...mantiene credenciales y evidencias americanas que hacen que la propuesta de la banda siga siendo coherente con su personalidad, ganando en cierto sentido en amplitud y matices.
Por Jorge García.
El segundo disco largo de la banda californiana The Long Ryders fue grabado en Chipping Norton Studios, en Oxfordshire (Inglaterra) y publicado en U.K. tras fichar los de Sid Griffin por el sello británico Island Records.
El disco, a pesar de no ser editado en USA, sí que consiguió una importante repercusión allí gracias a las emisoras universitarias y alternativas, especialmente en la costa oeste.
Lo cierto es que en Inglaterra el álbum no fue mal del todo desde el punto de vista comercial, especialmente gracias al explosivo single "Looking for Lewis and Clark" que consiguió colarse en puestos honrosos dentro de las listas de éxitos británicas.
Otra cosa fue la recepción que por parte de la crítica obtuvo "State of our union", que es como se titula esta segunda intentona en formato largo. La crítica menospreció la valía del disco y no dio opción al elepé en prácticamente ninguna de las reseñas aparecidas en la prensa especializada, llegando a utilizar frases tan categóricas como: "Hay diez cosas mal en este disco, y son las diez canciones" (este se conoce que sabía escribir pero no contar, o simplemente no había escuchado el disco).
El paso del tiempo suele ser un buen diagnosticador de entuertos, y entiendo que la prensa inglesa ha tenido, con el paso de las décadas, que desfacer más de uno en lo referente a "State of our union".
De todas las formaciones pertenecientes al Paisley Underground (o nuevo rock americano, como fue bautizado por aquí) The Long Ryders son los más adheridos a la música de raíz americana, sin abrazar el carácter vintage/renovador de Stray Cats con referencia al rockabilly y sin la vocación experimental de Steve Wynn al frente de sus Dream Syndicate, ellos supieron encontrar su hueco y hacer historia desde su rincón.
La propuesta de la banda angelina se impregna de country y de rock salpicado con el aire de poniente. En gran medida son los precursores del country alternativo, siguiendo los dictados de Gram Parsons, Flying Burrito Brothers, Merle Haggard o Gene Clark; aunque en ningún caso pueden ser calificados como una banda que practica un simple y banal revival.
El disco que hoy nos ocupa no tiene el arraigo americana del precedente "Native sons". Tal vez el hecho de encargar la producción a un británico como Will Birch pueda ser un elemento explicativo de esta deriva hacia otros géneros menos enraizados, no obstante mantiene credenciales y evidencias americanas que hacen que la propuesta de la banda siga siendo coherente con su personalidad, ganando en cierto sentido en amplitud y matices.
Además nos encontramos con un buen número de magníficas composiciones, que cuentan con la expresiva vocalidad de Griffin y unas radiantes guitarras, aguerridos soportes rítmicos y cohesión sónica, un gran disco que a un servidor le gusta tanto (o más) que el debut mentado más arriba.
Valgan como botón de muestra que justifiquen mis palabras, cortes como "Lights of downtown", "WDIA", "Mason-Dixon line", "Here comes that train again", "God times tomorrow, bad times today" o "State of my union", sin desmerecer el resto.
A ver, no recuerdo haber escuchado nada de este grupo y etiquetas como country alternativo no es que me lo hayan hecho a priori demasiado atractivo. Por otro lado, lo que dices sobre el álbum, que no se editó en los USA, que la crítica lo vilipendió y que “en Inglaterra el álbum no fue mal del todo” resultaba una presentación como para que me diesen ganas de saltarme la escucha del vinilo que presentas lo que, como sabes, es una autoimposición que sigo a rajatabla cada viernes. Así pues, he resistido el impulso y me lo he tragado. Y resulta que me ha gustado la experiencia. Es decir, que no voy a correr a hacerme con su discografía pero me ha parecido un disco entretenido, fresco y disfrutable. Saludos y buen finde.
Precisamente la reseña intenta hacer hincapié en el hecho de que a pesar de las circunstancias y añadidos que pueden hacer pensar lo contrario, se trata de un magnífico disco, dentro de unas coordenadas estilísticas que como siempre están a merced de gustos particuares. De todas formas celebro que el disco te haya al menos entretenido. Salud.
Leyendo tu comentario acerca de la crítica de este disco, he recordado la cantidad de veces que críticos de revistas han hecho malos comentarios de álbumes hoy considerado clásicos. Igual era cuestión de llamar la atención, de mal gusto o de incapacidad crítica, vete a saber. Por contra, y es muy habitual hoy en día, el crítico siempre bueno, en especial con las compañías discográficas que pagan la publicidad de la revista, el programa o la página web. La mayoría solo publican buenas o excelentes críticas y eso da pena. ¿Todo lo que escuchan está comestible? En fin. Respecto a tu propuesta, escuchándola y disfrutando. Me gusta que aparezcas por aquí porque no tengo ni idea de "tus" estilos y aprendo y disfruto. Un saludazo.
Por supuesto que la crítica y prensa especializada la ha pifiado muchas veces, y no solo en música. En cuanto a mi aportación debo decir que mis gustos son enormemente eclécticos, eso sí, trato de huir un poco de determinadas referencias porque, sinceramente, creo que poco o nada tengo yo que aportar a estas alturas a un "Sticky Fingers", "Back in Black" o "Transformer". Saludos.
Joe Satriani - Big Bad Moon - Live Expo 92 (Sevilla) ¿ Vaya presentación la del Tio Joe eh?, mira que plantarse en Sevilla, en medio de la Expo92 y vomitar el Big Bad Moon acompañado del gran Brian May, no había visto nada igual hasta la fecha y creo que a día de hoy, tampoco. ¿Quién se esperaba ese Slide con la propia armonica? Bueno, que me dejo llevar por la emoción, Joe Satriani forma parte de la banda sonora de mi infancia. Sin ningún tipo de duda, soy quien soy, musicalmente hablando, por mi primo, el cual me encamino hacia que escuchar y que instrumento tocar, a través de cintas como esta descubrí al profesor y a muchos mas. En esta cinta destacan Joe Satriani, un tal Jason Becker, Steve Vai o el mismísimo Paul Gilbert con Racer-X, anda que no le di vueltas a esa cinta, aun la conservo. Una cosa que llama mucho la atención de esta clase de músicos, es que las canciones, la gran mayoría de veces carecen de letras y eso no suele gustarle a todo el mundo. Hablar de un disco de
Amigos, mi colección de vinilos no es infinita y –si le sumamos que muchos han sido ya reseñados por otros colaboradores de este blog–, después de todos estos años se me están acabando los discos con los que doy contenido a mis entradas. Así que llega un momento en el que uno tiene que ir tirando de fondo de colección y rezar por que a nadie se le haya ocurrido hablar de alguno de los álbumes que aún no os he traído. Por eso, no importa que ya os haya hablado en varias ocasiones de los Judas Priest –creo que soy el que más vinilos ha comentado por aquí– y hoy me saco de la manga otra de sus imprescindibles obras, este Killing machine , quinto lanzamiento en estudio de la segunda banda más famosa del área de Birmingham. Creo recordar que el primero que me compré de ellos fue el Defenders of the faith ( aquí ), luego el Screaming for vengeance ( aquí ) y después ya me pierdo, no sé si fue el recopilatorio Hero, Hero
Hoy traigo el único álbum (oficial) de la efímera banda neoyorquina Surgin , una joya escondida en el resto de saldo que fue el rock melódico de los ochenta, con un protagonista especial: Jack Ponti. Igual no tienes ni idea de quién es este personaje. Fíjate en la foto de abajo, es el de la izquierda, tocando con su colega de instituto John Bongiovi en un concierto del grupo que montaron juntos, Rest. Su poco éxito en aquellos primeros ochenta disolvió la historia, pero no así la amistad que ambos se profesaron. Aunque habría que revisar esas “amistades” de Mr. Bongiovi: para el puesto de guitarrista de su banda eligió a un desconocido Richie Sambora antes que a sus colegas Ponti o Snake Sabo. Por algo sería, claro. Jack formó su propia banda, que acabó llamándose Surgin, y consiguió editar este disco que hoy comparto por aquí, When midnight comes , en 1985. Compuso, produjo y tocó en él con la esperanza de alcanzar el estrellato roquero, objetivo que, obviamente, no logró. ¿Por
A mediados de los 80, seguramente que de KISS lo único que quedaba era el nombre. Ace Frehley y Peter Criss no estaban físicamente y Gene Simmons aunque seguía figurando casi que tampoco, vivía más interesado en una carrera cinematográfica que no despegaba o produciendo a bandas del nuevo Glam Metal USA como Keel o Black N Blue. Si me apuras, The Paul Stanley Band no hubiese sido un mal nombre, ya que el antaño "Chico de las Estrellas" era el único que realmente tiraba del carro en aquellos años. Gracias a él y a Vinnie Vincent disfrutamos de los primeros Kiss "desmaquillados" merced al aplastante por momentos "Lick It Up". Cuando Cusano fue expulsado por sus excentricidades la banda grabó el irregular "Animalize", que bueno, tampoco estaba tan mal y hasta nos brindó con un VHS de la época bastante subido de tono. Y luego llegó "Asylum" con un nuevo guitarrista llamado Bruce Kulick y otra oportunidad para seguir en la reciente rueda
Me he llevado una pequeña sorpresa al bucear en el blog buscando este disco, por aquello de no repetir entrada, y comprobar que aun nadie ha reseñado el tercer largo de los ingleses. Imagino que mi predilección por Clapton hace que la mayoría de los clásicos del guitarrista se me antojen imprescindibles, de ahí la sorpresa. Pero bueno, aprovecho yo para dejar aquí mis impresiones sobre este Wheels of fire , además de unas fotos de la edición en vinilo, que me parece espectacular. Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar algo: pese a que conocí a Cream por Clapton, la realidad es que los dos gallos del gallinero eran sin duda Jack Bruce (bajo y voz) y Ginger Baker (batería), hasta el punto que en este disco el guitarrista no aparece acreditado como compositor. Sin duda su mano y su característica voz fueron imprescindibles para el sonido de la banda, pero las fuertes personalidades de los dos personajes mantenían el equilibrio y hacían que Clapton, que podría estar soleando dura
A ver, no recuerdo haber escuchado nada de este grupo y etiquetas como country alternativo no es que me lo hayan hecho a priori demasiado atractivo. Por otro lado, lo que dices sobre el álbum, que no se editó en los USA, que la crítica lo vilipendió y que “en Inglaterra el álbum no fue mal del todo” resultaba una presentación como para que me diesen ganas de saltarme la escucha del vinilo que presentas lo que, como sabes, es una autoimposición que sigo a rajatabla cada viernes. Así pues, he resistido el impulso y me lo he tragado. Y resulta que me ha gustado la experiencia. Es decir, que no voy a correr a hacerme con su discografía pero me ha parecido un disco entretenido, fresco y disfrutable. Saludos y buen finde.
ResponderEliminarPrecisamente la reseña intenta hacer hincapié en el hecho de que a pesar de las circunstancias y añadidos que pueden hacer pensar lo contrario, se trata de un magnífico disco, dentro de unas coordenadas estilísticas que como siempre están a merced de gustos particuares.
EliminarDe todas formas celebro que el disco te haya al menos entretenido.
Salud.
Leyendo tu comentario acerca de la crítica de este disco, he recordado la cantidad de veces que críticos de revistas han hecho malos comentarios de álbumes hoy considerado clásicos. Igual era cuestión de llamar la atención, de mal gusto o de incapacidad crítica, vete a saber. Por contra, y es muy habitual hoy en día, el crítico siempre bueno, en especial con las compañías discográficas que pagan la publicidad de la revista, el programa o la página web. La mayoría solo publican buenas o excelentes críticas y eso da pena. ¿Todo lo que escuchan está comestible? En fin. Respecto a tu propuesta, escuchándola y disfrutando. Me gusta que aparezcas por aquí porque no tengo ni idea de "tus" estilos y aprendo y disfruto. Un saludazo.
ResponderEliminarPor supuesto que la crítica y prensa especializada la ha pifiado muchas veces, y no solo en música. En cuanto a mi aportación debo decir que mis gustos son enormemente eclécticos, eso sí, trato de huir un poco de determinadas referencias porque, sinceramente, creo que poco o nada tengo yo que aportar a estas alturas a un "Sticky Fingers", "Back in Black" o "Transformer".
EliminarSaludos.