El origen de este álbum de debut de House of Lords –banda que hoy en día aún existe, aunque de la formación original ya sólo queda el vocalista– se encuentra en Giuffria, el grupo que el teclista Gregg Giuffria fundó junto al cantante David Glen Eisley cuando se disolvió Angel, de quienes ya os hablé aquí. Tras grabar un estupendo álbum homónimo con Chuck Wright al bajo, Craig Goldy a las guitarras y Alan Krigger a la batería, MCA se mostró decepcionada por el escaso éxito comercial de su segundo trabajo –un también fantástico Silk & Steel–, en parte por culpa de la escasa promoción que le habían brindado ellos mismos. Sea como sea, un tercer disco con Lanny Cordola en las guitarras y Ken Mary en la batería se quedó en los cajones de la compañía, que les echó del sello. Por aquella época, el inquieto Gene Simmons –amigo de Gregg que de hecho había propiciado la entrada de Angel en Casablanca records en el pasado– estaba decidido a iniciar una carrera empresarial en el mundo de la música en paralelo (o al margen, si atendemos a los reproches que Paul Stanley le dedica en su autobiografía) a KISS.
La versión que durante tres décadas ha trascendido mayoritariamente de lo
que ahora os contaré es que Simmons fichó a Gregg y sus compañeros pero con
la condición –además del obvio cambio de nombre– de que David Glen Eisley no
estuviese en la formación. Como sabéis, amo a KISS porque son parte
indispensable de la banda sonora de mi vida, pero lo cierto es que Mr.
Scrooge –también conocido como Gene Simmons– es un tipo bastante oscuro, por
lo que la historia es perfectamente creíble. Sin embargo, no sé si por una
cuestión de orgullo o simplemente porque es lo cierto, Eisley ha afirmado en
diversas ocasiones que cuando MCA se negó a editar su tercer álbum, Gregg
Giuffria y él decidieron disolver el grupo y separar sus carreras. Según el
vocalista, lo siguiente que supo de su compañero es que estaba metido en un
proyecto que tenía a James Christian como vocalista para Simmons records
mientras el bajista de KISS se jactaba de haberle despedido. De esta forma,
Eisley sostiene que él nunca estuvo involucrado en la banda por lo que no
pudo ser despedido. Por contra, en la web oficial del grupo se sigue
considerando a David Glen Eisley como vocalista entre la disolución de
Giuffria y la grabación del primer álbum de House of Lords. En fin,
anécdotas para pasar el rato.
Pero lo que nos ocupa hoy es comentar el disco que con el line up antes explicado se grabó entre los Ocean Way recording studios y los O’Henry sound studios bajo la batuta de Andy Johns y el propio Gregg Giuffria. El track list fue el que sigue:
A
Pleasure palace
I wanna be loved
Edge of your life
Looking for strange
Love don’t lie
B
Slip of the tongue
Hearts of the world
Under blue skies
Call my name
Jealous heart
El disco comienza de manera perfecta con Pleasure palace, uno de los temas
grabados para el tercer álbum de Giuffria que, al parecer se iba a titular
como la canción y que tiene una estupenda intro de teclados. Del tema, que
suena genial con Christian a las voces –que Eisley me encanta pero James
también tenía un chorro de voz, las cosas como son– me llama la atención una
parte justo cuando canta eso de “I see your eyes, they call my name, You
touch my skin, I feel no pain” que siempre me ha recordado a Robert Plant.
Le sigue I wanna be loved, otro temazo de hard melódico con un estupendo
trabajo de Lanny Cordola a las guitarras. Y Edge of your life sigue la misma
tónica, aunque aquí el resultado es más melódico que hard, ya me entendéis,
aunque cuando Cordola se arranca, lo borda. Con Looking for strange dan un
giro súbito, rapidito y cañero que precede al pelotazo Love don’t lie, un
tema de Stan Bush grabado para su Stan Bush & Barrage del 87 y que es el
baladón del disco.
Slip of the tongue, también de las sesiones del Giuffria III, inicia con energía la cara B antes de la épica Hearts of the world, que es una estupenda reinterpretación de Stand up –otro tema del álbum inédito de Giuffria– y mi preferida del disco por ese riff con el que se abre el tema que va repitiéndose a lo largo de la canción. La siguiente es Under blue skies un hard melodico que no me llama demasiado la atencion, no sé si por ubicarse detrás de la anterior que ya os he dicho que me parece inmensa. La cosa se arregla con Call my name, otro temazo de hard melódico y la fantástica Jealous heart –nuevamente del Giuffria III– que comienza con una intro instrumental acústica de Cordola como preámbulo y que es otra de mis canciones preferidas, también coescrita por Eisley y todo un temazo con el que se cierra este fantástico elepé que es todo un hito del hard melódico de finales de los 80.
Como bonus os incluyo la demo del que tenía que haber sido el estupendo
tercer álbum de Giuffria para que podáis disfrutarlo y comprobar la joya de
la que nos privaron los gerifaltes de MCA. Sabed que ambos elepés pueden
coexistir en vuestro corazoncito y amarse por igual.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Qué quieres que te diga. Un imprescindible del género, como se suele decir. Esta vez el jefe Simmons eligió un buen productor y dejó a los músicos hacer su música, y eso dio el, quizá, mejor disco de su sello. En cualquier caso, un placer tener este álbum por aquí, que ya iba siendo hora. Suele ser un olvidado de esas listas de "lo mejor de" injustamente. Calidad y cantidad a raudales. Un abrazo.
ResponderEliminarVeo que, en tu caso, he dado en el clavo. Respecto al resto de lectores y colaboradores, a tenor de la falta de comentarios, dudo si conocían la banda y a los imprescindibles Giuffria. Saludos y feliz semana.
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