Y con este disco comenzó "todo". Este primer trabajo de Joaquín Sabina en directo se convirtió en el primer éxito comercial de su carrera, ese que abre puertas, cierra agujeros y da oportunidades. Y vaya si aprovechó el tirón. En realidad, comenzó a fabricar el trampolín del doble salto mortal a la piscina de la fama un año antes, cuando ficha por Ariola y graba el disco Juez y parte con la banda Viceversa. Sabina se había acercado al formato eléctrico y al rock de manera paulatina, quizá por moda, quizá por gusto, y con esta colaboración y la producción de Jesús Gómez comenzó a sonar cada vez más en las radios y a salir en la televisión. La gira posterior le anima a grabar este doble directo (emulando a gente como Miguel Ríos) que por entonces se vendían bien. Lo curioso es que tras el éxito el cantante se desvincula de Viceversa y comienza otra vez su carrera "en solitario"; eso sí, de la mano del guitarrista de esta obra, su inseparable Pancho Varona.
Como escribe el protagonista en el interior de la carpeta doble, se grabó las noches del 14 y 15 de febrero de 1986 en el teatro Salamanca de Madrid. Viceversa lo formaron aquellas noches los habituales Manolo Rodríguez y Pancho Varona a las guitrras, Javi Martínez al bajo y Paco Beneyto a la batería, a los que se sumaron Marcos Mantero a las teclas, Chema Rojas a la percusión, Andreas Prittwitz al saxo y Teresa Carrillo como "contrapunto femenino" a modo de segunda voz. Toda esta gente suena muy acoplada, auténtica big band de rock&pop. Y por si hubiera poca gente, se suman unos cuantos amigos: Luis Eduardo Aute, Javier Krahe o Javier Gurruchaga pasean su palmito por el escenario de aquellas veladas.
El álbum crece en la mezcla de canciones eléctricas "marchosas" con otras más íntimas. Entre las primeras destacan Pisa el acelerador, Eh, Sabina, Güisqui sin soda o Juana la loca; entre las segundas, la versión de Princesa, Calle melancolía o Pongamos que hablo de Madrid.
Escuchar de nuevo este disco me ha dado pie a hacer una reflexión que comparto aquí, sin mucha relación con la temática del blog. En 1986 tuvo éxito Sabina con las cosas que dice, emitiéndose en televisión el concierto (se grabó y editó un vídeo en formato VHS); en la canción inicial canta: "aprenderás aquí todos los misterios del amor/con el señor Casanova y su eyaculación precoz./Perversas vírgenes rubias se masturban para usted/mientras sus gordas madrastras les preparan de beber./Hermosos jóvenes nazis bailarán un rock and roll/con un famoso travesti capitán de la legión/(...)/el joven marqués De Sade actuará a continuación/sodomizando a una monja del Sagrado Corazón". Aquí dejo la pregunta: ¿alguna banda de hoy en día con este formato podría llegar a salir en un programa de televisión o en las radios comerciales con una letra así? Y no me vengáis con el trap y el reguetón de las narices, que (la mayoría de) esas letras ni se arriman a las barbaridades que aquí se proponen.
La edición que traigo hoy aquí es la editada en 1986. Carpeta gatefold, encarte con letras y créditos y las consabidas fotografías. Por cierto: el primer vinilo de Joaquín Sabina en este nuestro (wiki)blog.
Un saludazo a todos y todas y pasad un buen fin de semana.
No sé qué decir. A mi es que Sabina... A ver si mañana le pego una escucha a este. Un abrazo y feliz finde!
ResponderEliminarSi a Sabina te quieres arrimar no es este el mejor sitio. En mi opinión nunca ha sido un hombre de directo, más bien un compositor excelente que necesitó un abrazo amigo para arreglar sus canciones. De todos modos, no hay en el panorama de canción en español muchos con una colección de composiciones como las suyas. La verdad es que llevo varias semanas trayendo discos de espectro diverso y alejado de mi roquerismo habitual. Tendré que meditar al respecto; volver a encumbrarme con una obra maestra del rock ochenters o del heavy caduco. Un abrazo.
EliminarCómo que heavy caduco... ¡clásicos del metal! :)
EliminarYo lo conocí después de este disco. Tuve mi época de Sabina pero luego lo dejé para retormarlo años después, pero no con lo nuevo sino con lo que conocía. No entra en el podium de directos dobles españoles (Miguel Ríos, Ramoncin, Loquillo) pero es historia de nuestra música. Ya veo que sigues últimamente con tu vicio este de robar. El eclecticismo puede ser peligro si te pillan, jaja
ResponderEliminarNo seré yo quien encumbre este directo. Se deja escuchar y es curioso, testimonio de una forma de hacer música muy del grupejo de amiguetes que formó Sabina en Madrid (Krahe, Aute, etc.). Pero tiene su sitio. Comentaba antes que ese eclecticismo con el que he empezado el año me ha hecho traer dispares vinilos por aquí, alejados de mi mitológica "hard&heavy image" y que habrá que ponerle remedio. Sabina tiene su sitio en el corazón blandengue del metalero; y si no es Sabina pues otro será, todos tenemos nuestro lado profundo. Un abrazo, jovenzuelo.
EliminarMe declaro admirador con moderación de Sabina, aunque es cierto que este disco doble en directo nunca me terminó de convencer. Pero vaya, este tipo tiene canciones que son realmente himnos.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comentas sobre si se podría llevar a cabo en la actualidad algo así en TV, pues tengo más dudas que certezas, para qué nos vamos a engañar. Saludoss!
Coinidimos en eso que este directo no es un imprescindible, ni siquiera un "grande". Sabina, en mi opinión, no destaca por ser un animal de escenario, más bien por ser un inspirado letrista que ha compuesto algunas de las mejores canciones melódicas de los últimos treinta años. Que no es poco. Pero, igual te digo, que me perdonen sus fieles, que ha sido sobrevalorado en muchas ocasiones. Genio y figura, como dice él, se ha permitido una vida de calavera y vividor y contarla sin tapujos. De todos modos, cuando un personaje y un artista se vuelve tan icónico a veces resulta difícil quererle, pero no odiarle. Conclusión: un músico que tiene quince/veinte canciones tan excelentes como las que él ha compuesto debe ser un imprescindible. Un saludo.
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