Como ya sabéis, acostumbro a comprar vinilos como souvenir de mis viajes. Salvo excepciones, la mayoría son de segunda mano y los grupos no tienen nada que ver con los países visitados. Sin embargo, esta vez iba a pasar unos días en Oslo y Estocolmo por lo que mi intención era hacerme con discos de black metal escandinavo. Así que me he traído tres nuevos vinilos para la colección de los que, evidentemente, pienso hablaros en este espacio a sabiendas de que su escucha interesará a bien pocos de los habituales lectores del blog. Voy a comenzar con los suecos Dark Funeral, banda que se formó en Estocolmo por los guitarristas Lord Ahriman y Blackmoon, o lo que es lo mismo, Mikael Svanberg y David Parland, y de quienes me había gustado mucho su Where shadows forever reign. Este 2022 han sacado We are the apocalypse pero no estaba en la tienda así que me pillé esta reedición –también de este año– de Osmose Productions de su Angelus exuro pro eternus por unos atractivos 18 euros al cambio.
Y como nunca han aparecido por aquí, toca hacer una breve reseña de presentación. Los antes mencionados graban su larga duración de debut junto a Themgoroth al bajo y voces y un tal Equimanthron –qué nombrecitos, madre mía– a la batería, con Peter Tagtgren de Hypocrisy a la producción. Para el siguiente álbum entra como nuevo vocalista y bajista Emperor Magus Caligula –o sea, Magnus Broberg, el primer cantante de Hypocrisy–, Typhos a la guitarra en substitución de Blackmoon y Alzazmon a la batería. Es decir, segundo elepé y solo un miembro original. Para el siguiente álbum encontramos un nuevo cambio de formación, con Dominion a la guitarra y Matte Modin a la batería. Y en su cuarto larga duración volvemos a encontrarnos con cambios al entrar Chaq Mol –oficialmente Bo Anders Nymark– a la guitarra y quedar el bajo en manos del músico de sesión Gustaf Hielm.
Así llegamos al disco que hoy os presento, este Angelus exuro pro eternus que supone el regreso de Tagtgren a los mandos después de que Daniel Bergstrand produjese su anterior Attera totus sanctus y que, para variar, vuelve a tener nueva formación. Así pues, el line up que grabó esta obra estaba compuesto por Lord Ahriman, Emperor Magus Caligula y Chaq Mol con la adición de B-Force y Dominator –es decir Bennie Fors y Nils Fjellstrom– al bajo y batería, respectivamente.
Total, que grabado, producido y mezclado por el todopoderoso Tagtgren en su estudio The Abyss y con portada de Daniel Valeriani, el track list fue:
A
The end of human race
The birth of the vampiir
Stigmata
My funeral
Angelus exuro pro eternus
B
Demons of five
Declaration of hate
In my dreams
My latex queen
Esta animalada se inicia con The end of human race, rápida, con un doble bombo aplastante y un riff a tope blackmetalero que recuerda a los Cradle of filth más extremos. Le sigue The birth of the vampiir, más rápida aún que su predecesora pero igual de afilada y machacante. Con Stigmata, los Dark Funeral bajan levemente la velocidad, con una afinación un pelín más grave que recuerda a los Rotting Christ. My funeral, de la que se filmó un controvertido videoclip, es otro temazo y otro ejemplo de sonido aterrador, riffs lacerados y una batería desbocada. Y es precisamente el tema título Angelus exuro pro eternus el que me resulta algo repetitivo, tanto en su desarrollo sin los diversos cambios de ritmo que si se dan en sus predecesoras, como en su sonido general.
La cara B comienza con Demons of five, que sigue la tónica de lo anterior en esta apisonadora sónica, aunque en esta ocasión se dan varios cambios de ritmo así como algunos arreglos de guitarra que dan color a esos riffs tan típicos del género. Otro gran tema. Le sigue Declaration of hate, otra cabalgada de doble bombo inhumana a cargo de Dominator. Más de lo mismo, unas voces infernales, riffs que taladran la corteza cerebral... en fin, el infierno en el giradiscos. Uno llega a In my dreams tan metido ya en el averno y la oscuridad que el maremágnum sónico de la producción de Tagtgren no nos impide advertir melodías y capas internas de la cebolla en este tema que, pese a no parecerlo en una escucha superficial, en realidad se aleja de lo escuchado hasta ahora con un resultado muy positivo. Y esta salvajada finaliza con My latex queen, que sigue la senda de todo lo escuchado hasta el momento, con una parte final aterradora en la que la banda echa el freno para dejarnos con ganas de volver a poner la aguja al principio del disco y escudriñar detalles que se nos hayan pasado por alto.
Y eso es todo por hoy. Al no ser un seguidor habitual de la banda, ignoro
si es una de sus mejores obras o no, pero a mi –tras degustarlo con
atención– me parece altamente disfrutable y recomendable. Eso sí, como he dicho al
principio, no está hecho para todos los oídos por lo que no espero que lo
escuchéis muchos de vosotros.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Bienvenido al blog. Una temporada más dando la turra con nuestras maníacas apetencias vinílicas. No somos por aquí de este género, y me incluyo. Los más heavies del lugar nos han ido abandonando o han desaparecido casi del todo. Pero le daré una escucha. Con el género me ocurre lo siguiente: soy de discos. Algunos me encantan y otros, no sé porqué, no soy capaz de terminarlos. Igual tengo que insistir más, qué se yo. Bonita edición, por cierto. Un abrazo.
ResponderEliminarLo sabía, pero he venido de Noruega blackmetalero total, o al menos, muy interesado y enamorado de varias bandas. Es verdad que una primera escucha para oídos poco entrenados puede resultar exasperante, pero la variedad de riffs, atmósferas y matices que muchas de esas bandas infieren a sus temas es de verdad muy recomendable. Intenta escucharlos con cariño y poco a poco, sin meterte en vena de golpe el álbum y a ver si te pasa como a mi y comienzas a amar este estilo. Ya ves, te hablo como cuando recomendábamos a la peña comenzar por las baladas de Scorpions y seguir con cosas menos blandas. En fin, mis dos siguientes entradas también serán de esta tónica así que tienes tiempo para irte acostumbrando a la oscuridad y la muerte. Un abrazo.
EliminarPues el guturalismo no es para mí. He aguantado hasta la tercera pero el ritmo endiablado del doble (a mí me parece hasta triple) bombo y la voz de ultratumba han dinamitado mi esfuerzo. La edición muy bonita, parece que todos estos grupos de black metal satánico cuidan un huevo sus ediciones y que la venta de sus almas al diablo les da la pasta necesaria para ello. Lioso los nombrecillos que se ponen los músicos y curioso el baile de integrantes. En fin, que me alegro que hayas encontrado en ese viaje música que te mueva por dentro. Un abrazo, tío. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarGracias Dani. Respecto al álbum, bueno, ya me hacía una idea de que a ninguno de vosotros os iba a resultar de fácil digestión. Aún has aguantado tres (espero que Stigmata the haya gustado) que ya es muchísimo para tus gustos. Saludos.
EliminarSoy menos de mente abierta que tú, fíjate. Tú escuchas mis mierdas...
EliminarJajajaja... eso es porque soy un pelín obsesivo en algunas rutinas. Como amante de la música en general y por respeto a todos los que publicamos, decidí que escucharía todo lo que apareciese por aquí, FUESE LO QUE FUESE. Y en eso estoy. Además, uno nuca sabe qué melodías preciosas puede encontrar entre la basura. Venga, relájate, túmbate, cierra la luz, ponte los auriculares y sumérgete en el black metal. Y si no es con este disco, quizás sea con el de la siguiente entrega. Feliz domingo.
EliminarEscuchado King. Un discazo que hace estallar el cerebro y eso, muy de vez en cuando, viene bien. Lo escucho después de Magnum y tengo preparado para después uno de mis disco favoritos de siempre el "Under The Sign Of The Black Mark" de Bathory. Gran viaje, gran disco y gran entrada amigo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarVaya sorpresón que hayas sido capaz de escucharlo y lo aprecies. No te hacía yo muy fan de estos sonidos. En total van a ser tres entradas dedicadas a este género, cada una con un grupo de estilos variados dentro del mismo saco. Espero que te gusten un poquito. Abrazo de vuelta.
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