Hace un par de semanas trajo el compañero King el tercer álbum de Journey (Next) y comentaba que no había ninguno de la banda. Me sorprendió, por un lado, y me hizo reflexionar, por otro: más de mil trescientos vinilos y aún hay grupos o solistas famosos de los que no hemos subido nada. Y al buscar qué subir hoy he recordado que yo tengo algún vinilo de la época multiventas de Journey, me he venido arriba y aquí lo comparto con vosotros y vosotras. Más aún porque tiene una característica encantadora, a mi parecer. Es el disco español de Journey; esa costumbre que había de traducir el título de las canciones, los textos y, a veces, hasta los créditos y los títulos. En este vinilo escuchamos las canciones Majestuoso, el single Amando, tocando, apretando o Chica de suerte. Cosas de la época, pero reconozco mi afición por adquirir estas ediciones si caen a buen precio.
El caso es que Journey viajó en cohete desde aquel Next hasta este quinto álbum Evolution: consiguió su mayor éxito hasta el momento despachando tres millones de copias en Estados Unidos y poniendo su primer single en el top 20. Pero este viaje no salió gratis. En este tránsito ayudó, además del dinero de la multinacional, el fichaje definitorio de Steve Perry a la voz y de Roy Thomas Baker a la producción. El álbum intermedio, Infinity, con toneladas de overdubs y efectos, puso el primer ladrillo de su palacio de oro, y para este disco intentaron repetir experiencia. Según el propio Perry, Baker se pasó la mitad del tiempo "dando paseos en su Rolls o de compras" y fue el ingeniero Geoffery Workman, junto con la propia banda, quien se encargó del trabajo sucio. No debía ir desencaminado, pues el señor Workman se quedó de productor para el siguiente Departure. De hecho, en el álbum hay una nota que dice "nadie es tan responsable del sonido de esta grabación como nuestro primer ingeniero Geoffery Workman". Perdieron en el camino al batería Aynsley Dunbar, cansado de la rutinaria puesta en escena de la banda: "crees que el éxito financiero lo es todo, pero no lo es. Ellos querían tocar todo nota por nota exactamente como en el disco. Me aburrí una mierda. Tuve que salir de ahí. Fue la mejor decisión que pude tomar".
Ficharon al batería Steve Smith (venía de tocar con Montrose) y se metieron a los estudios Cherokee de Los Angeles, con Steve Perry a la voz, Gregg Rolie a los teclados, Neal Schon a las guitarras y los sintetizadores y Ross Valory al bajo. Y parieron su primer superventas. Diez canciones y una intro.
Too late comienza con ese power pop sobreproducido y lleno de matices que escuchamos a lo largo de la discografía de la banda, entre balada y rock rompedor. Una letra sencilla y un excelente solo de guitarra. El single Lovin, touchin, squeezin pone el punto álgido del vinilo, muy pegajoso, con un piano que va marcando la pauta junto al ritmo de batería y bajo, una especie de AOR blues. Perry la compuso en solitario y se luce, la verdad. El mismo Perry y Rolie comparten composición en City of the angels, con un inicio fantástico a capella, un guitarraso de Schon y un meloso desarrollo. Otra cosa no, pero estribillos malos tampoco vas a encontrar. Schon pone su sello en When you're alone (it ain't easy) con un riff fácil de recordar y tararear y un breve pero intenso solo, una de mis favoritas. La cara A se cierra con una balada de cierto tufillo sixties titulada Sweet and simple. Buena evolución de los acordes y bien arreglada, pero nada intensa hasta el espectacular estribillo y ese rollo gospel.
En la contraportada avisa el grupo que "un nuevo ciclo comienza" y piden "llévate nuestros discos a tu casa y escúchalos, escríbenos y ven a vernos cuando actuemos en tu ciudad". Además, recuerdan que "aquellos de vosotros que aspiren a ser algo en la música, deberían saber que CBS continúa sola en el campo del desrrollo de nuevos aritstas, y buscando savia joven". Por si te interesa.
La fotografías de Randy Bachman no pueden ser más simples. Eso sí, el bigotazo de Neal Schon y la cara de "melafo" de Steve Perry no tienen precio. El diseño lo realizó Jim Weleh.
Pasad buen fin de semana.
Pues me pongo con él. Me encanta que hayas recogido el testigo. A ver si alguien más se anima. Feliz finde.
ResponderEliminarEs obligado recoger esos testigos siempre que se puede. No habiendo vinilo no habría sido posible. Journey son una banda obligada para los amantes del hard rock melódico, sin estar en mi top. Consiguieron comerse el melón del mercado que otros grupos que andaban ronroneando por allí, como Toto, REO y compañía, estaban abriendo. No su mejor, pero muy apetecible. Un abrazo de nuevo.
EliminarYo le he acabado cogiendo mucho gusto a eso de las ediciones españolas con todo traducido, por la idiosincrasia de la gente de la época y esa forma de ser tan natural reflejada en las revistas y ediciones de este tipo, el mundo del siglo XX
ResponderEliminarEs una curiosidad muy de época, desde luego, y aunque algo cutre tienen su encanto. Un saludo.
EliminarLady Luck es posible que ma versión original sea la de Ted Nugent del '74
ResponderEliminarUna cerveza en alto por esas ediciones españolas donde se traduce absolutamente todo, y no siempre de la mejor manera. Yo tengo varias copias de esas, está claro que para muchos serán auténticos destrozos pero a mí también me han llamado siempre la atención. Cuando acabe con el disco de las Runaways me pongo con este, a ver si consigo que me entre un pcoo. Abrazos!!
ResponderEliminarSoy un puto seguidor del mainstream: lo siento por el disco que subió el King, pero este con Perry me gusta mucho más. Asin es, me rindo a los superventas, jeje.
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