No soy de los que consideran el vinilo el mejor formato para escuchar música rock, pero sí es el que más me gusta. Disfruto cada vez que manoseo la funda y admiro la portada a tamaño real (no miniaturizada o en la pantalla), saco el vinilo, miro la información, pincho y ¡a gozar! de un audio que siempre tiene algo especial.
Así que, de vez en cuando, adquiero algún álbum de la era digital cuando el precio y el sonido del grupo invitan a ello. Y es el caso del vinilo de hoy. El Afterglow de Black Country Communion suena añejo, lleno de influencias y guiños a los buenos discos de rock de hace ¿cuarenta? años: Zeppelin, Who, Free... Y aquí está.
La edición, de lujo: un buen envoltorio, tanto por la calidad del material como por la portada (cuestión de gustos). La funda interior contiene la información de la banda y una pequeña historia de cómo se perpetró el invento.
En cuanto al sonido, no difiere del digital mucho, quizá ese aire extra que tiene el máster del vinilo, unos graves un poco más saturados, pero más perceptivo que real. La voz de Hughes, perfecta, comandando la mayoría de los cortes. Bonamassa aunque algo sobrio mantiene un nivelazo con sus rítmicas y sus solos. Derek un poco más oculto toma protagonismo en pocas ocasiones. Y Jason machaca con crudeza y ayuda a ese aire retro.
Echadle una escucha al álbum en este enlace.
¿Cómo que no hay ningún comentario para los Black Country Comunion?
ResponderEliminarSon una gran banda, altamente recomendable, y así lo hizo un amigo mío, no he escuchado mucho de ellos, pero lo que me ha llegado me encanta, tienen mucha fuerza, y demuestran que el rock sigue más vivo que siempre.
Y los músicos, grandes entre los grandes.
Ese disco es una mierda , la edicion francesa es malísima. Estoy pendiente de poder conseguir el holandés , si existe porque el francés es un despropósito.
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