Ir al contenido principal

Motörhead - "Motörhead" (1977)


Cuando Lemmy Kilmister escribió la canción Motörhead para Hawkwind no se podía ni imaginar que ese tema, que el definió años más tarde como "sólo otra canción", llegaría a convertirse en la canción más importante que escribiría jamás. Motörhead dio nombre al proyecto de su vida. Un monstruo que fue y es el epítome de la filosofía de vida de Lemmy: sexo, drogas y Rock'n'Roll a todo volumen. 
Tras ser expulsado de HawkwindLemmy tardó poco en poner en marcha su nueva banda. Bastard fue el nombre que propuso pero un colega le sugirió escoger un nombre más, digamos, políticamente correcto. Lemmy se decantó por Motörhead, título del último tema que compuso para sus ex colegas de Hawkwind. En palabras del propio Lemmy la canción se adaptaba perfectamente a la música que quería para su banda: "fuerte, rápido, estridente, arrogante, paranoico, rock'n'roll a velocidad monstruosa”. El tema se convirtió rápidamente en el himno del grupo.

Motörhead es el disco de debut oficial del grupo pero poco antes, bajo el sello United Artistas, ya habían grabado su primer disco On Parole. La discográfica se quedó con los derechos del disco y se negó a publicarlo, alegando que dudaban de su viabilidad comercial. No fue hasta 1979 que United Artists lo editó aprovechando el éxito que la banda estaba cosechando con OverkillAce Of Spades y Bomber.

United Artists no se lo puso fácil a Lemmy y compañía. Finalmente, tras hacerles pasar duras penurias, les dejaron el camino libre y consiguieron entrar a grabar con Chiswick Records
En apenas 48 grabaron más de 11 temas de los cuales 8 se incluyeron en este homónimo álbum de debut. Esta vez sí que Motörhead, ya con Philthy "Animal" Taylor a la batería y "Fast" Eddie Clarke a las guitarras, consiguieron editar su primer disco.La mayoría de las canciones se incluían ya en On Parole más alguna nueva composición como Keep Us On The Road y White Line Fever. En este debut se mezclan ramalazos de rock psicodélico (remanentes de Hawkwind como The Watcher), rock'n'roll crudo (brutal versión del Train Keept A Rolin') con riffs de marcada base blues salvaje y polvoriento (Iron Horse/Born to Lose, Lost Johnny).Todo ello aderezado con la sonoridad y actitud propias del movimiento punk


La amenazante criatura de la portada, una primeriza versión de Snaggletooth, es a día de hoy el emblema-mascota del grupo. Fue el ilustrador Joe Petagno quien ideó este feroz cráneo mezcla de jabalí, gorila y perro que entusiasmó a Lemmy.

Un debut muy sólido que, aunque aún no es 100% Motörhead, sí que marca las bases de las que serán las señas de identidad de estos tres forajidos: la aguardentosa voz de Lemmy, la acelerada guitarra de Eddie y la aplastante base rítmica formada por la poderosa batería de Philthy y el atronador bajo de Lemmy.
Nunca antes el rock'n'roll había sonado así de rápido, sucio y peligroso. 

Lo mejor estaba aún por llegar. Apenas un años después publicarían Overkill y, tras éste, un seguido de grandes discos y giras que encumbraron a Motörhead y a Lemmy como la leyenda que son a día de hoy.


Gracias Lemmy, gracias Philthy, gracias a toda la familia Motörhead por 40 años de Rock'n'Roll. Que la música no pare.

Comentarios

  1. Lo mejor estaba aún por llegar... Buena entrada. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...