Ir al contenido principal

Nazareth - Malice in Wonderland (A&M Records, 1980)

 


Hace unos días falleció uno de mis cantantes fetiche, Dan McCafferty, escocés que puso cara y voz a Nazareth desde sus inicios a finales de los sesenta hasta el año 2013, cuando aquejado de problemas crónicos de salud dio un paso al lado, retirándose de escenarios, giras y eventos varios. Veintidos discos en estudio nada menos, entre los que hoy rescato este Malice in Wonderland (1980) a modo de homenaje.

Las enciclopedias dicen que este fue su undécimo esfuerzo en estudio. Tras cinco producciones a cargo del guitarrista Manny Charlton deciden acudir a un colega para que haga las labores de mando: Jeff Baster, músico que había formado parte de algunos de los mejores momentos de The Doobie Brothers. Tras unos discos de carácter duro deciden apostar por sonidos más "comerciales". Volver a los riffs de sus primeros años mezclado con un toque AOR, con voces más trabajadas en el estudio y arreglos de percusión, sintetizadores y capas de guitarras. Un sonido más blandengue, vaya, aunque tampoco mucho. Para eso vino Baster, por supuesto. Malice in Wonderland lo grabaron en los famosos Compass Point Studios de Nassau, junto a Dan, el baterista Darrel Sweet, los guitarristas Manny Charlton y Zal Cleminson y el bajista Pete Agnew, con colaboraciones puntuales. 


Abrimos con uno de sus estribillos más famosos: "Mamma, mamma, please no more jaguars/I don't wanna be a pop star/...", una canción que funcionó bien como single, aunque no consiguió vender el álbum. Holiday nos habla de "tomarse un día libre", de parar un momento en mitad de la vorágine "drinkin' my wine, makes me feel fine/gonna have me a holiday". Showdown at the border es otra de las joyas de este mundo malicioso, también de pegajoso estribillo, con unas buenas guitarras y McCafferty bordándolo, una historia de malentendidos y enfrentamientos a ambos lados de la frontera (tequila vs. petróleo). La adrenalina roquera abre Talkin' to one of the boys: "one of the boys told me what was/coin´on last night/one of the boys said if I tried it/eveythin' would be alright". Si piensas bien, una canción sobre perder la virginidad, aunque yo más bien creo que trata del primer contacto con un buen subidón de algún tipo de sustancia ilegal. La primera balada sigue a continuación, Heart's grown cold. Las guitarras me recuerdan a Neil Young. Melodía emotiva, donde McCafferty se siente libre y luce emoción. "you're the one whose heart grows cold". Un coro gospel da un toque muy chulo al tema. Fast cars se sale del registro, primero por la inclusión de un vibráfono en primer plano, el ritmo entrecortado y la producción de la voz, con mucho eco. El momento más bajo del disco. Una mujer de vida veloz como protagonista: "she don't know what real love is/seh's always had second best".


Big boy abre la cara B tras una ¿mala? noche, despertando sin recordar nada: "woke up in my garage, I was holding my own/Can't remember where I'd been" y una enorme resaca. ¡Alguien puso algo en mi copa! "Till the danger man with his danger plan/He took me aside/And then he took me apart". Firmada en solitario por Cleminson, por cierto. Excelente melodía, un riff pegadizo y un toque de reggae en el estribillo. Sigue más rotunda Talkin'bout love, con uno de los mejores solos del disco, cambios de ritmo y la percusión de Paulinho Da Costa (un clásico) para dar un toque latino al conjunto, la rememoranza de una dama de compañía ("party invitations you don't find it hard") que trabaja en Río de Janeiro: "penthouse suite/dance and never stop". En este distópico mundo de Malice aparece una sentida balada sobre las almas perdidas por el dolor, Fallen angel. De las mejores interpretaciones de McCafferty, no solo aquí, si no en cualquier punto de su discografía. Melodía sencilla, arreglada con una orquesta y un toque acústico en las guitarras. Un final esperanzador (al estilo Nazareth: "There's a lesson to be learned/take the word of a fallen angel/there's a song for every heart"). Vuelta al sonido experimental de la banda en Ship of dreams, esta vez firmada en solitario por Charlton, con un ramalazo west coast alrededor de un riff repetitivo y una melodía bien arreglada; correcta, pero nada sorprendente. Cierra rugosa Turning a new leaf, marcando el paso roquero, con cambios bien entrelazados y otro buen trabajo de guitarras.


La edición que comparto es la original yanqui, con su encarte y su portada, digamos, extraña. Firmada por Amy Nagasawa con fotos de Bernard Faucon, muestra a un grupo de niños y adolescentes en un picnic campestre interrumpido por un incendio. Muy meritorios los muñecos, la composición y el detalle, incluyendo un tocadiscos. Llamativa con este logo cruzado en rojo. Siempre les gustó cuidar las portadas. Al fin y al cabo, era otro de los reclamos en aquellos años. 

Disfrutad de buena música y pasad un buen fin de semana.

Nueva cuenta de Twitter: @Rockologia_












Comentarios

  1. Buena música para acabar la semana. Acompaña a este viernes lluvioso y frío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La música de Nazareth pega con cualquier clima. Y si le arrimas una copa de güisqui o similar, mucho más. Un saludazo.

      Eliminar
  2. Muy interesante y agradable de escuchar, aunque nunca he sido seguidor de la banda y no puedo comparar con el resto de su discografía sobre lo blandengue que dices que es. Lo encuentro irregular, eso sí. También quizás sea por mi desconocimiento de sus sonidos que no comparto lo que dices sobre Fast cars. No la encuentro un momento bajo. Es cierto que se aparta del estilo más rockero o de classic rock melódico del resto del disco, pero me parece fresca e incluso podría decirse que un poco progresiva. En fin, otra estupenda entrada en la que –ya parece tu marca de fábrica, and I like it– aportas datos de las letras y la temática de las canciones. Un abrazo desde una otoñal Barcelona excepcionalmente soleada.

    ResponderEliminar
  3. Sí, una marca o una forma de explorar la música. Me parece interesante compartir qué temáticas abordan, cuando merece la pena. Explicar las canciones que me gustan, compartir lo que oigo y me hace sentir, es la principal razón por la que sigo escribiendo sobre música. That's right! Respecto al nivel, yo creo que es un buen disco, completo, algo irregular en cuanto al planteamiento, pero sin canciones malas. El que una guste más o menos también depende de la oreja de cada uno, ya tú sabes. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Pues suscribo todo lo que dice el King, no seré yo quien le leve la contraria. Trabajo interesante y fácil de oír y gustar. No es de mis bandas de cabecera, aunque tiene una buena docena de temas top dentro del hard rock, pero algún que otro vinilo tengo de ellos. Buena propuesta como todas las tuyas. Un fuerte abrazo amigo. P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto, se me olvida decir que este año sacaron álbum: Surviving the Law

      Eliminar
    2. Creo que es una banda de la que "siempre" tenemos algo pero a la que casi nunca se le presta la atención que, en mi opinión, se merece. En cualquier caso, ya sabes tú que esto es cuestión de gustos nada más, no de calidad o bla, bla bla. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Otro de esos grupos que se que debería escuchar más pero una u otra razón siempre he pospuesto. Canciones sueltas sí tengo por ahí y creo recordar que mi hermano tenía un sm disco suyo, con la portada verde o similar.
    Me ha gustado Fallen angel sobre todo y Holiday también me la guardo. Han sido 40 minutos chulos que este fin de semana repetirán.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una banda y un grupo a reivindicar siempre. Luego, en gustos de cada uno. Te animo a bucear en su discografía de los setenta con paciencia. Encontrarás discos excelentes. Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ilegales - Agotados de esperar el fin (Epic, 1984)

  Este es uno de los discos de mi vida. De esos que tienes tan metidos dentro de ti que no necesitas escucharlos con frecuencia. De hecho, hace muchos años que no lo escuchaba, y al volver a hacerlo para escribir esta reseña me ha provocado las mismas sensaciones que recordaba. Como suele pasar en estos discos, me sabía de memoria el orden de las canciones y hasta el tiempo que dura el espacio entre canción y canción. Esta nueva escucha me ha servido también para reafirmar mi opinión de que este es uno de los mejores discos españoles de la historia. Así de claro. Esta cinta (ya que primero fue una cinta grabada, antes de hacerme con el vinilo), fue una de esas que desgasté en mi radio cassette en mi época preadolescente. Ni siquiera tenía caratula, ni los títulos de las canciones, pero fue una de mis cintas favoritas durante esa época. Siempre me chocó el sonido tan especial del disco. Una “reverb” exagerada en la voz, el sonido de la batería super seco, casi cercano al de una ...

Los Ronaldos - Saca la lengua (1988, EMI)

      ¿Qué mejor excusa para escribir la entrada de hoy que Coque Malla da esta noche un concierto en el Wizink Center de Madrid celebrando el 40 aniversario de su carrera musical en el que sus ex compañeros de Los Ronaldos le acompañarán en el repertorio que rememore de aquella época? Pues es una fantástica excusa, pero yo tengo otra casi mejor para hablar de este disco: y es que el rock nos gusta y nos divierte. Nada mejor para escuchar rock and roll, yeah. Cuando empecé a escuchar música estaba influenciado por mi hermano mayor, que era un fanático del heavy metal anglófono y mi hermano Carlos, mucho más popero pero también con la mayoría de discos en inglés. Y por ello, yo no escuchaba música en español. Me sacaban 9 y 7 años por lo que iban mucho más avanzados y les seguía. Un ejemplo, en mis adoradas VHS’s con videoclips, apenas hay temas en español: directamente no se grababa si lo entendíamos. El caso es que todo empezó a cambiar allí por finales del 88 y ...