Ir al contenido principal

Fleetwood Mac – “Boston” Volumen I, II y III (Madfish, 2013-2014)

Qué ganas tenía de tenerlo. Este concierto es una auténtica pasada, una maravilla. Puro blues, del que a mí me gusta, los Fleetwood Mac de los primeros años y encima, en edición de lujo. Tres vinilos dobles, de 180 gramos, y portadas de gran calidad, una maravilla, para la vista y el oído, y para mí, que soy tan fetichista de los discos “bonitos”, se me hace la boca agua con estos que están en mi poder desde hace solo unos pocos días.

La edición es del año 2013, el primer volumen y de 2014 los otros dos. Existe una edición en CD con más fotos e información que seguramente acabe en mis manos también. Pero vamos al lío, a analizar esta maravilla de vinilo que tengo entre las manos.





El concierto


Se trata de la grabación en directo de una serie de conciertos que dieron Peter Green y sus chicos los días 5, 6 y 7 de febrero de 1970 en el Boston Tea Party, cuando Peter estaba a punto de abandonarles (lo hizo al mes siguiente de dar estos conciertos, en marzo de 1970) como conté en la entrada sobre “Then Play On. Los carteles del concierto son maravillosos, no pueden gustarme más, y vienen reproducidos en la carpeta interior de los álbumes, es psicodelia de aquellos años en estado puro.


Una de las versiones del cartel del concierto

Otra versión del cartel del concierto

Fleetwood Mac nunca volvería a ser igual después de Boston. La magia blues se fue desvaneciendo, con la marcha de Peter, la de Jeremy Spencer al año siguiente y la de Danny Kirwan, que aguantó en el grupo apenas un par de años.

Las grabaciones de aquellos conciertos se quedaron guardadas muchos años, y hasta mediados de los 80 los Mac no se decidieron a hacer nada con ellas. Lanzaron varios recopilatorios, pero la calidad de sonido no era buena. Después, a finales de los 90 encontraron las cintas originales de ocho pistas, además de otras inéditas, y pudieron volver a mezclar, remasterizar y revisar el material y lanzarlo en un formato de lujo, tanto en CD como en estos vinilos. Posiblemente sea uno de los mejores directos de aquellos años mágicos de Fleetwood Mac. 

La portada


Los tres discos forman la imagen del cartel de otro concierto de Fleetwood Mac de enero de ese mismo año. Es un dibujo del baterista Mick Fleetwood (lo que le gusta salir a este hombre en una portada) como si fuera un muñeco de trapo, del artista alemán Gunther Kieser, con el nombre del grupo en el chaleco que lleva puesto.


El cartel del concierto en Alemania en enero de 1970


Las portadas formando el dibujo del cartel 


Contraportadas


Interior Volumen I 


Interior Volumen II


Interior Volumen III


Los magníficos vinilos de 180 g. 

Las canciones


El “Volumen I” comienza con su gran éxito “Black Magic Woman”, una interpretación que pone los pelos como escarpias, el trío de guitarristas se luce a base de bien. En septiembre de 1970 Carlos Santana hizo su versión del tema y la incluyó en su disco “Abraxas” (pedazo de disco) y se hizo tan popular que mucha gente piensa que es suya, y no de los Mac. A mí me encantan las dos, pero ya sabéis que esta gente son mi debilidad y ‘Greeny’ nos cuenta la historia de la misteriosa mujer negra tan bien que no puedo menos que amar la versión original y adorarla hasta el final de los tiempos.

Aquí los tenéis en acción:



Le sigue “Jumping at Shadows”, una versión de la canción más conocida de Duster Bennet. “Like It This Way” y “Only You” muestran la influencia que tuvo en la banda Danny Kirwan, a pesar de su juventud.
Rattlesnake Shake”, y “The Green Manalishi” en este disco muestran a Green y a Kirwan en estado de gracia total. Ya conté en la entrada sobre el disco “Then Play On” que tenían muchísima química en el escenario y se ve a simple vista en cualquier actuación de la época, aquí la podemos sentir y dejar que nos erice la piel, ambos guitarristas se dejan la suya en las cuerdas de sus guitarras, algo que se nota y llega al alma. Jeremy Spencer vuelve a tomar protagonismo con dos temas de Elmore James, “I Can’t Hold Out” y “Got To Move”.


La química entre Green y Kirwan


The Green Manalishi 

El “Volumen II” comienza con la presentación del grupo la segunda noche de los tres conciertos, el del 6 de febrero de 1970, y da paso a a “World in Harmony”, la cara B del single “The Green Manalishi”. Le siguen dos cañonazos, mi adorada “Oh Well”, en una interpretación de las de aplaudir hasta dejarse las manos en carne viva y una versión larga de “Rattlesnake Shake”. Después Jeremy Spencer vuelve a la carga, de nuevo, con dos versiones de Elmore James, su ídolo, “Stranger Blues” y Red Hot Mama”. El segundo volumen termina con una grata sorpresa, una ‘jam’ mano a mano entre los Mac, Joe Walsh, dos miembros de James Gang y… Eric Clapton. Una locura no apta para cardiacos.


Pasote de versión de "Oh Well"


"Great Balls of Fire". Jeremy Spencer liándola y haciendo de las suyas. 


¿Ya se ha acabado? De eso nada. El “Volumen III” tiene joyas como “Sandy Mary”, una de las canciones que Peter le dedicó a su novia de aquella época, Sandra Elsdon, o “Loving Kind”.

También hay versiones maravillosas, como “Great Balls of Fire”, de Jerry Lee Lewis y “Tutti Frutti”, del recientemente fallecido Little Richard. ¿Os creíais que los Mac solo sabían tocar blues? De eso nada, también le daban, y muy bien, al rock’n’roll, eran capaces de todo. Terminan el disco con otra ‘jam’ fantástica y nos dejan con ganas de haber estado allí, viviéndolo, bailando y aplaudiendo.


"Loving Kind"

Conclusión


Os invito a que os pongáis este disco, una copa de lo que sea que os guste, os relajéis, cerréis los ojos y gocéis del blues en estado puro que emana de cada una de sus notas, disfrutadlo y vividlo como se merece, con pasión. El blues es cantar la tristeza y el dolor, pero también dejarse llevar y vivir sensaciones, sensualidad y, por encima de todo, sentimiento.

Saboread cada nota que sale de los instrumentos de estos magos, me he referido a los tres guitarristas, pero no nos podemos olvidar de los otros dos músicos que dieron nombre al grupo, el bajista McVie y el baterista Fleetwood. Todos juntos hacían magia en esos comienzos, así que no os perdáis la oportunidad de escuchar esta maravilla. Y no es pasión blusera, es que si no os vais a arrepentir. Palabrita ;)

Comentarios

  1. A mi el blues me gusta pero con mucha mesura y muchos matices, es decir, cosas de aquí y allá. Por eso me da miedito afrontar la escucha de esta magna obra. Aun así, lo has descrito todo tan bien -como siempre- que tendré que buscar un momento para hacerlo. Seguro que saco varias pepitas de oro de este cedazo. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy segura de que así será. Solo por esa versión de "Black Magic Woman" o "Oh Well" ya merece muchísimo la pena. ¡Saludos!

      Eliminar
  2. Se nota que te flipan mucho. ¡Pedazo de entrada! Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Tina. Me has pillao, jajaja ¡Un abrazo grande!

      Eliminar
  3. Consigues que los que no somos fans de los Fleetwood tengamos ganas de escucharles como si fueran una de nuestras bandas favoritas. Vamos a darle una escucha, que esto promete. Abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta ser una "mala influencia", jajaja Ya verás como lo disfrutas, pero ponte el copazo, que así es mucho mejor :P

      Eliminar
  4. Contenido musical aparte, qué pedazo de vinilos guapos. La estética es fantástica y esa foto con los tres conformando el cartel ¡qué pasada! Digno de tu colección (y de la mía, je,je). Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una preciosidad. Tan bonito, con esos vinilos gorditos, que pesan en la mano y suenan a gloria, ains... ¡Un abrazo grande!

      Eliminar
  5. La edición, preciosisísima. No voy a comentar más allá de decir que tengo la versión de doble CD Live in Boston, la del jefe indio en la portada que me compré junto al Blues Jam session un Chicago. Todo dicho. Gran entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues en ese caso, qué te voy a contar. Nada más que añadir, más que estas ediciones son una delicia para los locos del vinilo, como nosotros. ¡Muchas gracias! Un abrazo.

      Eliminar
  6. Si tuviera que listar los cien temas que más me gustan, cinco al menos sería de los FM,con eso te digo todo, aunque no estaba al tanto de este doble, ni de su carpeta, ni de su historia. Gran entrada, sin duda, este blog tiene cada día más nivel. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues dale una escucha, porque seguro que te sorprende gratamente ;)
      Los Mac son grandes, muchísimo, como para tener temas en el top particular de muchas personas, pues abarcan distintos estilos en su evolución. Un abrazo, y muchas gracias.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura