Ir al contenido principal

Shanghai – Shanghai (1982, Chrysalis records)


Y si hace quince días os comenté un disco que compré impactado por su portada, con profusión de lamé, lentejuelas y brilli brilli, amén de la falta de sentido del ridículo de los músicos que aparecían en ella, hoy os traigo a estos Shanghai, un grupo al que admito que no conocía de nada pero del que también me llamó la atención la cubierta de su álbum, aunque por razones radicalmente distintas. Esta era pobre, simple y burda. Sin embargo, cuando le di la vuelta a la carátula, me llevé una sorpresa. Primero vi a Anton Fig, batería de KISS y de Ace Frehley, después a Beau Hill a los teclados –luego productor de Ratt, Winger, Warrant o incluso Alice Cooper– y por último a nombres como Bruce Fairbairn y Bob Rock en la producción. ¿Cómo no había llegado al gran público esta banda? 
 
Entonces me enteré de que Shanghai provenían de la banda neoyorquina de AOR y hard melódico Spider, formada a finales de los 70 por Amanda Blue a las voces, Jimmy Lowell al bajo y coros, los sudafricanos –ambos de Ciudad del Cabo– Keith Lentin a la guitarra y coros y Anton Fig a la batería, percusión y coros, y la teclista neoyorquina Holly Knight, que abandonaría el grupo para dedicarse a la composición para otros artistas, labor por la que ha sido premiada y reconocida internacionalmente, con clientes como Tina Turner, KISS, Pat Benatar, Heart, Cheap Trick, Bon Jovi o Aerosmith entre otros. Precisamente por el abandono de Knight, Spider cambiarían de nombre a Shanghai –este sería su único álbum antes de desaparecer– y ficharían como teclista y guitarrista ocasional a Beau Hill, que venía de grabar con Airborne y que acabaría convirtiéndose en el productor que todos los amantes del hard rock ochentero conocemos. Completaban la banda para este Shanghai homónimo Bob Hanlon al saxo, Gary Valenté al trombón y Neil Balm a la trompeta. 
 

Total, que con los mencionados Fairbairn y Rock a los mandos, se grabó en los estudios neoyorquinos The hit factory –con mezclas en The record plant y los Little mountain sound– este Shanghai del que me llevé a casa una copia de su edición alemana por culpa de una portada cutre diseñada por Janet Levinson con fotografía de Michael Oblowitz que, aún así o por eso en realidad, llamó mi atención. 
 
El track list es: 
 
A 
S.O.S. 
Always a rebel 
X-Ray vision 
I need your love 
Talk to me 
 
B 
Born to rock 
Brand new boy 
All of my tears 
On video 
Girl who likes to cry 
 
Iniciando la cara A tenemos S.O.S. del británico Russ Ballard, un hard pop rock con una bonita voz, coros y un solo sencillo pero resultón. El inicio del disco, para ser un grupo que no conocía de nada, no podía ser mejor. Unos teclados simples y muy de synthpop marcan el inicio de Always a rebel, otro hard melódico con una voz a lo Pat Benatar, un estribillo muy atractivo y otro buen solo de guitarra. X-Ray vision es más de lo mismo, pop rock, hard rock, synthpop e incluso cierto toque disco, todo muy ochentero aunque se trata de una versión de un tema compuesto por Terry Taylor y Peter Sinfield, letrista y cofundador de King Crimson. Vamos, un caramelito. En I need your love encuentro reminiscencias de Chrissie Hynde en la interpretación de Amanda, pero eso es todo lo rockero que soy capaz de advertir en la que creo la canción más floja de las escuchadas hasta el momento y que por desgracia supone un bajón en el nivel general de la obra que ya no remontará. Finaliza la cara con Talk to me, un medio tiempo sencillito con arreglos de metales. 
 

Le damos la vuelta al vinilo y encontramos una rockera –el título no engañaba– Born to rock, en la que el protagonismo lo ostentan la guitarra de Lentin y la voz de Amanda aquí en un registro más rasgado que en temas anteriores. Un sintetizador de bajo y un teclado dan paso a Brand new boy, otro exponente de hard pop ochentero simple y agradable de escuchar, aunque sin demasiada fuerza. All of my tears es puro pop rock, un medio tiempo con arreglos de saxo en el que Amanda ya comienza a cansarme con esos grititos a lo David Lee Roth. On video es otro hard pop rock, en esta ocasión más rockero que popero y más emparentado con un AOR progresivo que con un synthpop empalagoso. Y el álbum concluye con Girl who likes to cry, otro tema resultón pero sin punch
 

En resumen, un disco de escucha amable con una solvente vocalista femenina al frente y buenos instrumentistas que pese a las notas iniciales, no acaba de despegar como la obra de hard rock melódico que podría haber sido. Aún así, creo que puede hacer las delicias de los rockeros más blandenguers del lugar y –como documento de una época y un estilo– es un buen descubrimiento. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Como supondrás, me ha gustado tu propuesta de esta semana. Y lo que más, el sonido que Mr. Fucking Master Fairbairn da a esta obra. Hasta las canciones mediocres (la mayoría) suenan estupendamente. El lastre, para mí, es la cantante. Demasiado repetitiva y chillona, incluso para la época 😅. Muy disfrutable, podría formar parte de mi colección de basurilla hardroquera. De hecho, se me ocurre poner una etiqueta a todos estos discos: "basurilla". Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, pues me encanta que te haya gustado. En realidad, en esta ocasión había pensado más en Dani. Y sí, la mayoría de temas son mediocres y la vocalista -como ya he comentado- acaba cansando un poquito. Pero disfrutable. Un abrazo y feliz finde. KING

      Eliminar
  2. Tras una primera escucha sin entrar en detalle, parece que es de esas basurillas que entran fácil y que me puede resultar placentera: rock ochentero que podría estar en la banda sonora de corrupción en miami y cuentos de pelis de aquellos época. Tendré que darle otra escucha. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien definido 😅

      Eliminar
    2. Entra fácil, es disfrutable, tiene vocalista femenina como a ti te gusta y melodías pegadizas. Le falta ese "algo" para destacar, pero no está mal. Dale otra escucha, no te arrepentirás. Saludos. KING

      Eliminar
    3. Puff, he tenido que buscar para saber de Holly Knight. Cuando ya ha aparecido en este blog varias veces. Incluso yo la he mencionado en un lp de Tina Turner. Pero, al igual que haces ahora me quedaba con todos los datos de músicos y actores, ahora no me quedo con ninguno. En fin... Voy para allá

      Eliminar
    4. Pero Holly Knight no aparece en este álbum. KING

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Georgia Satellites - Georgia Satellites (Elektra, 1986)

  Este podría ser uno de los mejores discos debut de los ochenta si fuera de verdad un disco primerizo. Según como se mire, porque la historia que llevó al parto de esta joya que hoy nos ocupa tiene mucha miga. Remontémonos al inicio de 1983 cuando unos muchachos de Georgia consiguen grabar una maqueta de seis canciones en unos pequeños estudios de Atlanta con Jeff Glixman a los mandos. ¿Y por qué un productor tan afamado se fijó en estos desconocidos? Jeff era un tipo de Atlanta que gustaba de tomar cervezas en los garitos de la zona, allá donde hubiera actuaciones, y coincidió varias veces con “The Satellites” (que así se llamaban por entonces). Congeniaron y les hizo de celestina para aquella primera maqueta. Cuando las fechas para grabar un disco “de verdad” estaban a punto de llegar el verano siguiente, los muchachos partieron peras: adiós banda, adiós oportunidad.  Ya sabemos en este blog que la suerte aparece en el camino de muchos de nuestros músicos favoritos. Y en es...

Ozzy Osbourne - Blizzard of Ozz (Jet records, 1980)

Hoy traigo al blog uno de los discos más importantes de la historia del hard’n’heavy de todos los tiempos, el inicio de la carrera en solitario de un mito, el gran John Michael Osbourne , conocido mundialmente como Ozzy . Y aunque las circunstancias que rodearon al artista en ese momento vital son harto conocidas y se puede encontrar por la red información en abundancia, (creo que) no está de más que haga un pequeño resumen muy condensado en esta entrada.    Estamos en 1970, Black Sabbath han editado su primer disco y el infame manager Don Arden se ofrece para llevar la carrera del grupo. Ozzy Osbourne , el cantante de la banda, tiene 22 años y en las oficinas de Arden conoce a la hija de este, Sharon , de 18. Ellos aún no lo saben pero en unos años la joven se convertirá en una figura imprescindible para el alocado vocalista.    El tiempo pasa y los Sabbath con...

Grand Prix - Samurai (Chrysalis, 1983)

Si quieres cardarte las melenas, ajustarte los pantalones y trasladarte a un garito británico de principios de los ochenta, súbete a este Samurai, no solo por las canciones con un toque de pomposo AOR con guitarras heavies, también por la producción y la mezcla: esas baterías, esos coros, esos tecladitos. Y ten en cuenta que la masterización reciente (la que escuchas en redes y plataformas), ha limpiado un poco el efecto final. Love it or leave it, no hay otra. Y aquí, lo amamos. En Grand Prix se reunieron talentosos músicos jóvenes. En su primera versión, allá por 1980, contaban con Bernie Shaw a las voces, Michael O’Donoghue a las guitarras, Ralph Hood al bajo, Andy Beirne a las baterías y Phil Lanzon a los teclados. Todos se encargaban de cantar y hacer coros. Tras la edición de su primer largo, llamado como la propia banda, Shaw dejó el grupo y fue sustituido por Robin McAuley, quien grabaría los dos siguientes: There for none to lose (82) y este que hoy os traigo. La banda se sepa...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Sumerlands – Dreamkiller (2022)

El segundo disco de Sumerlands, Dreamkiller , es una reafirmación de principios: heavy metal melódico, con raíces en los años ochenta, pero producido y ejecutado con herramientas actuales. No es un ejercicio de nostalgia, sino una relectura sobria y bien enfocada de una fórmula clásica. Con una duración de apenas 31 minutos, el álbum va al grano, con composiciones cañeras, un sonido equilibrado y una ejecución limpia. La banda ha establecido una firma sonora reconocible en los últimos años y aquí continúa con ese enfoque: guitarras con presencia, sin adornos y sin eclipsar al resto de los elementos. El cambio más notable respecto al debut de 2016 es la incorporación de Brendan Radigan como vocalista. Su desempeño es sólido y contiene un timbre adecuado para este estilo. Radigan no intenta deslumbrar, sino integrarse al conjunto, y lo logra con solvencia. Su fraseo es preciso, su dinámica vocal clara, y sabe cuándo sostener una línea y cuándo dejar que la instrumentación respire. ...