Ir al contenido principal

The Empty Hearts - "The Second Album" (2020)

 

Crítica: The Empty Hearts - "The Second Album"

 ...un conglomerado de pop de melodías perfiladas y armonías vocales, efervescentes anabolizantes de power-pop incisivo y eufórico...


Por Jorge García.


Si planteamos una ecuación musical en la que los términos incluyesen a miembros de Blondie (Clem Burke, batería), The Romantics (Wally Palmar, voz-armónica), The Chesterfield Kings (Andy Babiuk, bajo) y The Cars (Elliot Easton, guitarra), la resolución de la incógnita posiblemente fuese un conglomerado de pop de melodías perfiladas y armonías vocales, efervescentes anabolizantes de power-pop incisivo y eufórico, esencias sesenteras, setenteras y ochenteras, fibrosos riffs y punteos guitarreros e incluso incendiarias líneas de armónica; en resumen, un festín de sonidos energizantes, optimistas, vibrantes y sumamente apetecibles.

Se comprueba una vez más que las matemáticas son una ciencia exacta que no sucumbe a los caprichosos vaivenes del azar, ya que estos efluvios sonoros son precisamente los que se escapan de los surcos del segundo disco de The Empty Hearts, banda formada por los mencionados artistas, y que lleva por título "The second album".

Para este segundo disco se asocian con el sello de Steve Van ZandtWicked Cool Records y cuentan nuevamente con la producción de Ed Stasium, mítico productor de Ramones, Talking Heads o The Smithereens. A lo largo del pasado y fatídico año 2020 presentaron varios singles promocionales, el primero de los cuales fue curiosamente la cara B del primer single "Coat tailer", un tema que no aparece en el tracklist definitivo del álbum, que suena a Byrds y a gloria; y que se titula "Run and hide from you".


Pero el disco no da respiro al oyente, y dentro de su eclecticismo podremos encontrar piezas de voluptuosas armonías vocales como "Remember days like these", con Ringo Starr en la batería; piezas ochenteras de expansiva sonoridad en vientos como "Well, Look at you" de impagable estribillo o encendidos temas power pop con aspecto de boogie como la estupenda "Shit happens".

Momentos más rockeros como "The best that I can", con profusión de guitarras y la incorruptible armónica de Wally Palmar, que también retumba en "If I could change your mind".

Baladas en la tradición Beatle como "The world as we know it" que contrastan con musculados temas de guitarras y tensión hard-rockera (de nuevo con la armónica de Palmar), como "Insomnia" o hieráticos y explosivos trallazos power-poperos como en el caso de otro de los singles titulado "World's going insane". Todos ellos se postulan como instantes célebres de "The second album".



También destaca el precioso colofón de corte acústico titulado "Dusk to night" o la que tal vez sea mi canción preferida del lote, la extraordinaria "Jonathan Harkers journal", con protagonismo de la armónica de nuevo y una atmósfera que me recuerda a los mejores The Cars.

"The second album" apareció de puntillas y no muchos repararon en él. En mi caso debo decir que tras alguna escucha en la que no me esforcé demasiado en profundizar, el propio cancionero fue ganándome sin aparente esfuerzo, simplemente mostrándose de manera natural tal cual es. Entiendo que a veces necesitamos discos cuya voluntad sea sonar bien y hacernos la vida más armoniosa e incluso fresca, les aseguro que éste lo consigue plenamente.

Comentarios

  1. Anónimo6/5/23 14:05

    Pues sí, como dices, esto es power-pop de calidad. Remember days like these –y algunos otros momentos del álbum– me recuerda a los Traveling Wilburys, aunque melodías a lo The Cars sobrevuelan todo el disco. Easton está estupendo a la guitarra y The Cars siempre me gustaron. De la influencia del resto de músicos no puedo opinar ya que a The Romantics y a los Chesterfield Kings no los conocía de nada y en Blondie no he profundizado más allá de los habituales hits. En definitiva, entretenido, alegre, disfrutable, fresco... no me lo esperaba en absoluto cuando vi la entrada y pensé “vaya ladrillo me va a tocar escuchar”. Cosas de la ignorancia. Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la portada es horrible, para matarlos. Suenan a The Cars, y es la influencia más evidente, también a los Wilburys, cierto. El resto de bandas van en esa onda aunque cada miembro actúa más como músico que como integrante de melodías o estilos. Un buen disco de Power-Pop, de calidad y con buenos músicos. Se pasa bien con ellos.
      Gracias, saludos.

      Eliminar
  2. Curioso el vídeo de Ride and hide from you: parecen señores mayores intentando pasar por jovenzuelos. Se nota la experiencia y el bagaje que tienen. No soy seguidor ni escucho habitualmente a ninguno de sus grupos "madre". Pero debo reconocer que los dos temas que aquí compartes me han gustado, sobre todo las guitarras, así que voy a darle un play al disco enseguida. Te apoyo en eso de "el propio cancionero fue ganándome sin aparente esfuerzo, simplemente mostrándose de manera natural tal cual es", pues a veces los discos, tercos ellos, se quedan insistentes en el reproductor hasta que les hacemos el caso que se merecen. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, es un disco que parece poca cosa, pero a veces no hace falta ser demasiado elaborado para dejar poso y buenas canciones. Las guitarras suenan muy bien y The Cars están presentes todo el disco, es el grupo que más me gusta de todos los que conforman la banda.
      Saludos.

      Eliminar
  3. La primera escucha ha dicho como poner música que ya conocía. Se ha hecho fácil. Pero intuyo que hay que darle más oportunidades de que suene porque hay muchos matices que apreciar. Por tanto, pasa a la lista de reproducción con mucho gusto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El disco no inventa nada ni lo pretende. Es un ramillete de canciones de power-pop muy bien ejecutadas y dentro de los cánones habituales del género, pero se disfruta.
      Gracias.
      Saludos.

      Eliminar
  4. Manual de power-pop en toda regla. Reconozco que la canción que mas me ha gustado es la que no aparece en el disco ("Run and hide from you"). Allí donde haya melodías certeras, armonías vocales, y arpegios cristalinos con guitarras Rickenbaker de 12 cuerdas, ya me han ganado. Pero es verdad que el disco es variado, de los Byrds al power-pop más guitarrero. Ya está en la lista de reproducción. Gran descubrimiento. En realidad, cuando has nombrado a los "Cherterfield Kings" y "The Romantics", ya sabía que el experimento no podía salir mal. Muy buena la reseña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente es lo que has descrito, armonías, arpegios, Rickenbakers... muy Byrds sin duda. Bandas de power-pop de manual cuyos miembros saben a la perfección lo que hacen.
      Celebro que lo disfrutes.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Power Trip - Nightmare Logic (2017)

  El disco de esta semana es uno de mis favoritos de los últimos años. No es un género que actualmente escuche demasiado pero sí que me gusta reescuchar los mejores trabajos que se han sacado en el mismo. Es por ello por lo que desde hace tiempo estaba pendiente de incorporar a mi colección. Power Trip no se anda con rodeos. Nightmare Logic es una descarga de thrash moderno con actitud hardcore, que toma las raíces del género y las machaca con rabia y contundencia. Ocho temas, poco más de media hora, y ni un momento de tregua.                                                   La fórmula es simple, pero funciona como un mazo: riffs afilados, ritmos implacables y una producción que potencia el golpe sin necesidad de embellecerlo. "Executioner's Tax (Swing of the Axe)" se ha convertido en un himno por méritos propios: groove pegajoso, mensaje directo y una ej...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Magnum - The eleventh hour (Jet Records, 1983)

Todas las bandas alcanzan en algún momento un “punto final”: si sobreviven a esa crisis el futuro del grupo está asegurado; de lo contrario, ¡adiós, amigos! En el caso de Magnum , este es el álbum que cambió la historia de la banda, el que pudo haber sido el final y se convirtió en la puerta al futuro.   Porque, cuando los muchachos estuvieron listos para grabar el que sería su cuarto disco de estudio, se encontraron con un “pequeño” contratiempo: la compañía (Jet Records) se negó a poner dinero para un productor o un estudio decente. Y, eso, teniendo en cuenta que su anterior Chase the dragon había alcanzado un decente puesto 17 en las listas de ventas británicas. Tony Clarkin se vio en la obligación de encargarse de la parte técnica por primera vez (en el futuro lo haría numerosas veces) y en unos estudios que, según sus palabras, “tenían un nivel tecnológico de 1930”. Bob Catley hizo de ayudante de producción y Dave Garland de ingeniero. "¡Vamos a hacer una tortilla de pat...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.