Ir al contenido principal

Cecilya and The Candy Kings - Back in 1955 (Meseta Records, 2023)

 




Aquí os traigo el disco del año. Sí, ya sé que estamos en junio, pero desde que escuché por primera vez este disco, allá por el mes de febrero, ya se instaló directamente el primer lugar del ranking, y, salvo sorpresa de última hora, veo difícil que algún otro disco le quite el puesto.

El título del disco no deja lugar a dudas. La intención de Cecilya and The Candy Kings es la de llevarnos de vuelta al año 1955. No sólo el título, sino la iconografía y la estética “vintage” (todo un acierto esas marcas en la portada y la contraportada que hacen parecer que el vinilo y el paso del tiempo hayan dejado huella en la funda del disco), han sido muy cuidadas y denota que este disco ha sido concebido con mucho mimo y acierto.

Cuando alguien realiza un estilo musical tan anclado a una época y una estética concreta, corre el riego de caricaturizar el estilo en cuestión, pero en este caso el disco, no sólo sale bien parado, sino que el resultado es de matrícula de honor. Se nota de verdad que esto no es una pose. Esto es auténtico.

El año 1955 es considerado por muchos estudiosos de la historia de la música popular como el año oficial del nacimiento del rock and roll. Siempre existirá la discusión sobre cual fue la primera canción de “Rock and Roll”, pero nadie puede negar que el éxito en el verano de 1955 del “Rock Around the Clock” de Bill Halley and The Comets podría considerarse como el inicio oficial del Rock and Roll.

Pero atención, esto no es un disco de Rock and Roll. Es un disco de Rhythm and Blues. Desde que comencé a interesarme, primero por el blues, y luego por el Rhythm and Blues, siempre me ha sido algo complicado, primero, entender qué es exactamente el Rhythm and Blues, y, en segundo lugar, explicarlo.

La definición más académica de este término es esa que define el Rhythm and Blues como el estilo surgido en los años 40 que resulta de la mezcla de Blues, Swing, y Woogie Boogie. Lo que se llamó en un principio “Jump Blues”, y que luego también derivo en muchísimas ramificaciones. En la práctica, se ha utilizado el término Rhythm and Blues como un cajón desastre donde se incluyeron, a partir de la década de los 40, la música realizada por la comunidad negra, para la comunidad negra. Finalmente, es tal la cantidad de “estilos” diferentes englobados por el término Rhythm and Blues, que cuesta dar una definición exacta.

Precisamente, uno de los aciertos de este disco es que el abanico de estilos diferentes que recoge es una representación muy fiel de todo el espectro de estilos con el que se podría definir el Rhytm and Blues.

Personalmente, lo primero que me llamó la atención de este disco es la abrumadora “master class” de interpretación vocal de Cecilya. Atentos al matiz. No estoy hablando solamente de saber cantar. Efectivamente, la técnica vocal de Cecilya está fuera de toda duda (afinación, fuerza, control, precisión, …). Hablo de algo más difícil. La cantidad de matices y registros diferentes en los que Cecilya muestra su dominio es abrumadora. No sólo porque los diferentes estilos incluidos en el disco exigen de por sí una adaptación a las diferentes formas de interpretar cada canción, sino que, incluso dentro de cada tema, es impresionante (y os aconsejo que durante la escucha del disco lo hagáis) centrar la atención en la voz y detectar los diferentes matices, fraseos, giros, en la interpretación de cada tema. Absolutamente perfecta.

Quizá Cecilya se ruborice si la comparo con las grandes del género (Ruth Brown, Big Maybelle, Helen Humes, …), pero no puedo evitar que estos nombres se me vengan a la cabeza cuando escucho este disco.

Cecilya Mestres es una cantante de origen barcelonés, afincada actualmente en Paris. Con un bagaje muy interesante, en cuanto a su formación y diversas aventuras musicales (Barcelona, Londres, Mallorca, Argentina, Paris, …). Ella explica mejor que nadie su historia en su web:

Cecilya Mestres


Os aconsejo que escuchéis igualmente su disco de 2021 “Cherry Blossom”, más cercano al sonido “Americana”, y un EP de 5 temas “Cecilya and Los Hot Tamales” de 2020, éste más similar al estilo que nos ocupa.

La excelencia de la parte vocal no debe desmerecer en absoluto al grupo de músicos que la acompañan. Ni mucho menos. Aquí me voy a permitir destacar la guitarra de Rudolph Dumont, y el saxo (tenor y barítono) de Sax Gordon. Excelentes. Siempre precisos y haciendo exactamente lo necesario para aportar ni más ni menos lo que cada canción necesita.

Todo esto no podría apreciarse en su justa medida sin una producción a la altura. Grabado entre España y Francia (y con los saxos grabados en Estados Unidos). Producción de Rudolph Dumont, Jorge Otero y la propia Cecilya Mestres. El disco tiene un “sonidazo”, todo hay que decirlo. Sobre todo, porque han tenido el curioso detalle de grabarlo a la mitad de velocidad (“Half-speed recording”, que dirían los anglófonos). Así que nos encontramos con la peculiaridad de que se trata de un LP de 12” a 45rpm. Curioso.





Aquí va una pequeña reseña de los temas (composiciones de Cecilya y Rudolph Dumont, excepto donde se indica):

 


SIDE A

1-    Back in 1955

La guitarra con trémolo da la entrada al rock and roll del disco, con todos los tópicos del año y el estilo al que se refiere (“Marilyn, James Dean, … people can’t stop jiving, rock’n’rolling till the light, music keeps them smiling back in 1955”). Engancha a la primera.

 

2-    I’ll take you to the party

Llega la fiesta, con el “Screaming sax” de Sax Gordon. Aquí es donde nos acercamos al estilo de los grandes temas de Rhythm and Blues hechos para el baile y la diversión (Louis Jordan, Wynonie Harris, Roy Harper, Amos Milburn, …).

“Tonight Im gonna take take you the party…”

 

3-     From Barcelona.

Canción autobiográfica y, según escuché en una entrevista, la favorita de Cecilya. El repaso a los géneros incluidos en el Rhythm and Blues no sería completo sin incluir uno de los estilos de mayor éxito comercial en los años 50. La mezcla de ritmos latinos con Rhtyhm and Blues.

Mambo y Rhythm and Blues perfectamente integrados. Imposible no mover los pies.

“Sunny sky, Barcelona in July, … That’ where I come from…”.

 

4-     Evening

Llega la calma. Llega el momento del blues. Y el saxo vuelve a hacer de las suyas (atentos al “sonidazo” del saxo). Tema originalmente interpretado por T-Bone Walker (Guitarrista imprescindible para entender la evolución de la guitarra eléctrica en el Blues y el Rhythm and Blues). Personalmente había escuchado este tema en un recopilatorio de T-Bone Walker, pero aquí la canción cobra una nueva vida. Emocionante.

 

SIDE B

1-    Wild Soul

Vuelve el ritmo y la energía del Rhythm and Blues más primitivo y salvaje. Buenísimos los arreglos con la palanca de vibrato de la guitarra.

Ya lo dice el título: Cecilya es un alma salvaje.

“Now I’m gonna try to go and live my life, got my own story …”.

 

2-    Don’t leave me in the darkness

Volvemos al tono del blues más triste. Imposible no emocionarse con esta interpretación de Cecilya. También hay sitio para los acertados arreglos de la guitarra y el saxo, y el lucimiento del piano en el solo.

“Please don’t leave me in the darkness all alone…”.

 

3-    Gimme one Night

De vuelta al baile y la diversión. De vuelta a los orígenes del género.

Gran trabajo nuevamente de la guitarra y el saxo. Momento de lucimiento para ambos.

 

4-     What about love

Acertada versión de Freddie King (otro guitarrista imprescindible). Ritmos sincopados para, nuevamente, animarnos al baile antes de acabar el disco.

 

Aquí tenéis el enlace a la playlist del disco en Youtube:

Cecilya and The Candy Kings - Back in 1955


La próxima vez que alguien me pregunte qué es exactamente el Rhythm and Blues, le diré que escuche este disco de Cecilya and the Candy Kings.


Espero sinceramente que tengan una carrera larga y exitosa, aunque sea dentro del reducido circuito europeo del Rhythm and Blues, Rock and Roll, y Blues. Desde luego lo merecen, después de haber grabado esta absoluta maravilla. 

 

Ruben Diskobox

Ivoox

Facebook

Twitter

 


Comentarios

  1. Vaya voz tiene la señora. No soy afín a estos sonidos (creo que mi retromáquina sonora se atasca a principios de los sesenta), pero está claro que de calidad va sobrada esta banda. Al contrario que la propuesta de Paco, aquí el excelente sonido final da un puntazo extra al álbum. Le daré una escucha a sus otras grabaciones. Otro descubrimiento y otra vez que rompo mis prejuicios sonoros. Da gusto venir por aquí cada viernes. Un saludazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay dos cosas me gustan por igual. Descubrir nueva música, y hacer descubrir nueva música a los demás, sobre todo cuando, en cualquiera de los casos, se aleja de los gustos habituales. Me alegro de haberte descubierto una propuesta diferente. Gracias por comentar. Un saludo!

      Eliminar
  2. A ver, no es mi sonido preferido, pero tiene su aquel en algunos momentos. Incluso en un par o tres temas he meneado los pies al ritmo. Los músicos no son nada del otro mundo pero son solventes y la voz de la cantante es bonita. Pero, ¿en serio te ha parecido el disco del año?, quiero decir, si algo es todo esto que vamos escribiendo desde hace años es pura subjetividad, pero con la de álbumes que se han editado y falta aún por ecuchar este 2023... en fin, si a ti te lo parece, adelante con ello jajaja En Evening, por ejemplo, la de T-Bone tiene un sentimiento infinitamente más profundo que esta versión o reinterpretación. O sea, a mi me ha parecido que le ponen ganas, pero la producción es pobre, plana. No sé cómo explicarlo porque no soy un entendido en música ni un ingeniero de sonido, pero no se me despega la impresión de que son un grupo amateur, de esos que te encuentras en un bar de copas tocando la música que les gusta, con mucho oficio, experiencia y amor, pero sin ese ALGO. Lo dicho, que yo me entiendo. Saludos y buen finde. KING

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que si, finalmente esto es pura subjetividad. Y esa es la gracia. No es cuestión de saber ni de ser un entendido. Te llega o no te llega. Y yo me enamoré de este disco, de las canciones, del sonido, y de la voz de Cecilya. No tiene mas explicación, ni hay que buscársela. Me alegro en cualquier caso de que hayas meneado los pies al ritmo de este grupo. Muchas gracias por comentar. Buen fin de semana!

      Eliminar
  3. Hace unos años descubrí a Cherry and the ladies, un grupo formado íntegramente por mujeres y que también hacían rock and roll de los pioneros, mezclado con el swing, el r&b,. Este disco que nos traes me lo ha hecho recordar, con esas imágenes de pin up, faldas con vuelo, tupés,etc...
    Música muy divertida, genial para amenizar quedadas moteras, garitos como tommy mels y similares. Buenos músicos, buenas voces y buen rollo.
    Gracias por ampliar el abanico del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que la propuesta te haya dado buen rollo. Y sí, siempre está bien ampliar el abanico. En mi opinión hay cosas interesantes en casi todos los estilos. Gracias por el comentario. Por cierto, no conocía a Cherry and the Ladies. Me lo apunto para una próxima escucha. Saludos.

      Eliminar
  4. Como llego tarde a los comentarios, poco más que decir que mis compañeros antecesores. Estoy escuchando ahora el dicho y olé, tiene ese puntillo añejo al que no puedes decir que no, aunque sea tres o cuatro temas. En la variedad está el gusto y la evolución de las especies. Buena aportación amigo. Saludos. P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado (aunque sea para pasar un rato con 3 o 4 temas). Estoy de acuerdo en eso de la variedad. Intentaremos que este foro siga ampliando sus horizontes musicales (ya de por sí amplios). Gracias por el comentario.

      Eliminar
  5. Si tenéis la opción, JF León le hizo una entrevista en su programa "Rock and Rollo Animal", ahí escuché los primeros cortes de este disco y ella es encantadora

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, vi la entrevista. La verdad, me cayó muy bien. Muy cercana y muy simpática.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura