Ir al contenido principal

Sepultura – Arise (Roadracer records-1991)


Hoy os traigo a Sepultura, la banda de Belo Horizonte que supongo que a estas alturas conocéis todos los que visitáis estos pagos viernes a viernes y a la que –debo admitiros– dejé de seguir cuando Max Cavalera abandonó sus filas. Como veis, el vinilo que protagoniza esta entrada es el de Arise, su cuarto álbum y uno de los integrantes de la santísima trinidad sepulturera junto a Beneath the remains y Chaos A.D. Y sí, también me compré el Roots que es con el que dieron el pelotazo a nivel masivo. Pero a mi me gustan muchísimo más los tres mencionados. Total, que en verano de 1990 los Sepultura se metieron en los Morrisound studios de Tampa con Scott Burns como productor e ingeniero a grabar la continuación del fantástico Beneath the remains siguiendo la misma senda estilística, aunque con más presupuesto y –por lo tanto– tiempo para redondear y pulir los temas. Eso sí, los chicos seguían sin dominar el inglés, razón por la que Burns es acreditado junto a Fletcher McLean como asesor en la confección de las letras. El line up estaba compuesto por Max Cavalera a las voces y guitarra, su hermano Igor Cavalera a la batería y percusión, Paulo Jr. al bajo y coros y Andreas Kisser a la guitarra y coros, con la colaboración de Kent Smith a los efectos de sonido y Henrique Portugal a los teclados. 


Con una portada de Michael Whelan, la edición del disco propició una titánica gira de dos años que les proporcionó fama mundial y colocó a los brasileños en el panorama thrash internacional que cristalizaría en el que para mi es su mejor elepé, Chaos A.D. Pero hoy estamos con Arise, así que aquí tenéis su track list

A 
Arise 
Dead embryonic cells 
Desperate cry 
Murder 
Subtraction 

B 
Altered state 
Under siege (Regnum irae) 
Meaningless movements 
Infected voice 


En Arise destaca la batería de Igor machacada sin descanso y un solo de Kisser que me recuerda a los de Hanneman & Cia. Más trabajada y con numerosos cambios de ritmo me parece Dead embryonic cells, una de mis favoritas del disco. Desperate cry tiene un bonito inicio acústico que pronto desemboca en otro de esos temas en los que uno no puede dejar de mover la cabeza –Igor se luce en toda la canción– y en la que también encontramos cambios de ritmo a tutiplén. La parte del solo me encanta. Por supuesto, es otra de mis preferidas. Murder es más de lo mismo, la voz rabiosa de Max, la pegada incansable de Igor, la maestría de Kisser y un Paulo Jr. que queda algo diluido entre tanta energía. Y Subtraction sigue la misma tónica. Tralla, tralla y tralla. 


La cara B se inicia con unos efectos de sonido de inspiración tribal que dan paso a otro de los temazos del álbum, Altered state. Y qué decir de Under siege con sus cambios de ritmo y esa letra de un Kisser que en el Brasil de Bolsonaro no debe sentirse demasiado cómodo. Meaningless movements sigue la tónica del álbum, tomando sonidos de Slayer y Metallica y aportando la personalidad de la voz de Max Cavalera para crear ese sonido distintivo que definía a la banda por esa época. Pone fin a este pedazo de disco Infected voice, otro temazo de baqueteo incansable en la estela de todo lo escuchado antes. 


Lo dicho, un digno sucesor del Beneath the remains y un estupendo álbum de thrash metal old style –mandagüebos que tenga que decir eso, pero es que ya hace casi treinta años que se grabó– que no debe faltar en vuestra colección si os gusta la tralla, la caña, la fuerza y la energía. 

¡Feliz Día del trabajo en confinamiento! 
@KingPiltrafilla







Comentarios

  1. Lo he intentado muchas veces con Sepultura, pero no está hecha su miel para mi bocaza de asno jeje. Aún así, ya que hace tiempo que no les doy otra oportunidad, se la daré con este disco que traes por aquí

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver qué tal. Oye, y si no, tampoco pasa nada. Saludos.

      Eliminar
  2. Discazo. Me gusta muchísimo este disco y creo que la producción de Scott Burns tuvo mucho que ver. Kisser es un guitarrista fantástico y los Cavalera le acompañaban con un gusto thrasher impresionante. Buena ficha para la colección del blog. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no imaginaba que también daría en el clavo contigo con este de hoy. Pues nada, a disfrutarlo. Abrazo de vuelta.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura