Ir al contenido principal

Tarque - Tarque (2018, Warner Music Spain)




“¿Este tipo quién se cree que es? ¿Robert Plant?” Sí, lo reconozco. Eso fue lo primero que dije a mis amigos cuando en septiembre del 95 acudí a la Plaza del Pradillo de Móstoles para ver a la Vargas Blues Band y salieron unos tal M-Clan a calentar el ambiente. Y hostia si lo calentaron. Tanto que luego el amigo Javier Vargas me pareció mediocre y aburrido. Y me tuve que tragar mi primera afirmación. Porque el frontman de aquel grupo, desconocido para casi todos en ese momento, no se creía Robert Plant: era un cantante excepcional que en su trayectoria posterior tuvo que aguantar esa odiosa comparación y aún así salió victorioso en esa particular guerra que nos empeñamos todos en declarar. En resumen, en cuanto salió publicado su primer disco me presenté en el Móstoles Rock(la versión mostoleña del Madrid Rock) para hacerme con el CD a un precio promocional de 999 pts. Barato. Y ese disco (y el siguiente) siguen siendo unos de los más pinchados en mi cadena musical.

Pasó el tiempo y pasó mi enamoramiento coincidiendo con su giro a lo comercial. Seguían haciendo buena música pero demasiado enfocada a vender y me cansaba que estuvieran todo el rato en los 40 y radiofórmulas del estilo. Ahora lo veo de otra manera. Qué cojones, tenían todo el derecho del mundo a ganar pasta. El caso es que hasta la segunda década del siglo XXI no volví a reenamorarme. Y así llegamos al vinilo que os traigo este viernes.



Este vinilo es y será especial para mí. Me lo regaló mi pareja en mi último cumpleaños por lo que ya lleva un componente emocional añadido. Y, además, resulta que el primer concierto de rock que he compartido con mis enanas fue el que dio el señor Tarque el 28 de abril del 2019 en el B0ar0ck Fest de Boadilla del Monte desgranando los temas de este LP. Ahora no son conscientes de ello, pero a medida que crezcan, ganará más importancia el tema y siempre podrán contar que, a las 20:30 de aquel día, con un poco de retraso, Carlos Tarque y La Asociación del Riff pasaron a formar parte de su historia personal. Y seguro que se acordarán, de la misma forma que yo aún tengo el recuerdo de hace 24 años de aquellas fiestas mostoloñas. Fue un concierto de rock, de puro rock. Y se lo pasaron genial, bailando con su madre o con su padre, haciéndose fotos, animando sobre los hombros de papá, VIVIENDO lo que es la música y el rock en directo. Una noche inolvidable. Y todas estas emociones son las que fluirán cada vez que saque el vinilo de su carátula de cartón y ponga la aguja sobre él. No se le puede pedir más a un cacho de plástico.

La portada del LP ya es una declaración de intenciones en si misma. Genial la combinación de negro, blanco y rojo y esa cuchilla en la garganta del cantante. Para este trabajo, Carlos Tarque se ha rodeado de grandes músicos. Como productor y guitarrista, Carlos Raya (de Sangre Azul, Fito & Fitipaldis, M-Clan). Para completar la formación de la Asociación del Riff, el bajista Chapo González y el batería Coki Giménez, ambos músicos de M-Clan. Una sección rítmica muy poderosa.
Y el primer corte, “Bailo”, con ese “ey” al inicio ya nos dice que vamos a empezar un viaje por el rock más clásico, pero no por ello menos inspirado.  Estribillo pegadizo y riff de los buenos. Dedicada al alguien que Tarque extraña, con referencias a cómo empezó en esto de la música (“me gano la vida en locales de moteros”), cómo ha pasado el tiempo (“mi cara en el espejo se borró”) y no olvidar esos orígenes (“soy un murciélago buscando amor”). Ah, que se me olvidó contar que M-Clan comenzaron llamándose El Clan de los murciélagos para que esto tenga sentido.



Como este, la mayoría de los videoclips que pondré están grabados en directo, en una sesión especial que hicieron promocionando el disco. Merece la pena invertir vuestro tiempo en ellos.

Continuamos con el trallazo que es “Ahora y en la hora”, con un sonido más duro y pesado. Fue la canción elegida para anunciar el LP. Y aprovecho a contar, para redondear la importancia de este vinilo para mi, que fue el desencadenante de escribir entradas musicales en la página de super7moto y que luego me ha llevado a daros la barrila algún que otro viernes aquí en #FFVinilo. Si tenéis ganas de leer aquello, os dejo el enlace aquí.



La tercera canción es un homenaje al recientemente fallecido Tom Petty: “Heartbreaker”. Canción muy vacilona en la que se cuelan títulos de canciones de Petty y sus Heartbreakers. El propio Tarque anunció la publicación del videoclip mientras reproduce el American Girl en su tocadiscos.



Donde nace el R&R” continúa por la misma senda que estamos siguiendo desde el primer surco: riff potente y temática rockera. Una canción que utilizan para cerrar sus directos. Bueno, al menos los dos en los que he tenido la suerte de estar.



Y para terminar una excepcional cara A, tenemos el enorme cañonazo que es “El diablo me acompañará”, hard rock del bueno, con una letra, como las que llevamos hasta ahora, alejada de las manidas historias de amor y/o desamor. Reminiscencias muy “vaqueras”, la típica canción de “cowboy”. Y el solo de guitarra que se marca Raya es canela fina así como el cambio de ritmo final.



Y comenzamos la cara B con “Lobo solitario” un medio tiempo muy Hendrix, según le escuché al artista en una entrevista. Un pequeño respiro antes de afrontar otra de las joyas del disco a pesar de lo espartana: “Juicio final”. Letra macarra y chulesca, es decir, la esencia del rock. Con un estribillo (“Sólo somos gente normal/ Todos desfilando al juicio final”) para corear en directo. De hecho, os dejo un video en directo, pues aquí Carlos Raya le mete un solo de guitarra final que no está en el disco. Esta actuación la disfruté en el Mulafest, curiosamente el día anterior al concierto que os he contado de Boadilla del Monte (aquí mi critica)



Llegamos al, en mi opinión personal, el corte más flojo del disco. El homenaje a Janis Joplin, Amy Winehouse y Billie Holiday titulado “Janis, Amy, Billie”. Es un homenaje a esos juguetes rotos del negocio musical pero reivindicando la figura de las mujeres. Es mucho menos rockera que el resto del disco. No digo que no tenga calidad, que la tiene. Sólo que no me ha llegado tanto. Pero vamos, ojalá la peor canción de cualquier disco sea “tan mala” como esta.
Volvemos al camino del hard rock con “Electroshock”, un tema más sexual con un retrogusto en paladar a AC/DC



Y terminamos con otro temazo, “Cactus en el corazón” que comienza pausada para al final quemarnos los oídos. Una letra espinosa, sobre los exiliados, sobre las calamidades que pasan para huir de su país y llegar a otro y convertirse en refugiados en tierra de nadie. Un final muy Led Zeppelin, por dar una idea aproximada. Un final perfecto para el final del disco. Os dejo la versión que hicieron en el concierto de Boadilla que vi con mi familia y conté aquí.



Larga vida al ROCK AND ROLL

Comentarios

  1. Un buen regalo de cumpleaños y buen componente emocional para esta completa entrada. El tipo es una figura del rock español -y no digamos Carlos Raya-, pero aunque se me hace muy cómodo de escuchar, no está entre mis preferencias por lo que pocos juicios de valor puedo hacer sobre su música. Un saludo y buen finde!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carlos Raya a veces me parece lo más heavy y otras lo más comercial. Pero es un tipo insustituible en nuestra música. Como Tarque. Gracias por comentar y por leer. Un abrazo

      Eliminar
  2. Emotiva entrada. Mezclas varios recuerdos que nacen con Tarque y crecen con él. Respecto al disco, una excelente obra, mezcla de varias influencias siempre con la impronta personalísima de la voz de este tipo singular. He sido (más o menos) seguidor de la banda desde sus principios. Debo reconocer que he disfrutado mucho estos últimos años con sus obras en estudio y sus conciertos. Por si te interesa, le dediqué hace poco una entrada en el blog a Carlos Tarque. Un abrazo.

    https://rockologia.wordpress.com/2019/08/01/las-mejores-colaboraciones-de-carlos-tarque-m-clan/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me lo leí y me sorprendió su colaboración con Sobre que no conocía. La de Pablo Perea sí, tengo debilidad por la voz de ese hombre... En un concierto de jarabe de palo, que me tocaron entradas, salió y moló un huevo...y eso que Pau Donés no me mola. Lo de los perros del boogie, su amistad con Ovidi viene de lejos... En fin, Tarque, un gran rockero. Gracias por comentar

      Eliminar
  3. Siempre mola cuando hay una historia detrás. Carlos Tarque sin duda es uno de los grandes frontman de nuestra historia, y este disco es una pasada. Muy en la onda del Coliseum. RnR!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Has dado en el clavo con eso de ser unos de los grandes frontman de este país. Y en directo lo demuestra. Dónde está la revolución? Qué pedazo disco. Un saludo.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura