Ir al contenido principal

Lagartija Nick - "Su" (1995)



...un sonido más oscuro y crudo en la acción de las guitarras, que miran cara a cara al grunge...

Por Jorge García.


Con "Su", la banda granadina Lagartija Nick alcanzaba la plenitud musical que buscaban desde su desembarco en el mundillo cuatro años antes con "Hipnosis".

No quiero con esto decir que con el tercer larga duración del grupo de Antonio Arias termine su labor de evolución, investigación y experimentación, las décadas siguientes demuestran que esta afirmación, en el caso de pretender sostenerla, sería un auténtico despropósito.

Pero la inicial búsqueda de unas coordenadas propias y distintivas de la personalidad propia de Lagartija Nick, quedan definitivamente fijadas con la publicación de este magnífico "Su" en 1995.

Es posible que el éxito de público y crítica conseguido por su precedente cancionero, "Inercia", magnífico trabajo donde empieza de forma evidente la creación de los elementos sónicos propios de la banda, facilitase que tres años después y con el productor Carlos Martos, el grupo arriesgase con un sonido más oscuro y crudo en la acción de las guitarras, que miran cara a cara al grunge. También los textos se vuelven más crípticos y desasosegantes, dando como resultado un elepé que estaba llamado a convertirse en un imprescindible (para el devenir del grupo) punto de inflexión.

El disco arranca con efluvios sónicos que beben de las fuentes del rock independiente americano que arrancó a finales de los ochenta, con decisivas incursiones sonoras donde las guitarras de Sonic Youth o las fórmulas sónicas, afiladas y cognitivas, de Pixies, se expanden por doquier.

Se van sucediendo temas, a cual más sedimentado e industrial en sus cualidades sónicas: "Estratosfera""Mi chófer psicodélico" o "El próximo lunes" no dejan lugar a la duda en cuanto a la naturaleza infecciosa, e incluso beligerante, ante la que nos encontramos. Es el momento de decidir si subimos a esta nave fría, tenebrosa e introvertida o nos bajamos, no tengo ninguna duda de que la primera opción es la acertada.

Se termina el círculo de surcos de la cara A con la estoica "Úsame". La cara B continúa con temas que insisten, al tiempo que complementan, el cáustico ambiente ya inyectado en el lado A. Se abre esta segunda parte con mi momento favorito del lote: la nihilista "El amor es la víctima".

De aquí al final del disco, la ecuación formada por sonido, melodía y textos, forma un bloque sólido y gaseoso donde lo mejor es dejarse absorber y no oponer resistencia a una acción donde lo metafísico y lo intelectual se unen para cuajar un estilo músical que va más allá de superfluas influencias de otros, para, una vez fermentados todos los ingredientes, dar como resultado una propuesta que aún sigue vigente en nuestros días y de la que los suficientes seguimos alimentándonos. Entiendo que el punto de inflexión donde Lagartija Nick se convierten en algo más (mucho más, en realidad) que un grupo prometedor, se encuentra en los surcos de su tercer álbum titulado "Su", con el que damos comienzo al verano 2023.

Comentarios

  1. Sin duda, unos de los grupos de referencia en los 90-00. Confieso que los he seguido de una manera algo intermitente. Personalmente, además por supuesto del Omega, me inclino mas por su faceta mas melódica ("El shock de Leia" es el único disco que tengo de ellos). Pero eso no significa que no me gusten esos ambientes crudos, densos y oscuros, aunque tengo que elegir el buen momento para escucharlos. Y este es un disco que muestra bien esa faceta mas compleja. No es un disco que entre a la primera, pero sin duda, una muy buena propuesta. Ya lo he puesto en la lista de reproducción. Excelente la entrada. Buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No son los Lagartija un grupo fácil. Le dan a todo y pueden con ello. "Su" es uno de sus discos más oscuros y densos, pero una vez que entras en él es estupendo, un punto de inflexión definitivo en el devenir de la banda.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar
  2. Pues me ha gustado bastante. Paradójicamente, el tema que da título al álbum es el que me parece peor, pero ya sabemos que contra gustos... En fin, indie rock garajero y crudo que me ha resultado de fácil digestión y muy estimulante. Además -aunque no tenga nada que ver- me ha recordado a los también andaluces Viaje a 800, que hace tiempo que ten´go olvidados. Y mira, no pensaba que la escucha de este disco fuese otro acierto en esta mañana. Saludos. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi también es la que menos me gusta, de hecho no la menciono. No conozco a Viaje 800 pero voy a buscarlos. Celebro que te haya gustado este sugerente disco.
      Salud.

      Eliminar
  3. La curva de las cosas siempre me ha parecido fantástico. Nunca puede escoger entre el Inercia y el Su: ambos son maravillosos en su estilo y mis dos discos preferidos de los Lagartija. Pero no me hagáis caso, que yo soy uno de esos extraños que piensan que el Omega es un truño de proporciones bíblicas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi "Omega" es el disco que menos me gusta de Lagartija, igual es que como vasco que nunca se ha acercado al flamenco, éste me queda muy lejos y me es desconocido por completo. Los primeros años del grupo son buenísimos desde luego, pero creo que desde "Crimen, Sabotaje y Creación" hasta nuestros días están en un momento ciertamente brillante.
      Gracias y un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura