Ir al contenido principal

Kingdom come – Kingdom come (1988)


Amigos, la reciente adquisición en ROCKODIUM de esta reedición en vinilo morado con manchas negras a cargo de Music on vinyl me ofrece la oportunidad de hablaros de la opera prima de los norteamericanos Kingdom Come, quizás uno de los grupos más controvertidos de la historia del hard rock de los 80. El grupo se formó en 1987 –el año del Appetite- cuando Stone Fury se disolvieron y su vocalista, el alemán Lenny Wolf reclutó a los guitarristas Danny Stag y Rick Steir, al batería James Kottak y al bajista y teclista Johnny B. Frank. En 1988 graban su primer elepé y durante las mezclas del mismo, el mítico John Kalodner tiene la genial idea de llevarse una cinta del tema Get it on y repartir copias por diversas emisoras de radio. Como resultado, la canción es la más solicitada durante semanas y convierte en disco de oro al álbum el mismo día en el que se sale a la venta. Sin embargo... no todo sería un camino de rosas. 

Por aquel entonces sólo escuché de ellos ese primer single y me pareció una canción de Led Zeppelin remasterizado y con producción de los 80. Y no sólo me ocurrió a mi. Cuando Get it on corría de emisora en emisora antes de que Kingdom Come tuviesen en las tiendas el disco, muchos oyentes creyeron asistir a la reunión de Page, Plant y Jones. El debate sobre lo que eran influencias o una copia descarada fue tan desproporcionado que incluso algunos músicos se posicionaron sobre el tema, caso de Gary Moore, que –con Ozzy Osbourne a las voces- compuso el devastador Led clones para su After the war. Y ojo, que en él cargaba no sólo contra Kingdom Come y su Get it on sino contra algunos míticos vocalistas que habían regresado al olimpo del hard rock por la puerta grande. La letra no deja dudas sobre ello. 

Got to get it on, 
from the still of the night. 
But you're gettin' it wrong, 
you know it ain't right. 

From the Still of the night, vaya, vaya... en fin amigos, aún recuerdo cuando en plena tormenta de críticas, Lenny Wolf salió en una foto del Hit Parader con la banda señalándole y un letrero que decía Nobody’s fault but mine, algo así como “Es culpa mía y de nadie más”. Lo que ocurre es que esa frase es el título de una canción de Led Zeppelin. Con un par de huevos. Así que con la intransigencia que va pareja a la juventud, me pasé al bando de los puristas, de aquellos que –de tener al grupo delante- hubiesen lapidado a esos proscritos del hard rock que no merecían la vida. Y cuando dejaron de salir en las revistas, me olvidé de ellos. 


Sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías y el acceso casi ilimitado a través de estas a música que falta en mi colección le di una nueva oportunidad a estos tipos. Y vi que no eran nada malos y que obviando las claras e innegables influencias de las que bebían, podía odiarlos e ignorarlos pero también podía disfrutar de su música. Durante un tiempo estuve buscándolos en ferias de discos, pero ha sido gracias a @vinilorockodium que he acabado haciéndome con este álbum. No se trata del original, algo que siempre me echa atrás a la hora de decidirme por adquirir un vinilo. La verdad es que acostumbro a preferir uno de segunda mano en buen estado que una reedición. Sin embargo, siendo en color y en edición limitada me dije, ¡qué coño, a la saca! Y aquí está el vinilo y aquí estoy yo, disfrutando de él. 

Grabado –no sé si decir perpetrado- para Polydor en los Little Mountain studios y con portada de Hugh Syme, el track list que contiene Kingdom Come –el disco- es: 

A 
Living out of touch 
Pushin’ hard 
What love can be 
17 
The shuffle 

B 
Get it on 
Now forever after 
Hideaway 
Loving you 
Shout it out 


Living out of touch es muy bueno y Pushin’ hard es estupendo, aunque la voz de Wolf evoca irremediablemente a Plant. A partir de ahí, el álbum es una mezcla de canciones en las que las influencias de la banda de Page van de obvias a algo más disimuladas. Con el baladón What love can be, por ejemplo –un tema coescrito con Bruce Gowdy en Stone Fury- , Wolf sigue empeñado en copiar descaradamente a Plant. Y aquí me gustaría hacer un inciso para restarle al tipo un poco de culpa y dar su parte de responsabilidad a Bob Rock, años antes de creerse más miembro de Metallica que Ulrich, el productor que tiró por la senda del zeppelinismo sin parar los pies a Lenny, el mismo que llegó a encararse con todo un James Hetfield para ayudarle a variar su estilo y que aquí se convirtió en cómplice de uno de los plagios estilísticos más sonados de la historia del hard rock ochentero. En 17 seguimos encontrándonos con riffs Page style pasados por la máquina del tiempo y con melodías vocales más zeppelinianas que las de los discos en solitario del vocalista de Staffordshire. 
En fin, para qué extenderme con cada tema si todos siguen un patrón similar. Si acaso, destacar que las que más me gustan de las restantes son Hideaway y Shout it out, quizás esta última la menos zeppeliniana de todo el álbum. 

Como no podía ser de otra manera, aquí tenéis la prueba del delito. Espero que os guste. 




¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Guapa historieta. No tenía ni idea de ella ni de la banda, pero los estoy escuchando en estos momentos y suenan bien. Desde luego Get in on puede pasar como los mismísimos LZ. Interesante entrada amigo. Buen finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿En serio que no tenías ni idea?, eso es por lo inmerso que has estado -por suerte para todos los ignorantes como yo- en el heavy patrio. Disfrútalos. Como dices, suenan MUY bien. Saludos.

      Eliminar
  2. Desde luego les dieron cera "pal pelo" y no había chinche que no les menospreciara. El disco está muy bien y el siguiente "In your face" tampoco está mal. Luego les perdí la pista. La edición, muy chula. Merecen la pena las reediciones a buen precio si tienen un extra, como un vinilo de color, temas extras, etcétera. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, bueno, aquí ni extras, ni funda con fotos o letras... nada. Eso sí, lo del vinilo de color es lo que me ha hecho decidir. Eso y que no lo tenía en la colección.

      Eliminar
  3. Desde luego que estaremos pendientes de esta banda Kingdom Come, que buena recomendación sin duda ya la agregamos a la lista de pendientes por conseguir en un futuro esperemos no muy lejano. Una sorpresa su estilo en todo momento es de esas bandas que te sorprenden a la primera escucha. Saludos amigos y buen fin de semana a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Haz caso también a Rockologia y pon en la lista su segundo IN YOUR FACE. Comienza por el vídeo clip de Do you like it.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura