden ni
Jet Records tenían poder alguno sobre él.
Y con el disco compuesto por completo, la banda se mete en los
Ridge Farm studios con el productor
Chris Tsangarides, que acaba siendo despedido por discrepancias con el grupo. Así, de la
producción –aunque sin acreditar– se ocupa el ingeniero de sonido
Max Norman, pese a que en la cubierta del disco se otorga esa función a los miembros
de la banda.
El álbum sale a la venta en otoño de 1980 en la Gran Bretaña y en la
primavera del año siguiente en los Estados Unidos –aunque mi versión es una
reedición española de 1987 ya con el grupo en Epic–, con portada del
gran Fin Costello y el siguiente
track list:
A
I don’t know
Crazy train
Goodbye to romance
Dee
Suicide solution
B
Mr. Crowley
No bone movies
Revelation (Mother Earth)
Steal away (the night)
Comienza el disco con la estupendísima
I don’t know, en la que destacan la guitarra maravillosa de
Rhoads, el bajo de Daisley y la
personalísima voz del mad man. Me encanta ese interludio antes del
solo, en el que –como a lo largo del disco–
Randy se sale. Y con ese
all aboard! loco gritado por Ozzy comienza la icónica
Crazy train, una alerta al peligro de una III Guerra Mundial con un solo alucinante.
Ambos temas son imprescindibles. Le sigue la delicada
Goodbye to romance, con una letra inequívoca
I say goodbye to romance, yeah, goodbye to friends escrita como
despedida a sus excompañeros de
Black Sabbath. Como todas las baladas de Ozzy es emocionante y su solo está
cargado de sentimiento. Luego,
Rhoads nos regala la
instrumental acústica Dee, dedicada a su madre y que a punto estuvo de no ser incluida en el álbum
–Don Arden decía que ese sonido
rompía con el del resto del álbum– si no es porque Ozzy se empeñó en
ello. Se trata de una joyita breve pero magistral. La primera cara finaliza
con otro tema icónico, la controvertida
Suicide solution que fue acusada
de abogar por el suicidio y que en realidad alertaba de los peligros del
abuso del alcohol. Su germen estaba en
Force of habit, un tema que Rhoads había
grabado con Quiet Riot y que
–con una capa subyacente de teclados a cargo de
Don Airey– tiene un desarrollo entre psicodélico y experimental. De hecho no tiene
solo. Por cierto, Ozzy siempre explicaba que la letra se inspiraba en
Bon Scott pero años después
Daisley aseguró que el tema
trataba directamente de Ozzy y sus adicciones al límite.
Y si hasta ahora os he hablado de temas que han alcanzado el estatus de míticos, qué decir de Mr. Crowley y su fantástico inicio compuesto por Don Airey, al que oficialmente nunca se le reconoció más que una participación como músico de sesión en este disco. Los solos de Rhoads en esta canción deberían constar en un recopilatorio de composiciones y ejecuciones musicales de la historia de la música de todos los tiempos. Le sigue No bone movies, sobre la adicción a la pornografía, un tema que después de lo escuchado hasta el momento, resulta un tanto simple y falto de sentimiento. Revelation (Mother Earth) es un temazo que se inicia de forma delicada, con una tonada bucólica y que conforme avanza en su desarrollo –la solicitud de perdón a la Madre Tierra por los daños causados por la humanidad que nos llevan al desastre– va adquiriendo fuerza y crudeza. Es también otro de los temas en los que existe una contribución importantísima de Airey –autor de la emotiva composición al piano antes del solo final– que en su momento se ignoró. Igualmente es otro tema con un magnífico solo de Rhoads. Y casi enganchada a la anterior –más que nada por el abrupto final de aquella– encontramos a la rápida y enérgica Steal away(the night), que concluye el disco y que queda un poco eclipsada tras la fantástica muestra de sentimiento que la precede.
Y hasta aquí. Quién iba a decirle a aquel joven cantante de Birmingham que
la joven recepcionista que atendía el teléfono en la oficina de
representación de su padre acabaría siendo la madre de varios de sus hijos y
llevaría su carrera con mano de hierro hasta que –él con 76 años y ella con
72– le organizaría este 2025 un concierto de despedida en el estadio
Villa Park de la ciudad que le vio nacer artísticamente. En fin,
sirva esta entrada como humilde homenaje y desde aquí mi agradecimiento a Ozzy Osbourne y sus músicos por haberme proporcionado tantos buenos momentos musicales a
lo largo de mi vida.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Qué joya. Parece mentira que después de tantos años aún nos queden vinilos como este por traer al blog. Daisley tuvo una relación tortuosa con la pareja Osbourne. Decía que Ozzy era incapaz de componer nada porque ni sabía ni quería. Y que él se encargó de todas las letras y melodías de este disco. Y los siguientes, incluso estando fuera de la banda. Crazy train es una de mis canciones fetiche. Más no puedo añadir. Un abrazo.
ResponderEliminarAún faltan muchos imprescindibles por aquí. Abrazo de vuelta y a disfrutar de Ozzy, que quizás no haya compuesto la mayoría de los temas en los que consta como coautor pero ha sabido rodearse de genios que le han regalado obras maestras para que imprima su toque y su característica voz. KING
EliminarEl mejor disco de Ozzy en mi opinión. No estoy de acuerdo en tu valoración de "Revelation (Mother Earth)". Sus riffs a lo Tony Iommi o la aceleración que sufre al final no están nada mal, pero el solo de ascendencia romántica y decimonónica de Don Airey (con sintetizadores de fondo) me parece ridículo, totalmente fuera de lugar. "No Bone Movies" y "Steal Away The Night", antes y después, me parecen mejores canciones de largo.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Ah, pues estupendo, para gustos ya sabes. Me ha gustado eso de ascendencia decimonónica. Gracias por leer y comentar. KING
EliminarBlizzard of Ozz is the debut solo album by Ozzy Osbourne after his departure from Black Sabbath. It's widely regarded as a landmark in heavy metal and features the legendary guitarist Randy Rhoads, whose neoclassical style helped redefine metal guitar playing.
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