Ir al contenido principal

Accept - I’m a rebel (Reflektor Z-1980)


Pues sí, con esta serán siete las entradas dedicadas a la banda Accept y cuatro de ellas van firmadas por un servidor. ¿Se nota que me gustan estos alemanes, no? Bueno, al menos hasta la salida de Udo Dirkschneider. Los descubrí el verano del 84, con su fabuloso Balls to the wall. Al año siguiente cayó el no menos imprescindible Metal heart y de ahí pasé a hacerme con el Restless and wild –con la icónica Fast as a shark–, el Breaker con su impactante portada, el estupendo Russian roulette o su debut, con esa llamativa y elegante portada a lo Helmut Newton. Hasta el Eat the heat me compré, aunque no sea mi disco preferido de la banda precisamente. Y supongo que fue por esa época cuando también me hice con el I’m a rebel que hoy os comento, más que nada por no tener un agujero en la colección. Así se explica que mi ejemplar sea una edición de 1987 hecha en Coslada para Discos Victoria S.A. 
 
Grabado en 1979 y editado al año siguiente, la portada era basura –aunque con los años me parece entrañable y mucho mejor que la original alemana–, con el logo del grupo sobre el dibujo de la empuñadura de una espada y sin que apareciese el título. Y en la contraportada salían Hoffmann y los demás, maquillados como un banda de glam metal zombie. Además, en las revistas especializadas no se hablaba de este disco. En la segunda mitad de los 80, con los Accept en pleno apogeo y un sonido distintivo, este álbum no tenía temas remarcables y se encontraba eclipsado por el primero –que pese a tener un sonido pésimo era su primer trabajo, lo que ya le aporta entidad– y el Breaker, con algunos himnos como Midnight highway, Starlight o Son of a bitch. Total, que como os digo, ni me acuerdo de qué año era cuando con afán totalmente completista y sin demasiada ilusión me hice con I’m a rebel. ¿Y sabéis qué?, que no era tan malo. Es más, pese a ser un poco errático en estilo, me parece de gran calidad en lo musical. Era, no sé, diferente, un disco de transición, de búsqueda de identidad. 
 

Producido por Dirk Steffens en los Delta studios, contó con la participación de Udo Dirkschneider a las voces, Wolf Hoffmann y Jörg Fischer a las guitarras, Stefan Kaufmann a la batería y Peter Baltes al bajo y voces en un par de temas. 
 
El track list fue: 
 
A 
I’m a rebel 
Save us 
No time to lose 
Thunder & lightning 
 
B 
China lady 
I wanna be no hero 
The king 
Do it 
 
El disco se inicia con I’m a rebel, el tema que da título al álbum y que es la única vez que Accept han grabado una canción de otro grupo. La historia es interesante. El compositor es un tal George Alexander, que no es otro que Alex Young, el hermano mayor de Angus y Malcolm Young. Resulta que a mediados de los 70, después de un concierto de unos aún poco conocidos AC/DC en Hamburgo, donde por entonces vivía Alex, el promotor de un sello local les propuso grabar un tema para ellos. Y así es como la noche siguiente, al parecer con Bon Scott bastante borracho, la banda se metió en un estudio de Seevetal y grabó –dicen que con Scott haciendo coros y en la batería y Alex cantando, aunque la calidad de lo que puede encontrarse en internet hace difícil sacar nada en claro– esta canción que tres años después acabó ante Hoffmann y compañía. Y la verdad es que, pese a su horrible sonido, lo que puede escucharse en la red tiene un toque muy AC/DC, que en la versión de Accept quedó más glammy y con menos fuerza aunque con un resultado aceptable. Así, con todo, es un buen tema muy resultón. Save us sigue la misma tónica, aunque con un tono algo más judaspriestiano y con un sonido de bajo a ratos un pelín funky disco. Extraña mezcla, pero un –a mi entender– estupendo tema con unas guitarras fantásticas. No time to lose –uno de los dos temas cantados asombrosamente bien por Baltes– es un baladón fantástico. Y Thunder & lightning es quizás la que más se parece a los Accept de su primer disco, un heavy metal setentero más que solvente. 
 

Igual que el China lady con el que se inicia la cara B, que –con un sonido más pulido que en su debut– es un precedente de lo que encontraríamos en su Breaker del 81. Y si en Save us encontraba pinceladas funky disco, I wanna be no hero podría ser la respuesta teutona al disco metal de KISS y su I was made for lovin’ you. The king, también cantada por Baltes, es otro baladón impresionante que comienza con una acústica y que va adquiriendo fuerza conforme avanza, recordándome mucho a Always somewhere de Scorpions. Finaliza el disco con Do it, otro estupendo heavy metal muy judaspriestiano
 
En resumen, que no tiene el sonido que los hizo famosos internacionalmente pero suenan mucho más frescos y variados que en sus últimas obras con el piloto automático puesto, la máquina de autoplagiarse funcionando y Mark Tornillo a las voces. Dadle una oportunidad. 
 






¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Comentarios

  1. Me encanta este disco y le dediqué una entrada en mi blog (que enlazo al final). Si no recuerdo mal, fue lo primero que me compré de Accept (en casé y en oferta). Me falta en vinilo, por cierto. Creo que andaban buscando su estilo, claro, pero muchas cosas ya están, aunque quizá ocultas también por la producción. Udo canta con contundencia en muchos cortes y las guitarras suenan muy bien. En fin, que me lo voy a poner entero ahora mismo. Y sí, la portada es una mierda. Abrazos.
    https://rockologia.rocks/2018/07/03/accept-rebuscando-en-la-basura-de-im-a-rebel-1980/

    ResponderEliminar
  2. Pues nada, otro acierto para este blog de pajillas mutuas a lo Torrente para you and me jajajaja

    ResponderEliminar
  3. Me voy a meter en vuestro Brokeback Mountain particular. No soy fan de los Accept pero he de reconocer que junto a los Saxon, eran uno de los grupos heavies que más fácil se me hacía escuchar de la época heviorra de mi hermano mayor. Oye, la que da título al disco, me suena mucho y sí, tiene un tufo ACDC importante. El Save us, en su riff, me suena mucho a los Whitesnake. Y, extrañamente, me han gustado mucho las dos que no canta Udo. Ha sido una tarde de domingo entretenida, pasando por Anthrax, Kiss y Accept.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los Accept son, hasta el Eat the heat, una de mis bandas favoritas de los 80. Y sí, Peter Baltes tiene una voz muy bonita.

      Eliminar
  4. Casino Slot Machines, Las Vegas - MapyRO
    Find Casino Slot Machines, Las Vegas 광주 출장안마 locations, rates, hours, services, and more 논산 출장안마 information. งานออนไลน์ 1 Hotel, Tower, Fremont, NV 89109, United States 전라북도 출장샵 (877) 경상남도 출장마사지 434-7100.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Otros crímenes...

Joe Satriani - Flying in a Blue Dream (1989)

Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco.  ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia.  Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas.  En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo.  Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de

Judas Priest – Killing machine (CBS, 1978)

Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero

Surgin' – When midnight comes (Music For Nations, 1985)

  Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por

KISS-ASYLUM (1985-Mercury)

  A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue.  Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono.  Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda

Cream - Wheels of Fire (Polygram Records, 1968)

Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular.  Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura