Ir al contenido principal

Cozy Powell - Tilt (Polydor, 1981)

 


Este es un disco basado en la amistad. De hecho, al final de los créditos hay una frase significativa: "people were actually seen smiling on these sessions!". La gente sonreía en el estudio. Esto no es banal para Cozy Powell (baterista, para quien no le conozca). El venía de una larga experiencia en estudio y en directo un tanto compleja. Comenzó  con The Jeff Beck Group y, tras una breve estancia en Bedlam y alguna aventura en solitario, acabó en los Rainbow de Ritchie Blackmore. Tras los míticos Rising (76), Long live rock and roll (78) y Down to Earth (79) y una densa gira mundial, Powell tuvo claro que tenía que cambiar: por que no estaba a gusto con la deriva "comercial" de Blackmore y, porque estaba cansado de las tensiones con el "Hombre de Negro" y sus continuos cambios de humor. Así, tras el concierto en el Monster of Rock del verano de 1980 cogió sus baquetas y comenzó a buscarse la vida. Y vaya si se la buscó: en 1981 tocó en el Line-Up de Graham Bonnet y en el MSG de Michael Schenker Group (casi nada). Ese mismo año, en primavera, se metió en los estudios Britannia Row para grabar su segundo disco en solitario (había editado Over the top en 1979). El disco contiene ocho canciones que se reparten en una cara totalmente instrumental (la B) y una con cantante (la A). 

Y aquí es donde aparecen los amigos.

Llamó a su colega Jeff Beck. Jeff tocó en dos canciones que trajo compuestas por Jan Hammer, ambas instrumentales. Jan formó parte de la Mahavishnu Orchestra a comienzos de los setenta, publicó en solitario más de veinticinco álbumes y colaboró con casi cualquier artista del mundo del jazz y el rock, entre ellos Jeff Beck. Juntos habían estado en Wired (!976), Jeff Beck with the Jan Hammer Group Live (1977) y en There&Back (1980). En Cat moves cuentan con Jack Bruce al bajo y montan un temarro ecléctico y algo loco con cierto tufillo funk; en Hot rocks, en cambio, Beck es el rey del asunto (junto a nuestro protagonista), dejando un solazo impresionante.


Necesitó a otros dos amigos para rellenar esa cara B instrumental. Don Airey, teclista, comenzó su vida profesional en un grupo llamado Cozy Powell’s Hammer; grabaron un single juntos en 1974 (Na, na, na), pero la historia no dio para mucho más. Powell le llamó cuatro años después para que probara suerte en una banda en la que estaba tocando; el puesto de teclista había quedado libre y el jefe estaba interesado en escucharle. Esa banda se llamaba Rainbow y Don se sentó tras los teclados a finales de 1978. Airey, entre aquel single primigenio y su entrada en Rainbow, formó parte de uno de los combos más interesantes de finales de los setenta: Colosseum II. Más allá de la música, el mayor valor de aquella experiencia fue conocer a Gary Moore, guitarrista y compositor de las dos canciones que rellenan esta cara B. Sunset es una maravilla 100% Moore, donde el irlandés muestra su genialidad y sensibilidad; The blister, en cambio, se acerca al hard rock que haría él mismo poco después en su carrera en solitario, con Cozy reventando los parches.



Para las canciones que formaron la cara A cambió totalmente el registro. Contó con Graham "Kirby" Gregory, inquieto guitarrista que había tocado en la banda progresiva Air cut y, con éxito comercial, en Stretch. De esta aventura Kirby trajo al cantante Elmer Gantry y al teclista John Cook. Los tres componen y tocan en The right side, un tema de aroma sixties que incluye el saxo de Mel Collins (King Crinsom, Humble Pie, Camel), Jeckyll & Hyde, más jazzero, y Sooner or later, con un "moderno" teclado y un buen estribillo, quizá de lo más comercial del disco. El bajo lo metió Chris Glen. Y no es baladí su presencia: Glen y Powell compartieron experiencia meses después en la banda de Michael Schenker. La última canción de la cara A trajo a más colegas: Neil Murray al bajo, Bernie Marsden a la guitarra, Don Airey a los teclados y Frank Aiello a la voz. Los cinco coincidieron en Cozy Powell's Hammer, allá por 1974. Con Marsden y Airey compuso Powell la canción Living a lie, una balada muy blusera. 


El álbum se publicó en junio sin mucho éxito. Las ocupaciones varias de Cozy tampoco permitieron hacer una buena promoción o montar una gira. Aunque, vista la amalgama de músicos, tampoco creo que estuviera en su mente.

La llamativa y dudosa portada corrió a cargo de TCP, una empresa de Hipgnosis, con Paul Maxon como fotógrafo y diseñador. Curiosamente, esta misma gente se encargó del Difficult to cure de Rainbow, le primer disco de la banda sin Powell. Cosas que pasan.

Cozy Powell formó parte de Rainbow, The Jeff Beck Group, Black Sabbath, Whitesnake, The Brian May Band o Michael Schenker Group y tocó en más de sesenta discos, incluyendo a Gary Moore, Yngwie Malmasteen o la ELO. Un crack.

Pasad un buen fin de semana.










 


Comentarios

  1. Pués qué quieres que te diga, le falta fuerza. No hace mucho escuché el The drums are back y me gustó mucho más. Este es escuchable, agradable, pero sin punch para mi gusto. Y la portada es horrenda jajaja... pero es un buen documento vinílico. Hay que reivindicar al mercenario Powell. Que tengas un buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que ninguno de los discos en solitario de Cozy Powell pasa de un aceptable. Y no por la técnica o la producción o las canciones. Creo que siempre fueron un divertimento más que un verdadero "aquí voy a por todas". No cantaba, no tocaba otros instrumentos, casi nunca componía. Tampoco era un bellezón. Así es difícil triunfar en solitario. Yo me los tomo como un complemento a las bandas a las que perteneció. En este, disfruto mucho con los temas con Gary Moore y el último con Beck también es una pasada. La cara A es bien flojita en cuanto a resultado final, pero se deja escuchar. Una delicatessen en mi colección en realidad. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Para los nombres soy fatal, y no me suena el de Cozy, pero escucharlo en otras bandas seguro. Pedazo curriculum que tiene este tío. Me está gustando lo que escucho. Buen aportación Manu, como todas las tuyas. Abrazos. P

    ResponderEliminar
  3. Pues, aunque no soy mucho de instrumentales, del disco me quedo con Sunset y The Blister. Me parece que es un disco que con la gente que estuvo ahí, debería haber sido mucho mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguramente, si de esto hubiera dependido el condumio hubieran gestado algunos más intenso, comercial, qué sé yo. Pero me temo que su intención era más grabar algo y a otra cosa. Un abrazo

      Eliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Carlos Santana - "Europa" (CBS, 1976)

Es imposible no identificar esta canción con solo escuchar las cinco primeras notas. A pesar de ser instrumental es tan conocida que cualquiera con un mínimo de cultura musical podría “ cantar ” y reconocer las notas iniciales ( tan-tan-na-na-na-nanananá-tanananá…. ). Y cualquiera con un mínimo de sensibilidad también notará cómo se le eriza el vello. Es una melodía que llega al alma, triste y melancólica, una guitarra que habla y llora, que nos cuenta una historia y, sin necesidad de palabras, solo con las notas de la guitarra es fácil de entender. Pero veamos qué hay detrás de ella. Vamos a desnudarla y a comprenderla.

Extremoduro - Yo, minoría absoluta (DRO, 2002/2014)

  Cuando una banda de rock alcanza el éxito tiende a repetir la fórmula o a dejarse domar por los sonidos que le imponga la discográfica. En el caso de Roberto Iniesta, el Robe, alma, cerebro, venas y corazón de Extremoduro, el éxito le pilló preparado. "La masa es imbécil. Si sales en la tele puedes hacer un libro, un disco o lo que se te ponga en la punta del nabo. A mí eso no me interesa ni vender más discos ni que me conozca más gente. Como estoy ahora estoy bien, pudiendo organizar una gira y no tener que decir «no puedo dejar de tocar en noviembre porque no tengo un puto gil», así me vale". Y continuó haciendo lo que le dio la gana después del éxito de Agila (1996): editaron el directo Iros todos a tomar por culo (1998) y el controvertido Canciones prohibidas (1999), donde daban rienda suelta a su creatividad, con éxito y críticas reguleras.  Y se tomaron un descanso. "Creo que cuando siguen haciendo cosas buenas y nuevas los grupos funcionan, aunque estén dos o...

Ramoncín - Al límite vivo y salvaje (1990, BMG)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que este sábado tengo una Cita con mi chica para irnos de concierto a ver y escuchar al señor José Ramón Márquez , os traigo uno de los directos más importantes del rock español. Muchos denostan y menosprecian la figura e impronta de Ramoncín en nuestro rock patrio por su época de adalid de los derechos de autor a la cabeza de la infame SGAE, por su etapa de tertuliano y protagonista del papel cuché e, incluso, por su largo periplo como presentador de un concurso de televisión (mis amigas se pegaban por ir de público para verlo, todo hay que decirlo). Bien, pues no saben separar el polvo de la paja. Yo paso de todo aquello, y me quedo con la música que es lo que todos aquí amamos. Me voy a quitar desde el principio la parte técnica e histórica. Grabado en el 90 durante unos recitales en los que no presentaba ningún disco nuevo lo que le quitaba un poco de presión. Luego nos enteramos de que eran una despedida: en aquel m...

Medina Azahara - En directo (Avispa, 1990)

  Ya lo he escrito en este blog: a veces no escucho música, escucho recuerdos. Las canciones se pegan a los momentos en los que vivimos y al volver a ellas es inevitable revisar las imágenes y las emociones que las acompañaron. En otras ocasiones, uno se siente hasta protagonista, como si el músico las hubiera compuesto para nosotros, pensando en "eso" que nos sucede. Y en otras, literalmente, sin tocar ningún instrumento, somos esa canción. Esto último sucede con este Medina Azahara en directo : yo estuve en ese concierto, por lo que, de algún modo, cuando escucho el disco, ahí al fondo, está mi voz. Fan de "los Medina" ni fui ni me considero, pero un concierto de ruido al lado de casa había que disfrutarlo. El álbum se grabó un 30 de junio de 1990 en el anfiteatro Egáleo de Leganés, Madrid, escenario al aire libre mítico aquellos años; allí vi también a Panzer, Burning, Sangre Azul y alguno más. Por cierto, a la banda la presentó aquella noche José Carlos Molina (...

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero ...

Los Relámpagos – Nit de llampecs (Novola-1965)

Y tras el hiato estival y la visita de Hetfield & co . de hace quince días, hoy toca reseña de la serie “ Los singles de mami ” en la que, como ya sabéis los habituales, aúno mi amor a la música en formato vinílico con el recuerdo a mi madre –fallecida hace poco más de un año– y a su gusto por la música pop de su juventud. Los protagonistas de hoy son Los Relámpagos , un grupo de rock instrumental que –como muchas bandas e intérpretes en aquella época– surgieron a raíz de un concurso musical en el que coincidieron José Luis Armenteros (guitarra), Pablo Herrero (órgano), Ricardo López Fuster (batería) y los hermanos Ignacio y Juan José Sánchez-Campins (guitarra y bajo, respectivamente). Los cinco darían forma a Dick y los relámpagos , que no tardaron en perder de su nombre a Dick , fuese quien fuese el tipo.    En 1962 comienzan a tocar en un club a cambio de vales de consumición y propinas y dedican los domin...