A principios de los ochenta Bonnie Tyler era una artista joven con cierto éxito en las listas de ventas, especialmente por algunos de sus famosos singles; un caramelo para cualquier discográfica. La CBS decidió apostar por ella con un gran contrato y mucho dinero. Dejó su primer álbum para la compañía en manos de Jim Steinman, por entonces un chico de oro gracias a sus megaéxitos con Meatloaf. Steinman compuso y produjo la canción más vendida de nuestra protagonista: Total eclipse of the heart. El álbum que la incluyó, Faster than the speed of light (1983), también llegó al número uno. Consagrada artista multiventas, Bonnie Tyler despachó temas en bandas sonoras (Holding out for the hero, en Footlose, 1984) y colaboraciones (Islands, con Mike Oldfield, 1987). El disco siguiente, Secret dreams and forbidden fire, de 1986, contó con la producción ejecutiva y la composición de Steinmann y el añadido de otros individuos: Roy Bittan Bryan Adams y un tal Desmond Child.
Bonnie y “la compañía” acabaron cansados de los largos periodos de producción y el perfeccionismo de Steinman y olieron que el mercado estaba cambiando. Decidieron buscar un nuevo productor y abrazar los sonidos hard-pop de la segunda mitad de los ochenta. Es el negocio, amiguetes. Así, escogieron a uno de los songwriters de moda para hacerse cargo de la producción: Desmond Child.
Desmond tiene una dilatada carrera como músico, compositor y productor musical que se alarga más de treinta años. La historia comienza en Nueva York durante el año 1979, justo cuando Desmond Child & Rouge firman un contrato con Capitol Records y se meten en el estudio a grabar su primer álbum. Entre sesión y sesión, Desmond y su banda tocaban ocasionalmente en el mítico Studio 54 (discoteca de moda entonces) y allí conoce a Paul Stanley (KISS), quien andaba flipado con los sonidos disco. Juntos, entre copa y copa, compusieron un tema para Diana Ross, que también andaba por allí. El asunto no le encajó a la cantante y Paul decidió quedárselo para su grupo, uno los singles más vendidos de la KISStoria: I was made for loving you.
Tras unos años de vagar de un proyecto a otro se reencontró con Paul Stanley, compusieron juntos tres temas para el álbum Animalize (1984) y la cosa funcionó. Paul y Desmond se convirtieron en colegas inseparables, componían juntos habitualmente y todos los álbumes de KISS en aquellos años llevaban un par de temas suyos. Casualmente, Jon Bon Jovi andaba buscando un compositor con el que escribir canciones, digamos, más agradables para el público y se fijó en Heaven’s on fire. El gran John Kalodner puso en contacto a Stanley y Jon, pero la cosa no cuajó. Sin embargo, el buenazo de Paul le pasó el teléfono de Child. El éxito cosechado por los singles de Slippery when wet (1986) colocó a nuestro protagonista en la cresta de la ola y su teléfono no paraba de sonar. De la mano de Kalodner y Bruce Fairbairn aterrizó en la familia Aerosmith: Dude (looks like a lady), Angel, What it takes, Crazy y otro sin fin de canciones. ¡Hasta musicazos como Steve Vai o Dream Theater se arrimaron a su ascua!
Como el negocio de la música rock estaba en alza, se metió a productor y productor ejecutivo. De nuevo, de la mano de Sambora llegó a Cher y metió mano componiendo y produciendo a su disco de 1987 Cher. Ahí encadenó una serie de encargos variopintos con mayor o menor fortuna, en los que patentó una forma de sonoridad muy suya: Jimmy Barnes (Freight that train, 1987), Joan Jett (Up for alley, 1988), Alice Cooper (Trash, 1988), Robin Beck (Trouble or nothing, 1989) o Kane Roberts (Saint & sinners, 1991). Y, por supuesto, este Hide your heart.
Grabaron en los Bearsville Studios de Nueva York con tomas adicionales en The Hit Factory y los Richt Track Recording, de la misma ciudad contando con diversos músicos de estudio para la ocasión.
Notes from America abre el álbum como un falso directo. Una canción de arreglos delicados compuesta para el lucimiento de Bonnie que cumple con creces. Tras una breve intro, el tema va creciendo a modo de himno de carretera “I’m the only woman/in this rock and roll band”. Dio título a la versión estadounidense del disco y salió como cuarto single. Una curiosidad: incluye un coro de cincuenta voluntarios reclutados en la calle, delante del estudio. Nos metemos en el hard rock con Hide your heart, compuesta por Paul Stanley y Holly Knight junto a Desmond. En poco más de un año se grabaron, con esta, cuatro versiones: Kiss para su Hot in the shade, Ace Frehley para su Trouble walkin’ y Robbin Beck en Trouble or nothing (también producido por Child). Sin perder el fondo roquero, esta resulta más edulcorada, con mayor protagonismo de la voz principal y los coros. Se grabó un vídeo en blanco y negro con una actuación de banda en escenario, muy de la época. Diane Warren y Albert Hammond componen Don’t turn around, baladón ochentero de estribillo melódico rabioso y despechado. Tina Turner lo había grabado tres años antes en Typical Male y al comienzo de la siguiente década Ace of Base le dieron una vuelta para posicionarlo en las listas de ventas. Bonnie canta con mucha entrega, haciendo totalmente suyo el corte. Child y Warren pergeñan otra melosa tonada de título Save up all your tears con un estribillo que recuerda bárbaramente al Every breath you take de The Police. Otra golosina para cantaoras que recuperaron Robin Beck y Cher años después con dispar éxito. La versión de Tyler se convirtió en el tercer single para el que se grabó un entretenido videoclip. Cierra la cara A otra canción de amor, una versión de los Bee Gees nada menos. To love someboy se editó en 1967 y la interpretaron después artistas tan variopintos como Tom Jones, Roberta Flack o Nina Simone. Los arreglos que aquí le meten modernizan el corte, le dan un toque roquero, sin exceso, épico por momentos, y permite a Bonnie acercarse a su registro juvenil.
La cara B se abre con Michael Bolton, quien prestó su capacidad compositiva para Take another look at your heart. Sin salirse de los cánones del álbum, lo lleva a un rollo soul. Cuenta con un fantástico estribillo made in el corazón blandito de una cama de plumas ochentera a tope. Uno de los temas estrella suena a continuación; no en vano, recayó en The best ser el primer single. Si antes era “la Turner” la que prestaba un temita a “la Tyler”, esta le devuelve el regalo. La diva lo recogió un año después y lo convirtió en una de sus rolas más famosas. La interpretación de Tyler es dignísima, en su estilo, o el del productor, y le saca mucho jugo. Claro, la Turner es mucha Turner. Shy with you nos acerca al techno rock (o pop, qué más da) con un sinte marcando el tempo y un arreglo de piano a tope de reverb, aunque lo cierto es que remonta en el estribillo “shy with you cause you are the one I really one”. Streets of Little Italy, sin embargo, vuelve a la balada de época, con un suave piano. La estructura y la letra están algo más trabajadas, un recuerdo de aquellos amaneceres tumbados en la cama de Nueva York. De verdad, un crescendo que engancha, buena orquestación y final épico de candiles al viento. Cierra una curiosa versión de Janis Joplin, corte que, como en la cara anterior la de Bee Gees, se sale del gramaje general del álbum. Dice la criticopedia que Bonnie estuvo con el guitarrista John McCurry calentando la voz con ginebra hasta altas horas de la noche antes de registrar la versión que escuchamos en el disco. Turtle blues recoge ese rollo tabernario, incluso en esa especie de directo, con resultados fantásticos. No solo Bonnie se entrega y nos regala la rasgadura de su garganta, es que McCurry toca de miedo. La Joplin le daría un aplauso y le pasaría el cigarrillo fijo.
No tuvo el disco el éxito de ventas esperado. Sin embargo, le permitió a Bonnie Tyler encabezar su propia gira por Europa, Estados Unidos e, incluso, la Unión Soviética. Casi nada.
La versión que comparto la compré hace bien poquito y de casualidad. Nunca ha sido Bonnie Tyler de mis escuchas predilectas, pero una obra parida por toda esta pléyade de eiguties’ hitmakers interpretada por una de las voces más significativas de la música popular no se me podía escapar. Encarte con sus letras, muy mono él. El diseño general corre a cargo de Bill Smith y las fotografías son de John Swanell. La Tyler de cuero riguroso me pone mucho.
Disfrutad del fin de semana, gochone/as.
Qué recuerdos. A mi madre le encantaba la voz rota de Bonnie y desde pequeño se oía en cinta por casa su época setentera, sobre todo su hit It’s a heartache. Aún puedo recordarla canturrear el estribillo (itsa jareic) sin saber ni lo que estaba diciendo, pobre jajaja Al final aborrecí bastante a Bonnie. Más tarde, en su época con Steinman me pareció siempre una especie de Meat Loaf femenino, pero eso era culpa del sello de Jim, no de ella. Ha sido una cantante a la que he escuchado cuando sacaba sus singles pero a la que nunca he prestado demasiada atención. Claro que con los años me he reconciliado con ciertos sonidos. Este disco es estupendo en ese estilo y sonido tan de la época y supone una especie de hard pop con teclados y coros de muy fácil digestión aunque se me antoja algo desfasado ya. Evidentemente, Tina Turner fagocitó The best al año siguiente y se la hizo suya para la eternidad. La versión de los Bee Gees está bien, pero donde encaja como un guante la voz rasgada de la Tyler es en la de Janis Joplin aunque quien destaca de verdad es McCurry. Y lo de Hide your heart es de traca, aunque me quedo con la de KISS o el propio Frehley (con doblete de John Regan al bajo, por cierto, fallecido este año). En fin –en mi caso–, álbum para usar, disfrutar y guardar en la funda otro largo tiempo. Feliz semana. KING
ResponderEliminarEn esto último coincidimos: suena puntualmente a lo largo del año, sin más. Me apetecía darle un homenaje a este tipo de sonidos "tan míos" y traer a Desmond Child también. En lo esencial, estamos de acuerdo pues. Poco más que añadir, señoría. Un abrazo.
EliminarPara mi Bonnie Tyler es la que cantaba "Islands" de Mike Oldfield. Escuché tanto esta canción en su época que tengo su voz registrada en mi cerebro de una manera sorprendentemente detallada. Pero es que, como bien dices, es una de las voces mas reconocibles de la música popular, y creo que encaja a la perfección con estos sonidos hard pop (me ha gustado este término). Me parece un disco muy disfrutable, sobre todo por la voz. Me parece una cantante espectacular. Y muy interesante también la historia de Desmond Child. Saludos.
ResponderEliminarPues me alegra que te haya gustado el post. Child se merece un rinconcito en este blog. Y Tyler es una excelente cantante, versátil, que se adapta a muchos estilos distintos. Un saludazo.
EliminarA mi más que un especial del Desmond, me llamaría más uno de Warren, porque siempre nos centramos en ellos (Child, Hammond...) que en ella, cuando es el nexo común.
ResponderEliminarEn fin curioso el círculo cuasi perfecto entre la Tyler y la Turner y la Cher y Warren y Desmon y Hammond y....
Comi disco, me parece más disfrutón que el ayer traje yo hace poco de la Turner aunque menos que el Heart of Stone de Cher que también traje.
Muy buena entrada, muy currada en general.
Pd: antes de Ace of base, un tal Aswad llevó al número uno en UK el Don't turn around
Buen finde.
Ya te estaba esperando, que tú eres experto #FFvinilo en divas. Gracias por el piropo. La verdad es que disfruté preparando este post. Me mola toda esta pléyade de compositores y cantantes mezclándose. Un abrazo, Dani.
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