Ir al contenido principal

Elvis in concert (RCA, 1977)

  Un doble álbum que refleja los últimos espectáculos del Rey del Rock. 

 Traigo hoy a la comunidad del vinilo un doble álbum que es un documento imprescindible para cualquier amante de la figura de Elvis Aaron Presley y de una gran importancia histórica: el último concierto del Rey del Rock.

    Pero también es un disco que esconde un par de mentiras.

    Porque no es el último concierto del malogrado artista, que moriría en su mansión de Graceland el 16 de agosto de 1977.  Ni siquiera es un concierto real: la cara A y la cara B del primer vinilo son las grabaciones que se hicieron de dos actuaciones diferentes en un cuatro pistas para un especial televisivo de la CBS, de esos que tan buen resultado le traían al artista, pero el estado de deterioro de Elvis en aquella época hizo guardar aquel material y solo su fallecimiento motivó que se sacaran del cajón para intentar buscarle un rápido beneficio.  Sin embargo, las grabaciones de aquellos dos conciertos (Omaha, en Nebraska, y Rapid City, en Dakota del Sur) no parecían suficiente para justificar la tirada y el segundo vinilo fue "compuesto" con diferentes grabaciones de la gira durante junio de 1977.

    Sin duda esto explica las diferencias de sonido entre el primer disco y el segundo, y la falta en algunos momentos de la adecuada calidad en una época donde artistas como Peter Frampton ya había demostrado, un año antes (o Deep Purple, con el Made in Japan, en un lejano 72) el nivel al que podía llegar un disco grabado en directo.  Está claro que la intención del productor Felton Jarvis no era ofrecer un material impecable sino aprovechar el tirón, aunque la excusa fuera, tras su muerte, que sirviera de homenaje.

    ¿Justifica esto la segunda mentira, sangrante de más si tenemos en cuenta el artífice?  Sin duda, no.  Porque cuando el especial fue finalmente emitido su padre, Vernon, incluyó un mensaje (que cierra la cara B del primer disco) donde afirma que es el último concierto de su hijo. Fue quizás el último grabado profesionalmente (del último, el de Indiana, hay grabaciones mas o menos piratas) pero la gira incluyó cinco fechas más antes de que Elvis dejara la carretera para siempre. No fue el último concierto del Rey, pero lo intentaron vender como tal, algo que tuvieron que desmentir y matizar después.

    Con respecto al repertorio, podemos encontrar toda la ronda de clásicos habituales en esos últimos años, desde la entrada a ritmo de soul (seguida de la grandilocuencia de algunos compases de "Así habló Zaratrusta") pasando por temas míticos como Hound Dog, Can´t Help Falling in Love o Jailhouse Rock, así cómo una correcta versión de My Way.  Percibimos a un Elvis cansado, drogado (sobre todo en los cortes del primero de los conciertos) y que necesita del apoyo constante a la voz de Charlie Hodge y los coros femeninos que en diferentes momentos, según la fecha registrada, pueden ser The Stamps, las Sweet Inspiration o Kathy Westmoreland.  El primer disco está plagado de fragmentos con comentarios de los fans reivindicando la figura de su ídolo que formaban parte del especial, así cómo el tramposo mensaje de su padre -no puedo evitar que se me haga falso e hipócrita- que cierra el disco.

    Las caras C y D, ya en el segundo disco, son un compendio de diferentes canciones en indeterminadas fechas -no he podido encontrar apenas información sobre cada una- introduciendo algunos temas que se habían quedado fuera del especial.  Quizás porque a veces se le percibe mas fresco o porque los temas tienen menos carácter espiritual-góspel y algo mas de fuerza, la falta de calidad en el sonido se compensa con autenticidad y el trabajo de la magnifica banda que acompañaba al Rey en esos últimos meses, con figuras como James Burton o John Wilkinson a las guitarras , o el gran Jerry Scheff al bajo, hace que en conjunto este segundo vinilo suene mas fresco, menos recargado que el primero.  Destacan temas como Love Me, Fairytale, una divertida versión de Johnny B. Goode o el tema que cierra la cara D, una emotiva interpretación de And I Love You So.

    Resumiendo, no es el mejor concierto de Elvis, ya agotado y por momentos mas perdido que otra cosa, ni la grabación es buena - en algunos momentos, mala-.  Y encima saber que está construido con retales y envuelto en cierto tufillo de estafa comercial -al afirmar su propio padre que era su último concierto sin serlo, feo, muy feo eso-, son hechos que hacen que este álbum deje sin duda cierto regusto amargo. Y sin embargo...

    Sin embargo, y pese a todo, Elvis, obeso y agotado, tiene momentos geniales en los que conecta con su público, que le adora en cada momento, la banda hace un gran trabajo apoyando los momentos mas delicados de la estrella y éste saca a relucir, en los portentosos graves que salen de su interior, toda la sensualidad y carisma que le hicieron ser quien fue.  Como se dice, genio y figura, y aunque el Rey del Rock estuviera en sus últimos y decadentes días, nadie pudo bajarlo de un trono que se había ganado, con todo su talento y sus excesos, a pulso.  Apenas semanas después de estas últimas grabaciones, nos abandonaría y una etapa de la historia de la música habría pasado para siempre. 





Comentarios

  1. Pues te diré lo mismo que le dije la semana pasada a Dani, que no hace falta escuchar el disco para comentar la obra. Elvis es una estrella de la música incontestable y en directo, pese a las carencias y limitaciones de la época, quizás me gusta más que en sus edulcoradas grabaciones clásicas. Toca escucharlo por millonésima vez, que nunca cansa. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Eso es cierto, pese a sus defectos, el directo tiene algo que la sobreproducción de los discos no tienen

    ResponderEliminar
  3. Aún en sus peores momentos, muchos los quisieran para si. Buena entrada con un buen puñado de anécdotas. Saludos

    ResponderEliminar
  4. Buena entrada, con datos muy muy curiosos. No soy especialista en Elvis, pero no me ha parecido un directo flojo, la verdad. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Stevie Wonder - Innervisions (Tamla Motown, 1973)

El año pasado pasó por aquí un recopilatorio de Stevie Wonder ( The Original Musiquarium I ), donde el compañero “Rlguitarra” os hablaba de la “era clásica” de este musico. Hoy me quiero centrar en ese periodo, y os traigo uno de sus discos más memorables de esta época. Un absoluto clásico que en algún momento tenía que estar en este blog. Como para muchos de mis coetáneos, Stevie Wonder fue durante un tiempo el de “Si bebes no conduzcas”, o “I just called to say I love you”. Hasta que uno tiene curiosidad de saber por qué se le aclama como un genio. Es entonces cuando uno comienza a investigar si carrera y su discografía, y descubre la razón de tantos elogios. Exactamente por discos como éste que os traigo hoy. El contexto es el siguiente. Stevie Wonder ya era considerado un niño prodigio (cantaba, componía, y tocaba con destreza multitud de instrumentos, ya desde una edad muy temprana), lo que le hizo unirse a la Motown con solo 12 años. Fue incluso comparado con Ray Charles (no ...

Coney Hatch - Friction (Anthem, 1985)

  Hace unas pocas semanas mi Brokeback Mountain FFvinilo particular (conocido como KingPiltrafilla) publicó el segundo disco de Coney Hatch , justo la misma semana en la que yo andaba preparando este tercer y definitivo largo de los canadienses. Como no me gusta trabajar en balde, hoy he decidido dejar por aquí esta joyita de hard rock que nada tiene que envidiar a sus obras anteriores.  Y comienzo contando cómo "descubrí" a la banda, porque es curioso como llegas a veces a un disco. No soy consciente de haber oído ninguna canción de Coney Hatch hasta que nuestro nunca bien ponderado compañero Dani lo compartió en un comentario del único disco de KISS que ha reconocido disfrutar (el de Ace Frehley en aquello de los “solo albums” ). Al parecer, le había salido de manera aleatoria tras la escucha en alguna plataforma. Y allí que fui a darle al play. Y me gustó. Como soy de natural inquieto, curioso y poco dado a dormir me empapé de aquel disco y de toda la discografía de la...

Harlequin -Love crimes (1980, EPIC)

Hoy te propongo dar un paseo en coche por la margen derecha del río Assiniboine, a principios del otoño de 1979, contemplando a lo lejos las primeras casas de Winnipeg. En el coche, un Volkswagen Rabbit, van apretados en el asiento de atrás Ralph James, David Budzak y Gary Golden, un poco a su aire, mientras delante George Belanger y Glen Willows mantienen una conversación sobre el siguiente paso en su carrera. Mañana es el día. Cogen un autobús hasta Toronto y de allí un vuelo a Nueva York. Donde les espera su gran oportunidad. Durante los últimos meses han estado bregando de garito en garito haciendo tres pases diarios de cuarenta y cinco minutos llenos de versiones, donde colaban alguna canción propia. Ahorrando el suficiente dinero para este viaje. Y lo curioso es que ya tenían un disco en el mercado, Victim of a song (1979), un estupendo álbum de rock melódico que editó la compañía Inter Global Music unas semanas antes de ser comprada por Epic. Ni promoción, ni gira. La falta de a...

Van Halen – Van Halen (Warner Bros. records , 1978)

Hace poco me di cuenta de que increíblemente nadie había reseñado aún el disco de debut de Van Halen , por lo que me puse manos a la obra y decidí dedicarle una entrada como corresponde a una obra seminal en la historia del hard rock del siglo pasado. Y como también soy el que más álbumes de la banda ha traído por aquí, daré por finalizadas mis intervenciones relacionadas con el grupo de los hermanos Van Halen –que alguien traiga el Women and children first , que no tenga que hacerlo yo porlamordediós – con una extensa reseña en la que habrá más texto que otra cosa. Y es que mi copia es una reedición española de 1984. La inicial de Hispavox del 78 tenía la funda original interior aunque en blanco y negro, que no era cuestión de gastar demasiado por unos melenudos desconocidos. Pero esta de WEA S.A. era peor, una funda blanca de papel y tirando, que es gerundio. Así que como vinilo, tiene poca importancia. Es...

Rick Springfield - Living in Oz (1983, RCA)

    Pues voy a ser sacando mis mierdas ochenteras, tras los Mr. Mister y Bruce Hornsby . Como ya esperáis de mí, todo en una balanza que se decanta más por el pop que por el rock, pero con algún guitarreo majo que al final podría hacernos inventar un género hard pop o similar. Y esta vez el protagonista es el cantante y actor australiano, aunque su carrera se desarrolló principalmente en USA, Rick Springfield . El bueno de Rick comenzó a tocar en grupos en su Australia natal, también una época en Inglaterra cuando su padre fue destinado allí. Todo esto en los 60/70, debutando en solitario en 1972 con Begginings . Tras editar este disco, se mudó a USA donde tuvo un éxito moderado con el single “ Speak to the sky ” que hizo que su disco se metiera en el top 40 de los más vendidos. Hasta el inicio de la siguiente década, sacó más discos y empezó su carrera actoral pero su imagen se quedó en la del adolescente/joven. Sin embargo, todo esto cambió en el 81. Una doble explosió...